Los consejos de administración de CaixaBank y Bankia aprobaron el 17 de septiembre la creación del primer banco por activos en España. La entidad resultante de la absorción, Caixabank, estará controlada por la Fundación Bancaria La Caixa, que tendrá alrededor del 30% del capital, frente al 16% que conservará el Estado a través del FROB y espera lograr unos ahorros de costes de 770 millones de euros.