Las entidades vascas en Argentina culminan noviembre con numerosas actividades

En Buenos Aires participaron en el evento ‘Buenos Aires celebra’, en Macachín hubo un homenaje a la colectividad vasca y en La Plata disfrutaron del festival Eguzkipean

Acto en homenaje a los emigrantes vascos celebrado en Macachín.

El último fin de semana del mes noviembre ha sido testigo de una actividad inusitada en la comunidad vasca de Argentina. Ello se ha debido a la relativa salida de la pandemia y a la recuperación, aunque con las consabidas limitaciones, de la actividad presencial. La antesala de estas fiestas vascas del último fin de semana de noviembre fue el pasado 21 con el Buenos Aires Celebra, el evento clásico de las comunidades inmigrantes.

Como las otras celebraciones vascas de Argentina, el Buenos Aires Celebra también había sufrido el impacto de la pandemia y este año se ha retomado, pero con un formato mucho más reducido.

El fin de semana siguiente, en Macachín tuvo lugar el Euskal Asteburua (Fin de Semana Vasco), después de que en dos años consecutivos, 2020 y 2021, se suspendiese por la pandemia la Semana Nacional Vasca que se iba a celebrar en esta ciudad y que ahora queda anunciada para noviembre de 2022.

El Euskal Asteburua de Macachín ha sido la ocasión para rendir homenaje a la migración vasca con la inauguración de un monumento en honor de las 154 mujeres y 302 hombres que llegaron a la zona entre 1860 y 1960. Además, durante el acto se declaró Ciudadano Ilustre de La Pampa al presidente del centro vasco, Iñaki Unamuno. Participaron en el encuentro la delegada de Euskadi en Argentina–Mercosur, Sara Pagola, la presidenta de la Federación de Entidades Vasco-Argentinas, Arantxa Anitua, y representantes de 15 ‘euskal etxeak’ provenientes de distintos puntos del país. El evento fue el cierre del Programa Euskal Sustraiak-Raíces Vascas, un trabajo de recuperación de la memoria histórica que recoge la información sobre todas las personas que llegaron al Departamento de Atreucó provenientes del País Vasco durante 100 años. Sus nombres quedaron grabados en las placas que conforman el monumento, ubicado en la plaza central de Macachín, junto al retoño del árbol de Gernika y frente a la sede de la ‘euskal etxea’. Se calcula que quienes descienden de aquellos migrantes alcanzan las 3.000 personas. Muchas de ellas se encontraron en la cena para 700 comensales que brindó la ‘euskal etxea’ posteriormente al acto.

Por su parte, en La Plata y a las puertas del verano en el hemisferio sur, han disfrutado del festival Eguzkipean (Bajo el Sol) y, dentro del mismo, del Sagardo Eguna (Día de la Sidra). Eventos de ese último fin de semana de noviembre que han concentrado a un gran número de descendientes de emigrantes vascos con ganas de fiesta, sidra fresca, pañuelicos y remeras bajo el sol argentino. Tampoco ha faltado la presencia del euskera, a pocas semanas de la celebración del Día Internacional del Euskera, el 3 de diciembre.

Desde hace 72 años los vascos de todo el mundo tienen su fiesta anual cada 3 de diciembre conocida como el Día Internacional del Euskera. El objetivo de este día es mantener viva una de las lenguas más antiguas de Europa, para que su legado no se pierda y para que los vascos diseminados por el mundo siempre tengan presentes sus raíces.

La primera vez que se celebró este día fue el 3 de diciembre del año 1949. En aquella época, debido a los problemas políticos que atravesaba España, la festividad solo abarcó el País Vasco francés (Iparralde) y otras regiones del mundo como Argentina, México, Caracas, Nueva York y otras latitudes.

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