La mejor médico de familia del mundo, según la organización mundial de la medicina de familia, se llama Verónica Casado y ejerce en Valladolid, donde pronto cumplirá 30 años de profesión y docencia. Casado destacó como clave del éxito la vocación, los conocimientos y habilidades pero también grandes dosis de “humanismo, de profesionalidad, de ética, de buena comunicación”.