Suplemento Nueva Emigración

La movilidad estudiantil y académica, una realidad impulsada por la globalización

México y España mantienen una intensa relación en el ámbito universitario que facilita los intercambios

Asun Andreu Soler en el cráter El Elegante en la Reserva de la Biosfera El Pinacate, en Sonora.

Profesionales españoles de la ciencia en Estados Unidos

Vivir en otro país, es una de las experiencias más enriquecedoras en la vida, especialmente cuando se enmarca en el ámbito académico, ya sea como estudiante, profesor o investigador. Gracias a las oportunidades y facilidades que existen actualmente en el mundo para obtener información y desplazarse, así como a los miles de programas y convenios internacionales que se firman entre los países, la movilidad académica es un fenómeno que crece día con día.

Entre 2000 y 2015, el número de universitarios inscritos en instituciones fuera de sus países de origen se duplicó, pasando de 2 millones a casi 5 millones. Y se estima que el número total rebase los 8 millones para 2025, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Cabe resaltar que la internacionalización va mucho más allá de la movilidad estudiantil. Incluye los intercambios de académicos, los campus universitarios y centros de investigación en el extranjero, los llamados “núcleos de educación superior”, las carreras compartidas entre instituciones, los cursos en línea, y la presencia internacional de empresas educativas con fines de lucro. Juntos, constituyen un nuevo paradigma en la educación superior, que es un claro reflejo del proceso de globalización.

De acuerdo al Instituto de Estadística de la Unesco, las principales razones que llevan a los estudiantes a desplazarse con el fin de cursar estudios son: que en sus países de origen carecen de las mismas oportunidades; que buscan ampliar su horizonte cultural e intelectual; que desean pertenecer a instituciones académicas de gran renombre. Además, hay países que tratan de atraer y retener a los inmigrantes altamente cualificados mediante la simplificación de los trámites de entrada y residencia en su territorio.

Algunos datos

En términos históricos, hay pautas específicas de circulación de estudiantes. Esta movilidad se relaciona con la proximidad, las lenguas comunes y otros nexos resultantes del pasado colonial o de vínculos políticos actuales. Una tendencia novedosa es que los alumnos que van a cursar estudios al extranjero están ampliando el abanico de opciones. En 1999, uno de cada cuatro viajaba a Estados Unidos, mientras que en 2007 sólo lo hizo uno de cada cinco. Los nuevos destinos preferidos son: Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón y Sudáfrica. También China, República de Corea y Nueva Zelanda.

En el grupo de los países emisores, China envía el mayor número de estudiantes al extranjero. Le siguen: India, República de Corea, Alemania, Japón, Francia, Estados Unidos, Malasia, Canadá y la Federación de Rusia. En conjunto, estos 10 países representan 38% del total. Entre los países anfitriones, Estados Unidos ocupa el primer lugar, ya que acoge a la mayoría de estudiantes (21%), seguido del Reino Unido, Francia, Australia, Alemania, Japón, Canadá, Sudáfrica, la Federación de Rusia e Italia, en ese orden. Estos 10 países acogen al 71% de los alumnos viajeros. España ocupa el lugar 16, con 56.000 estudiantes extranjeros.

En cuanto a la materia de interés, en 2007 casi uno de cada cuatro alumnos trashumantes (23%) estaba matriculado en ciencias empresariales y de la administración. Las ciencias son el segundo sector en popularidad, pues atraen a 15% de los alumnos. En la lista continúan: ingeniería, industria y construcción, artes y humanidades.

Un dato a destacar es que el número de mujeres que van a cursar estudios en el extranjero ha aumentado considerablemente en los últimos años.

El primer destino elegido por los españoles cuando se trata de temas académicos es el Reino Unido, seguido de Alemania y Estados Unidos. Aunque la mayoría elige un destino europeo, por razones prácticas, en los últimos años se ha registrado un aumento en el número de españoles que viajan a México, por razones académicas, ya sea como estudiantes (la mayoría de un postgrado), docentes o investigadores.

Fructífera relación

En 2017, España y México celebraron 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas. La educación ha tenido mucho que ver con esta larga y fructífera relación entre los dos países. Pero esta historia común en lo académico no se remonta solo a cuatro décadas, sino a cuatro siglos. En 1551 se fundó la Universidad de México a imagen y semejanza de las universidades españolas. Esa universidad fue el antecedente directo de la actual Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la institución educativa más grande de Iberoamérica. Sin olvidar, El Colegio de México (Colmex), denominado en sus inicios la Casa de España en México, refugio de intelectuales españoles y un referente indiscutible en el ámbito cultural de este país.

En 2015, España tramitó alrededor de 10.000 visados de estudios a ciudadanos mexicanos, llegando a 40.000 en el último lustro, constituyéndose así, junto a Estados Unidos, en el principal destino de los estudiantes mexicanos. Paralelamente, México ha recibido a cientos de docentes e investigadores españoles, lo cual ha dado como resultado la creación de la Red de Científicos Españoles en México (Recemex) en 2015, bajo el auspicio de la Embajada de España.

Por su parte, las universidades mexicanas y españolas están vinculadas mediante múltiples acuerdos bilaterales de cooperación y proyectos conjuntos de investigación. Existen numerosos programas de becas que apoyan la movilidad académica entre ambos países. Esta movilidad de talento ha sido un instrumento de gran valor, pues ha generado un impacto positivo en la economía, la ciencia y la cultura, en donde todos ganan.

Hoy en día, en México hay dos centros de convenio directo con el sistema educativo español: el Colegio Madrid en la Ciudad de México y el Colegio Cristóbal Colón en Veracruz. El Colegio Madrid es la primera institución educativa mexicana en firmar un convenio con el Ministerio de Educación para integrarse a la red de centros españoles en el exterior. Entró plenamente en vigor al inicio del curso escolar 2008/09.

Es particularmente relevante por el origen del colegio, fundado por el exilio republicano español con base en las ideas de Francisco Giner de los Ríos, Bartolomé Cossío y otros liberales españoles de fines del siglo XIX y principios del XX, adscritos a la tradición de la Institución Libre de Enseñanza. En el año 2010/11, se sumó el Colegio Cristóbal Colón Hispanoveracruzano, el cual se encuentra en la ciudad de Veracruz, fue creado en 1944 y constituyó la primera escuela primaria para varones del puerto.

Por su parte, la Universidad Nacional de México (UNAM), que sin duda es la mayor receptora de estudiantes y personal docente de extranjeros, mantiene diferentes convenios con 19 universidades españolas.

Paso a paso

Lo primero es el tema legal. De acuerdo a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, un español que viene a estudiar a este país, y va a permanecer menos de 180 días, no necesita tramitar un visado de estudios. Basta con presentar en el puerto de entrada una carta de invitación o de aceptación de alguna institución perteneciente al Sistema Educativo Nacional para realizar cursos, estudios o proyectos de investigación o de formación por la temporalidad máxima mencionada. Sin embargo, si los planes de estudio rebasan este tiempo, entonces sí se requiere tramitar un visado especial.

Lo siguiente es la homologación de los estudios realizados, esto, supone el reconocimiento del grado académico de que se trate, lo permite continuar los estudios en el nuevo país. En este sentido, la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación, de la Secretaría de Educación Pública (SEP) es la entidad competente en el nivel federal para la homologación o revalidación de títulos. La Dirección General publica un tríptico informativo con indicaciones sobre la documentación que debe presentar el solicitante y el lugar en el que debe presentar esa documentación.

Comprometida con su profesión

Asun Andreu Soler, de Orihuela, Alicante, tiene 48 años y lleva en México ocho. Es doctora en Biología y vino a hacer un postdoctorado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

“Como docente me ha ido relativamente bien, sin mencionar que en la UABC jamás he podido ser de plantilla por ser mayor de 40 años (una política de la UABC es no contratar a mayores de 40). A mí me contrataron cuando cumplí 41 años, pero como profesor ordinario de asignatura (no a tiempo completo). Lo mejor de ser docente: los estudiantes. Si bien la mayoría no tienen un buen nivel cuando llegan a la universidad, es muy gratificante ver cómo se van superando poco a poco”.

Asun Andreu se trasladó al extranjero para desarrollar su carrera académica porque “en España siempre han aconsejado hacer el postdoctorado en un lugar diferente al que hiciste el doctorado y, si es en el extranjero, mejor”.

Sobre la posibilidad de volver a España lo tiene, por ahora, bastante claro: “No creo que regrese”. Al mismo tiempo considera que hay una excesiva emigración de profesionales de la investigación españoles hacia el extranjero y que se debe a que “el Gobierno cada vez destina menos recursos a, entre otros, la investigación”.

Alberto Vargas.

Aprovechando las oportunidades

Alberto Vargas, tiene 31 años, es de Barcelona y lleva cuatro años en México. “Me vine porque mi esposa es mexicana y después de perder mi empleo en Barcelona decidimos probar suerte en este lado. Vivimos en Cuernavaca porque de aquí es su familia y es una ciudad tranquila y muy agradable”, cuenta.

En su lugar de origen, estudió un Ciclo Formativo de Grado Superior en Sistemas de Telecomunicaciones e Informáticos. En su caso, el motivo para trasladarse a vivir al extranjero, no fue específicamente por motivos escolares. “La oportunidad y la idea surgió repentinamente y ante la necesidad de administrar eficientemente un negocio propio, decidí estudiar una licenciatura en Administración de Empresas”, explica Alberto Vargas, mientras aclara que en sus planes no está regresar a España en el mediano plazo.

Para Alberto Vargas “es realmente triste observar cómo ha cambiado el panorama en 10 años, todo el dinero público invertido en la formación de investigadores está siendo aprovechado por otros países que afortunadamente les ofrecen la posibilidad a los investigadores de desarrollar su carrera profesional”. En su opinión la falta de interés en la investigación se debe a que habitualmente sus frutos son a medio y largo plazo.

Este joven barcelonés considera que “en México existe una oportunidad inmensa para la creación de negocios, y no hablo de constituir una gran empresa, sino de abrir cualquier tipo de tienda, restaurante o taller. En 48 horas puedes abrir tu negocio, sin tanta burocracia y con una inversión económica mucho menor”.

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