La lluvia marcó la Semana Santa en gran parte de España y provocó la suspensión de muchos desfiles procesionales, sobre todo en Andalucía, y cancelaciones de reservas en alojamientos turísticos. El lado positivo es que las lluvias han dado un respiro, ante la amenaza de sequía, pues los embalses están más llenos que en años anteriores, a un 63,1% de su capacidad máxima, con 2.968 hectómetros cúbicos más en solo una semana. Pero los expertos piden prudencia en cuencas de Andalucía, Murcia y Cataluña, cuyas medias siguen estando por debajo de los últimos 25 años.




