NUEVA EMIGRACIÓN

La nueva emigración en Uruguay: ligada a España y conectada a través de las nuevas tecnologías

Más de la mitad de los emigrantes que llegaron al país a partir de 2008 piensa en retornar en un breve plazo

Jóvenes españoles en Montevideo.
Acto de presentación de los resultados del estudio.

Si bien la emigración masiva de españoles a Uruguay se detuvo hace algunos años y los traslados de los últimos años han sido calificados por algunos especialistas como emigración de retorno en un porcentaje altísimo, ya que se trata de parejas mixtas de nativos de ambas naciones, todavía persisten algunas dificultades no resueltas que afectan a los españoles residentes en el país recogidas en un reciente estudio.

Fue la fundación Polo Mercosur la que dio a conocer en la segunda mitad del 2015 un estudio realizado en territorio uruguayo con emigrantes españoles de entre 25 y 40 años, que llegaron a América en este milenio. Para la realización del trabajo contó con el apoyo de la Secretaria General de Inmigración y Emigración del entonces Ministerio de Empleo y Seguridad Social (hoy Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social).

Los datos de este trabajo de investigación, denominado ‘Estudio de los movimientos migratorios recientes de España a Uruguay. Nuevos espacios tecnológicos, geográficos, sociales de vinculación ciudadana’, se obtuvieron a partir de una encuesta realizada vía web a emigrantes españoles llegados a Uruguay a partir del 2008; el análisis estadístico de los micro datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística de Uruguay (INE) y del Censo Nacional realizado en 2011; y tres ‘focus group’ y un taller de trabajo con emigrantes españoles llegados a Uruguay a partir del 2008. En este taller también estuvieron presentes representantes de la administración española y de los colectivos que agrupan a las asociaciones españolas en Uruguay.

Cabe destacar que los nuevos migrantes en un 80% tienen estudios superiores, lo que difiere radicalmente con la emigración de siglos pasados cuando se conformaron en Uruguay los clubes y centros españoles en todo el país que procuraban brindar una cobertura educativa, social y médica a los paisanos que arribaban, en muchos casos, hasta sin conocer el idioma.

Otra de las características que diferencian estas migraciones es que la tercera parte de los que llegaron a Uruguay después del 2008 ya son propietarios de una vivienda y el resto alquila una. Asimismo, más de la mitad tienen pareja, lo que según los responsables del estudio permite “esbozar la hipótesis de que un porcentaje significativo de esta población ha invertido en una vivienda o alquilado la misma junto a su cónyuge. Esto podría suponer que existe una tendencia por parte de los españoles a una estancia prolongada en el país y no a un paso breve o circunstancial”.

Quizás para ello influya la imagen que tienen de Uruguay ya que, en general, confirmaron que era tal cual lo veían antes de emigrar. Ninguno dice tener una opinión negativa del país.

Algunas costumbres les sorprenden, como el hecho de beber mate a todas horas y en cualquier sitio, comer cantidades enormes de carne o aplaudir una puesta de sol. La amabilidad y la tranquilidad de los habitantes se subrayan en casi todos los cuestionarios. Sin embargo, critican la falta de comportamiento ciudadano, la suciedad en las ciudades, la gran lentitud de los uruguayos así como su negatividad y la falta de espíritu de emprendimiento.

Reconocen valores como la solidaridad pero muchos consideran que en la sociedad uruguaya siguen existiendo desigualdades sociales, machismo y una mente bastante cerrada hacia los de fuera.

El elevado coste de la vida es un factor que pocos habían tenido en cuenta antes de marcharse de España.

Relaciones con la colectividad

En este estudio, un 83%, más los hombres que las mujeres, dice estar en contacto con otros españoles en Uruguay. Aunque algunos los han conocido por casualidad, muchos buscaron la compañía de compatriotas para compartir experiencias, obtener consejos acerca de la vida en el país, y sobre todo, poder hablar de temas relativos a España, a veces, incluso, en su otro idioma (catalán y gallego, esencialmente). Unos pocos no están en contacto con otros españoles. Las redes sociales desempeñan un papel primordial para poner en contacto a los españoles en Uruguay. A través de Facebook, organizan encuentros y ayudan tanto a aspirantes como a los recién llegados.

Sin embargo, muchos insisten en la casualidad. Se conocieron a través de amigos de amigos y/o familiares, durante fiestas o salidas a lugares específicos, bares y restaurantes esencialmente. Aunque también varios, sobre todo entre los más mayores, se dirigieron hacia instituciones y asociaciones españolas que tienen sus sedes en Montevideo.

Un 32% de los hombres y un 21% de las mujeres se implican en alguna asociación, institución o página de Internet dedicada a actividades de españoles en Uruguay. Por un lado, unos quieren ayudar y difundir la cultura, por otro, las personas acuden para conocer a otros españoles.

Entre los jóvenes de la categoría 25-45 años, también existen grupos que representan en Uruguay movimientos de españoles presentes en varios países del mundo como Marea Granate o No nos vamos nos echan. Además, la mayoría de los que aún no conocen ningún grupo tienen el deseo de hacerlo.

Según los datos de la encuesta, todos los nuevos emigrantes españoles poseen teléfono móvil, ordenadores y/o tabletas y disponen de una conexión a internet, en general con webcam. Por lo tanto, tienen un fácil acceso a la comunicación con España sea por motivos profesionales o personales.

Las nuevas tecnologías se usan sobre todo para seguir en contacto frecuente con la familia -si no cada día, varias veces a la semana – y los amigos. Un poco más de la mitad de ellos se comunica con España por motivos profesionales, de los cuales un 32% lo hace por lo menos varias veces a la semana.

Los obstáculos o trámites

Las quejas de los emigrantes actuales se concentran en los referente a la realización de trámites ante las administraciones españolas y uruguayas.

Suertes dispares se encuentran en las experiencias de los entrevistados, por ejemplo una española de 27 años reconoce que “cuando llegué con el chip de Barcelona, claro me costaba entender y pensé ¿cómo funciona aquí? debe ser de otra manera. Entonces me adapté a la forma de ser de aquí, es decir, esto es Uruguay, con su historia, yo que sé. Entonces, claro que funciona diferente a Europa. Pero una vez entendido el recorrido que tengo que hacer entonces digo: venga, hoy me voy a pasar cuatro horas para hacer todos los trámites, y asumo que voy a tener que pasar cuatro horas”.

La mujer comenta que hace cuatro meses que está y que todavía no se ha enfrentado a todos los trámites administrativos porque está buscando trabajo. “Vengo de España con una serie de papeles: antecedentes penales, convalidación de título, y también me ha parecido que hay que esperar, que hay que hacerlo en varios días, que no estaba claro… No sé, funciona tan mal como la Administración en España”.

“Vamos, que no he visto tanta diferencia. Creo que es un proceso complicado, que no es solo cambiar de residencia y país, sino de continente. Sabía que había que hacer ciertos trámites que son pesados, pero no me parece mucho más pesado aquí que en Madrid”

Otra paisana suya que lleva cuatro meses en Uruguay comenta que “el programa de retorno que tiene Uruguay con su Oficina de Retorno y Bienvenida es increíble, realmente, me pone súper contenta ver que existe. Esa oficina me parece que es poco conocida para los que llegamos porque está más abocada a los uruguayos retornados, que también son muchos“.

Aclaró que hay muchos extranjeros que llegan a Uruguay y para ellos también tienen servicios, pero “más que nada tienen las ganas de ayudarte, que eso es muy importante, darte el espacio. Te van derivando según los temas, por ejemplo, te pueden orientar sobre las garantías que da el Ministerio de Vivienda o te pueden vincular con el Ministerio de Trabajo y te tiran un cable”.

Precisó que “no te van a resolver la vida, pero están tiradas las redes para que haya contacto. Además, están en contacto con empresas que les interesa los talentos retornados o con la misma administración, y reciben esos currículos con los que arman una base de datos que puede servir. Y también por mail, a veces tengo dudas y te contestan, realmente vale la pena” aseguró.

En cambio, las percepciones y observaciones sobre la gestión de las administraciones españolas en origen y destino no son buenas. Se nota en el grupo distintos grados de disconformidad, decepción y enojo.

Los residentes con más años en Uruguay señalan diferencias en la administración de la emigración a partir de la profundización de la crisis en España. “Ahora es diferente que cuando empezaba la emigración en el 2008 que no había nada” confesó una socióloga española de 37 años.

Sin embargo, añadió que “ahora en la parte de relaciones exteriores de la Administración española se han activado un poco porque hay una migración más fuerte, digamos. En sus páginas web informan cómo invertir en tal, o si quieres trabajar en cual, si quieres negocio en Uruguay o en tal país. Supongo que al aumentar el flujo de personas que se están moviendo por razones laborales está como muy enfocado” reflexionó.

La Administración española y sus ayudas

La información de la Administración y gestión de la migración de los organismos españoles no es fiable para los integrantes del grupo, según precisa el estudio.

Además del enojo que manifiestan los participantes del grupo con las instituciones españolas señalan que las pautas para realizar los trámites de emigración no son claras, lo que produce resistencia, desconfianza y miedo a perder derechos y beneficios en el recorrido migratorio.

Un arquitecto de 32 años explicaba que “con mi amigo, antes de venir, fuimos al Consulado uruguayo en España para pedir información, porque cargas con muchas dudas. Y la verdad es que en este momento te fías mucho más de lo que te pueden decir en el Consulado de Uruguay y no con lo que te encuentres en una página web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, que supuestamente es algo serio”.

Los miedos también son trabas para esa buena relación con la Administración española, según comenta un diseñador de 30 años de edad: “Tienes el miedo de que te vas fuera de España y ahora se está planteando que a los migrantes, luego de tres meses les quiten la sanidad y el derecho a la obra social, entonces, cuanto menos lo vaya contando a las administraciones mejor para mí”.

El grupo manifiesta falta de información, desinformación y malos tratos de los funcionarios que atienden en las administraciones españolas, así como la poca ayuda que brindan a los emigrantes.

Un fotógrafo español de 43 años y que lleva más de cuatro años en Uruguay, puntualizaba que “si llega alguien (español) estaría bueno que estuvieran (la Administración española) con la gente que llega y orientarlos un poco. Tienen un funcionariado pésimo en la Embajada española, para mí”, dijo tajantemente.

Reflexionó de que “estaría bien que bajase un poco del tiesto, digamos. Porque hasta ahora las embajadas están dirigidas a todo el tema comercial y altos ejecutivos, y por si se te pierde el pasaporte, prácticamente. Ahora creo que hay otras necesidades y tendrán que adaptarse a ellas. Te dicen que te acerques a la Embajada (española) para buscar trabajo” y alguien del grupo agrega: “Te dicen pero no es verdad, no sirve de nada”.

Las críticas continúan: “la Embajada no me ha ayudado para nada. La Cámara de Comercio no me ha ayudado para nada. Te sonríen, te atienden, pero no me han ayudado para nada. Yo tenía la cédula uruguaya en diez días. Reconozco que los servicios públicos de Uruguay han hecho más por mí que todos ellos”.

Una arquitecta de 36 años comentó su experiencia en la oficina laboral: “En la Seguridad Social medio hasta de malas maneras me trataron: aquí no hay nada, esto no tiene nada que ver. Y yo les pregunté: ¿Qué hacéis aquí si sois la Seguridad Social Española, tendrá alguna especie de convenio, de alguna cosa, de algo? “Si, cuando te jubiles. Pero así, unas explicaciones que dejaban un poco que desear.”

Sin embargo, la funcionaria de la oficina laboral española, Beatriz Doldán, quien además es consejera del Consejo de Residentes Españoles (CRE) uruguayo, participó en la presentación de los resultados del estudio, que tuvo lugar en julio de 2015, y defendió el trabajo realizado por la Embajada antes algunas manifestaciones de los encuestados sobre la falta de información y apoyo que recibieron por parte de la Administración española para su inserción en Uruguay.

Emigrar con la familia

Los migrantes españoles casados con cónyuge uruguayo/a es otra dimensión que surge en los grupos de discusión y que también se refleja en las encuestas.

En esos casos el matrimonio facilitó los trámites de radicación en Uruguay para los migrantes españoles y la familia del cónyuge ayudó en la recepción e instalación en el país de destino.

Finalmente, el estudio concluye que en el caso de los “nuevos” españoles en Uruguay, un 56% de las personas piensa volver a España en un plazo de tres a cinco años y más de una tercera parte aún no sabe si regresará. En general, les gustaría volver a su región de origen. Sin embargo, algunos desean realizar una estancia en otro país para tener otras experiencias antes de volver definitivamente a España: Francia, Estados Unidos, destinos europeos o más lejanos como Nueva Zelanda y Australia.

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