NUEVA EMIGRACIÓN

La redes sociales, un gran apoyo para la nueva emigración

Los grupos y páginas web se han convertido en el punto de conexión para miles de españoles en el extranjero

Itxaso Rodríguez reside en Buenos Aires desde hace un año.
José Gayarre emigró a la ciudad alemana de Colonia hace 19 años en busca de mejores perspectivas laborales.
Itxaso en el barrio de La Boca, junto a amigos bilbainos que la fueron a visitar.
Seminario para emprendedores españoles en Alemania.

En la primera mitad del siglo XX España vivió un proceso emigratorio inmenso que provocó el desgarro de miles de familias. A las persecuciones políticas del franquismo que decantaron en el exilio de aquellos que podían haber pagado la defensa de sus convicciones con la muerte o la prisión, se sumaron cientos de miles de españoles que buscaron en otras tierras lo que una España empobrecida no podía brindarles: una vida digna.

Los países de la América hispana en las primeras décadas del siglo (Argentina principalmente), y los del entorno próximo europeo (Francia, Suiza y Alemania) a partir de la década del 60 fueron los destinos elegidos por la mayoría de los emigrantes, que en el exterior crearon una red de centros e instituciones que tuvieron como fin principal ayudar a quienes habían elegido el siempre difícil camino de la emigración, a la vez de servir como punto de encuentro entre paisanos para hacer más fácil la adaptación al nuevo hogar y también compartir el recuerdo de la tierra natal.

Con el correr de los años, la gran mayoría de estas instituciones fueron viendo decrecer su número de asociados, en un proceso lento pero inexorable. Una de las causas principales para que suceda esto es que los hijos de los emigrantes ya no eran, justamente, emigrantes; habían nacido en otro país, al que no tenían que adaptarse, criándose con niños que los hacían sentir como pares.

Más allá del cariño y el recuerdo por España que les transmitieron sus antepasados, estas nuevas generaciones, al ritmo de los cambios culturales, crecieron, en su gran mayoría, con intereses o inquietudes que las entidades fundadas por sus padres o abuelos no supieron corresponder en su gran mayoría, y hoy en día es muy bajo el porcentaje de jóvenes que son socios de estas instituciones.

Cuando la emigración ya parecía sólo un hecho a rememorar en los libros de historia, la crisis económica que golpeo a España a partir de 2008 abrió nuevamente una herida que aparentaba haber cicatrizado. A pesar de no tener la masividad de la ocurrida durante el siglo XX, son miles los españoles que, una vez más, decidieron buscar una vida mejor en otros horizontes.

Sin embargo, esta nueva emigración tiene marcadas diferencias con la anterior: la mayoría los españoles que han salido son personas de entre 20 y 45 años, en muchos casos con estudios universitarios terminados o en curso. Además, muchos se plantean la emigración como un recurso temporal y no definitivo.

A pesar de estas distinciones, hay cuestiones que hacen al común de cualquier emigrante, ya sea en 1939 o 2019; es un proceso doloroso y nunca fácil, y si bien el avance tecnológico en las comunicaciones logra que hoy alguien pueda estar conectado con España de manera instantánea y económica, lo que los gallegos llaman ‘morriña’ por su tierra, sus familias y sus amigos es difícil de evitar.

Tal es así que, así como lo hicieron en el siglo pasado, los nuevos emigrantes también comenzaron a buscar la manera de ayudarse y contactarse en sus países de acogida, ya no a través de la creación de instituciones, sino a través de las redes sociales. Con un solo click del ratón, un recién llegado a Alemania, Argentina, Francia, Suiza, México o Australia puede contactarse con otros españoles para asesorarse sobre la mejor manera de asentarse en el nuevo país o, si lo desea, ir forjando amistades que culminen en encuentros cara a cara para sentir que España no está tan lejos.

Alemania

José A Gayarre es un abogado, periodista y empresario nacido hace 44 años en Fustiñana, Navarra, que actualmente reside en la ciudad alemana de Colonia, a la que emigró hace 19 años en busca de mejores perspectivas laborales tras acabar la carrera de derecho en España. Entre otras actividades, hoy preside el Deutsch-Spanisches Forum e.V. (foro hispano alemán) de Colonia y dirige la AEF (Academia Española de Formación), dedicada a la formación de adultos con proyectos en toda Alemania.

El 8 de diciembre de 2009 José creo la página de Facebook Españoles en Alemania (https://www.facebook.com/espanoles.alemania/?ref=br_rs) con el objetivo de servir como foro de comunicación para la comunidad española que vive en ese país: “En aquel entonces anticipamos que el modelo de asociaciones o centros como punto de encuentro requería una renovación a través de nuevos canales como internet o las redes sociales”, cuenta a Nueva Emigración, resaltando que el fin principal era el de brindar servicios y contenido informativo a los españoles que ya vivían allí o que estaban por emigrar hacia ese destino.

“Al poco tiempo -continúa-, vimos que habíamos dado con el camino correcto, puesto que, en el punto más álgido de la crisis, tuvimos un papel crucial. La información existente para todos los que venían no era visible o no estaba estructurada. Los centros y asociaciones estaban en gran medida en retroceso, con una actividad mucho menor y, de alguna forma, sus propuestas eran poco actualizadas para esta nueva comunidad. Muchos ni siquiera contaban con una página web o con ofertas para nuevos inmigrantes”.

Asimismo, agrega que otro objetivo era el de enfrentar la difusión de ‘fake news’, noticias falsas que circulaban rápidamente por las redes sociales ante los llamamientos de Alemania a acoger a trabajadores cualificados. “Circulaban muchos rumores falsos sobre la vida, trabajo y la sociedad alemana. Entonces quisimos hacer las veces de moderadores con la experiencia que teníamos y tratar de estructurar un poco más la información que circulaba por la red”, explica.

Al considerar a Facebook como una plataforma “muy difusa y muy efímera”, a partir de 2011 comenzó a ampliar las vías de comunicación disponibles para la colectividad española, primero a través de la página web destinoalemania.com y posteriormente en un podcast de radio en Funk Radio y en el desarrollo de una aplicación móvil orientativa para los hispanohablantes residentes en Alemania.

José señala que las necesidades e inquietudes de los emigrantes españoles que participan de estas plataformas son muy variadas: “Consultas hay de todo tipo. Cada emigrante y cada historia es un mundo y por eso no se puede generalizar. Además, hay diferentes categorías de consultas como las de los que todavía están por llegar o las de los recién llegados, y también las de los que ya llevan tiempo y generalmente nos preguntan cuando tienen un problema. Por ejemplo, temas jurídicos. Pero, en general, las preguntas se refieren a temas de la vida práctica a la hora de instalarse aquí y a la hora de encontrar trabajo”.

Otras consultas están relacionadas ya no a cuestiones prácticas sino emocionales, “como la soledad que a veces invade al emigrante y la facilidad de utilizar los nuevos medios para buscar un contacto con alguien de su lengua materna. Este es un caso típico de los que viven aislados en el medio rural”.

José considera que es fundamental que quien emigre no se cierre y trate de informarse y participar activamente en la vida cotidiana del país que lo acoge. “Impulsamos iniciativas para que la gente hable, debata o se informe sobre la política y la sociedad alemana local y nacional, ya que solo entendiendo lo que sucede podemos llegar a una participación plena en esta sociedad de acogida. Los problemas con el idioma nos impiden ver lo que sucede, así que tratamos de dar pinceladas de realidad y debate político en castellano. Al final, tenemos que entender que estamos pagando impuestos aquí y también nos afectan medidas como las de familia, prestaciones, jubilación, migración…”, subraya.

Así como las necesidades e inquietudes de cada emigrante son muy diversas, también lo son los problemas que enfrentan al radicarse en otro país: “El problema de los emigrantes de los últimos años a la hora de adaptarse es que, al principio, llegaban con expectativas muy erróneas, como la de poder trabajar hablando solo inglés o que iban a tener trabajo seguro y ganar mucho dinero. Además, es distinto llegar a Berlín, a Colonia o a un pueblo de la Selva Negra. Por lo tanto, generalizar sobre la adaptación creo que es imposible. Sin embargo, sí considero que el flujo de información de los últimos años ha ayudado para que haya una visión más ‘madura’ de lo que significa emigrar a Alemania, de la preparación, de las ventajas o inconvenientes, de los compromisos que supone…”.

Siguiendo esa idea, José añade que si bien el número de españoles que emigran a Alemania ha descendido en relación a los primeros años de la crisis, los que sí lo hacen “ya tienen conocimiento de causa gracias, entre otras cosas, a páginas como la nuestra. Por así decirlo, vienen más preparados. Y realmente hay grupos que se han adaptado a la perfección. Por supuesto, también hay otros que llegan aquí con unas ideas preconcebidas -da igual que sean ingenieros o albañiles- y no logran adaptarse simplemente porque esperan encontrar aquí exactamente lo mismo que tienen en casa. Es decir, que no se hubiesen adaptado ni siquiera al cambiar de provincia en España”.

Cuando se lo consulta sobre el perfil general de los españoles que han emigrado a Alemania en los últimos años, José resalta que ha visto de todo,  “desde conductores de camión, albañiles escapando de la crisis, rumanos o marroquíes que vivían en España y ahora están buscándose la vida aquí, hasta estudiantes y gente muy preparada con muchos títulos que salían en vista de la falta de perspectivas en España. Por lo tanto, no se puede decir que haya un grupo homogéneo”, aunque sí confirma que en su gran mayoría son personas de entre 20 y 45 años.

Un aspecto que sí es muy común entre estos emigrantes es que una gran cantidad de ellos retornan a España luego de uno o dos años. “Este grupo parte de la premisa de que no se va a quedar. Por lo tanto, generalmente tampoco tiene altas cotas de adaptación al entorno”, explica, y diferencia: “Muchos de los que llevamos aquí tiempo siempre decimos que, para considerarse emigrado, hay que estar por lo menos cinco años fuera de su país. Entonces es cuando uno se empieza a sentir alejado de su tierra, de su gente… empieza a dejar esa sensación, a veces amarga, de estar entre dos mundos y comienza a entender que se ha ido y que está viviendo en otro país. Hasta entonces, en la mayoría de los casos solo llega a una situación de estar ‘desubicado’ y el objetivo de esta situación particular es simplemente volver”.

Para José, la experiencia de ser emigrante “es, sin duda, dura, pero también muy enriquecedora en muchos aspectos. En la comunidad española sufrimos una crisis económica con efectos muy graves para toda la sociedad a corto y largo plazo. Sin embargo, el hecho de tener que salir nos ha obligado también a aprender a reaccionar y madurar en algunos aspectos. Soy muy optimista en cuanto a las posibilidades de la comunidad española de todo el mundo, su juventud, cultura, carácter, un idioma internacional y muchas otras cosas… pese a las dificultades que todos conocemos, creo que hemos sabido llegar, adaptarnos aquí fuera de la zona de confort, tal y como supieron hacer aquellos que vinieron en los 60 y 70 en peores condiciones. Todavía queda por hacer, pero el camino está ya abierto”.

Por otra parte, considera que la emigración de los últimos años ha representado un reto para las estructuras españolas en el exterior, en particular para las instituciones consulares, embajadas o asociaciones de emigrantes, puesto que pasaron de servir a una colectividad cada vez mayor en términos de edad pero cada vez más reducida en cuanto a su número a tener que recibir a “gente joven, con ganas, con otra formación y con otro tipo de expectativas a la hora de emigrar”.

En ese sentido, sostiene que en muchos casos, ese impacto sirvió para que estas estructuras e instituciones se renueven y adapten sus servicios a las necesidades más actuales, algo a lo que, destaca, espera haber contribuido a través de la página de  Facebook Españoles en Alemania (que en la actualidad cuenta con más de 33 mil seguidores) y la página web destinoalemania.com.

Ya a nivel personal, el balance que hace de su propia experiencia como emigrante es variado como la vida misma: “Al final una experiencia de tantos años está llena de altibajos muy intensos, de periodos de nostalgia, de echar de menos a la familia, de crisis existenciales, laborales, culturales…. pero también de otras experiencias muy enriquecedoras. Así que, como balance, sin duda positivo. Pero también hay un ‘lado oscuro’ que normalmente tendemos a soterrar en nuestro recuerdo, por aquello de la memoria selectiva”, afirma, y concluye planteándose a sí mismo y a todos los jóvenes que han salido de España en los últimos años una pregunta que refleja cómo han impactado las nuevas tecnologías en hacer un poco más fácil la vida del emigrante: “¿Se imaginan haber emigrado sin internet, sin Whatsapp, sin Facebook, sin móviles, sin Google Translator o sin Google Maps?”.

Argentina

El grupo cerrado de Facebook Españoles en Argentina (https://www.facebook.com/groups/401980456628403/), que en la actualidad cuenta con más de 1.400 participantes, fue creado en febrero de 2015 y está dirigido específicamente a españoles de nacimiento emigrados en los últimos años o a quienes piensen residir en el futuro en el país austral, pero no a emigrantes que llevan la mayor parte de su vida en Argentina.

Según cuentan dos de sus administradoras, Itxaso Rodríguez y Susana Martín, la página surgió con la idea de orientar en cuanto a los trámites necesarios para radicarse y despejar dudas e inquietudes en general, es decir, “crear una comunidad con la que poder ayudarnos entre nosotros para darnos un apoyo y sentirnos acompañados en esta dura experiencia”.

La mayoría de las consultas que reciben tienen que ver con temas relacionados con los trámites relativos a la residencia en Argentina (por trabajo, estudios o por matrimonio con ciudadanos argentinos), qué documentación es necesaria, dónde conseguirla…

En los últimos meses, a caballo de la cada vez más maltrecha economía Argentina, muchas de las consultas buscan información de primera mano sobre las condiciones laborales en el país austral, “solicitando consejo para venir o no”, cuenta Itxaso, una bilbaína de 34 años que reside en Buenos Aires desde principios de 2018, “aunque los últimos cinco años he estado yendo y viniendo del país por temporadas”.

“A mi entender -continúa-, las condiciones de los españoles emigrados en Argentina no son demasiado malas, puesto que si les iría peor que en España no tendrían problema en volver a su país en cuanto se lo pudieran permitir, ya que allí al menos tendrían el apoyo cercano de sus seres queridos. Lo que sé es verdad es que sin duda hay mucha mejor calidad de vida en España en cuanto a servicios, sanidad, educación, seguridad”.

En cuanto al tema laboral, afirma Itxaso, “depende de cada caso en particular”, pero Susana resalta que es muy difícil encontrar empleos en blanco y bien remunerados, a lo que hay que sumar las complicaciones para conseguir la residencia permanente como algunos de los escollos más comunes que encuentran los nuevos emigrantes: “A veces no es tan fácil adaptarse; a una gran parte no les ha quedado más remedio, pero muchos no ven la hora de volver a España”.

En la misma tónica, Itxaso reconoce que “empezar de nuevo en un país que no es el tuyo teniendo que buscar trabajo, nuevos amigos o dónde vivir, es todo un reto, y a veces no encuentras todo el apoyo que te gustaría o que necesitarías, así que las dificultades son muchas”, por lo que destaca que es muy importante “tener una actitud positiva y también tener un poco de suerte para toparte con buena gente en el camino. Hay quién podrá superar las dificultades y hay quien no, hay a quien no le cuesta nada y hay quien después de muchos años aquí sigue sin acostumbrarse”.

Una particularidad de quienes participan de este grupo es que la gran mayoría, un 90 por ciento según estima Susana, emigraron por “amor”. Es así que un tópico común que se discute en el grupo es el de aquellas personas que tuvieron hijos con su pareja argentina, puesto en que en muchas ocasiones al separarse la madre o el padre español se ven obligados a quedarse en Argentina puesto que por la Ley del Menor los hijos solo pueden viajar al extranjero si tienen la autorización de ambos padres, lo que muchas veces no sucede. “En la mayoría de los casos, cuando viene una española o un español a vivir aquí y se casa, tiene hijos y se separa, tiene que quedarse en el país hasta que el hijo cumpla los 18 años, pues en el 90% de los casos el progenitor argentino no autoriza la salida del menor”, explica.

“En los últimos meses lo que más he visto son españoles que venían por estar casados con argentinos o porque se iban a casar aquí”, coincide Itxaso, resaltando que prácticamente todas ellas eran personas con estudios completos o profesiones sin plazo fijo de estadía, “teniendo en cuenta la ventaja que brinda el venir de la mano de alguien que ha nacido y vivido aquí”.

Ella misma se ha casado con un argentino al que conoció cuando trabajaba en una empresa de transporte en Bilbao, hace ya ocho años: “Yo era administrativa en el Departamento Marítimo y él era jefe de tráfico nacional y de almacén. Unos años después nos despidieron por falta de trabajo debido a la crisis y decidimos venirnos a vivir a Buenos Aires ya que él llevaba trece años fuera de casa y Argentina nos brindaba una nueva oportunidad. Primero vino él en 2014 y luego yo, yendo y viniendo desde entonces hasta que decidimos casarnos. Me establecí definitivamente hace un año, en el que he estado trabajando en una estación de servicio de YPF y actualmente me encuentro en búsqueda activa de trabajo relacionado con mis estudios de administrativa logística”, resume.

Es en grupos de Facebook como el de Españoles en Argentina donde esas experiencias de vida, dificultades e inquietudes son compartidas entre compatriotas que además de pedir asesoramiento sobre diversas cuestiones también buscan la compañía que los haga sentir mejor y más cerca de España, y donde puedan soportar con mayor fuerza y entereza la difícil adaptación u otro país, ya que a pesar de las ventajas que brindan las nuevas tecnologías para estar más conectados y cerca de sus familiares y amigos, la vida del emigrante, al igual que lo fue en la primera mitad del siglo pasado, sigue siendo un camino muy difícil de transitar.

Grupos virtuales de españoles en diversos países

Además de Españoles en Argentina  y Españoles en Alemania, son numerosas las páginas y grupos de Facebook a los que los emigrantes españoles pueden acudir para asesorarse sobre todas las cuestiones relativas a la radicación y adaptación a un nuevo país.

Nuevos Españoles en Buenos Aires  es otra de las opciones disponibles para quienes hayan elegido como destino la capital argentina. Este grupo cerrado fue creado el 11 de junio de 2013, cuenta con más de 1400 miembros, y, además de servir como plataforma de asesoramiento e información sobre alojamientos, ofertas de trabajo, servicios jurídicos para migrantes, etc., promueve el encuentro de españoles: “Las quedadas son uno de los objetivos preferidos por los integrantes del grupo. Intenta participar si puedes y disfruta de la buena onda que se vive en los múltiples encuentros que hemos realizado”, señalan sus administradores.

Españoles en Londres-El Original  es un grupo cerrado con más de 52 mil integrantes creado para “compartir experiencias, dudas, quedadas y todo lo que concierne a los españoles para facilitar nuestra estancia en Londres. O simplemente, para pasar un buen rato”, en el que se pueden postear, entre otras cosas, anuncios de particulares para buscar o compartir alojamiento y eventos relevantes y de importancia para la comunidad española, ya sean actuaciones musicales, eventos culturales y fiestas.

Otras posibilidades disponibles son el grupo abierto Españoles en Australia , creado el 26 de agosto de 2010, que tiene como objetivo principal poner en contacto a los españoles residentes en el país oceánico, y Españoles en París , página creada en 2012 que se presenta como un “centro de reunión interactivo” de españoles residentes en la capital francesa: “Te esperamos en la comunidad para descubrir todas las posibilidades que París nos ofrece a los expatriados”, invitan sus administradores.

Cualquiera sea el destino elegido por los nuevos emigrantes, lo más probable es que con una simple búsqueda en Facebook, así como también en otras redes sociales, encuentren a compatriotas que hayan armado un plataforma virtual de encuentro para brindarse apoyo, asesoramiento y contención.

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