Daniel Gil Abascal, madrileño de 38 años, casado y con dos hijos de 4 y 2 años, es uno de los emprendedores españoles recientemente instalados por cuenta propia en este país. Es licenciado en Psicología y Máster Universitario en Psicología Clínica y de la Salud por la Universidad de Murcia, y, tras varias experiencias laborales por cuenta ajena, acaba de poner su propia consulta en Colonia como orientador psicológico, coach y terapeuta de pareja. También ofrece servicios a través de internet.
En Alemania trabajó los últimos años como director de proyecto de la Confederación de Asociación Española de Padres de Familia y ponente como psicólogo en diferentes programas y proyectos, por ejemplo, el Programa ‘¡Adentro!’ para personas mayores o el proyecto Acción en Familia 2020. Antes había tenido las más diversas ocupaciones, desde camarero, auxiliar administrativo o profesor particular a empleado de una conocida empresa de muebles sueca.
-¿Influyó la crisis económica en su salida de España?
-Realmente no. Cuando viene a Alemania, en 2009, la crisis comenzaba a golpear fuerte. Tuve una charla muy intensa con mi amigo y tutor de doctorado y experto en creatividad, el doctor Javier Corbalán Berná, cuando decidí dejar mi trabajo en la empresa de muebles sueca en la que trabajaba para darle un giro a mi vida. Él veía muy claro lo que iba a pasar en España y me avisó que me lo pensara muy bien, pero yo necesitaba progresar y abrirme nuevas posibilidades como psicólogo. Por eso, yo que siempre había estado en el mundo de la investigación, decidí salir a hacer las prácticas de mi master en una universidad extranjera. Y fue el recientemente fallecido, Profesor Doctor Dirk Hellhammer, de la universidad de Trier, el que aceptó que me uniera a su grupo de investigación durante un año entero. Una semana antes de volverme a España conocí a la que ahora es mi mujer y, claro, pasó lo que tenía que pasar.
-¿En qué momento se planteó hacerse autónomo?
-La idea de hacerme autónomo venía rondando mi cabeza desde hacía bastante tiempo, ya que había una tendencia natural a pensar en esa posibilidad. En España es común que el psicólogo clínico sea una persona autónoma, como aquí en Alemania, pero todavía más, si cabe. Esta realidad se juntaba, además, con la idea que siempre he tenido de poder desarrollar mis propios proyectos con la mínima interferencia posible y la máxima libertad de actuación. Aunque este deseo se puede ver cumplido en algunas empresas, es decir, trabajando para terceros, yo creía, y sigo creyendo, que el ser autónomo era un camino eficaz para conseguir estos objetivos.
-¿Dificultades para que le reconocieran el título, encontrar local o financiar su proyecto?
-Por suerte, el reconocimiento del título no fue un problema para mí. Alemania acepta como válido mi título de psicólogo obtenido en España, pero si se quiere, y lo recomiendo, se puede obtener un documento oficial que, por un precio módico, confirme la validez de la titulación.
Conseguir un lugar para la consulta tampoco fue difícil. Tuve la suerte de encontrar el despacho en un edificio de oficinas al que ya le había echado el ojo hace tiempo. Colonia es una ciudad cara para el alquiler, eso sí, pero estoy muy contento con la ubicación de la consulta. Creo que la inversión merece la pena, cuando de lo que se trata es de facilitar al cliente el acceso al servicio. Además, desde un punto de vista estratégico, esta ciudad tiene la ventaja de que está cerca y muy bien conectada con otras ciudades importantes, como pueden ser Düsseldorf o Bonn y, además, el número de hispanohablantes es bastante alto en esta zona.
Y en lo que se refiere al dinero, pues eso siempre es un problema. Yo he sido como la hormiga y he sabido ahorrar bastante bien, porque hay que estar preparado para los imprevistos y tener un colchón económico siempre da tranquilidad.
-¿Qué cree que es fundamental antes de decidirse a establecerse por cuenta propia?
-Cuando uno se hace autónomo es importante tener bien hechos los cálculos de los gastos, los posibles ingresos y un plan financiero. No basta con decidir de un día para otro y tirarte de cabeza, hay que pensar no sólo si el servicio o producto que vas a ofrecer tiene su potencial y su nicho, sino también todo el desembolse que te puede ocasionar en los próximos tres años y, sobre todo, tener claro en qué momento hay que parar el tren y bajarse, si el negocio no marcha, pues si no lo haces así puedes terminar en el fango casi sin darte cuenta. Lleva mucho tiempo prepararse para hacerlo bien y aun así se cometen errores. Otra historia es el marketing y cómo llegar al cliente. Es un mundo por conocer y es fundamental. Yo aprendo con la experiencia.
-¿Dónde encontró el asesoramiento profesional necesario?
-Me gustaría indicar que, antes de nada, lo más importante es formarse. Quiero decir, no hace falta que hagas una carrera, pero hay que tener una formación sólida. Yo, hace unos años, no tenía ni idea de nada de esto. Por suerte, -aunque esto es una manera de hablar, porque no es cuestión de suerte sino de mucho esfuerzo-, la organización donde yo trabajaba como director de proyecto, la Confederación de Asociaciones de Padres de Familia en Alemania, realizaba seminarios en los que se trataba a fondo el tema del emprendimiento en Alemania y España (incluidos aspectos legales y de constitución). También la Consejería de Trabajo de España aquí en Alemania organizaba jornadas para personas interesadas en el emprendimiento. Son ayudas importantes y creo que hay que seguir invirtiendo en este campo.
Por parte de las instituciones alemanas, tuve el apoyo y asesoramiento aquí en Colonia de los servicios que da la ciudad para las personas que quieren emprender (https://www.stadt-koeln.de/wirtschaft/startercenter/). En mi caso, me orientaron y estudiaron mi plan financiero. El trato que me dieron fue espectacular. Eso sí, recomiendo que, si la persona que quiere emprender tiene muchas dificultades con el idioma alemán, se busque un acompañante que domine esta lengua.
-¿Cómo ofrece sus servicios?
Ofrezco servicios en dos modalidades, la presencial y la ‘on line’, aunque la terapia de pareja no la ofrezco en la modalidad ‘on line’. En los meses que han pasado desde que comencé con la consulta, he puesto mayor énfasis en el servicio presencial y ahora, a partir de enero de 2019, voy a impulsar muchísimo más el servicio ‘on line’, es el objetivo que me he marcado para este año, que va a estar lleno de novedades.
-¿Puede funcionar un servicio de atención psicológica a distancia?
-Antes de abrir la consulta como autónomo, quise asegurarme por mí mismo de que era posible hacer un trabajo psicológico ‘on line’. La manera fue muy sencilla, me subí al proyecto de un amigo que es informático y psicólogo para hacer una plataforma de orientación psicológica en red completamente gratuita, que se llamaba ‘Consejo Psicológico ‘on line’’. Estuvo activa a pleno rendimiento durante dos años y la demanda fue tan alta que se tuvo que cerrar por exceso de trabajo. Con esta experiencia pudimos analizar qué casos se adaptaban bien a la consulta ‘on line’ y cuáles no, con el propósito de mantener unos estándares de calidad en el servicio lo más altos posible, respetando la ética profesional al máximo, además de aplicar herramientas de trabajo y de gestión de clientes completamente novedosas. Aprendí mucho después de todo esto, lo que me dio la seguridad que necesitaba para reafirmar mi creencia de que la orientación psicológica ‘on line’ tiene muchísimo potencial. El futuro va a ser sorprendente, de hecho, ya se hacen cosas increíbles y se están desarrollando aplicaciones para móviles muy interesantes.