La Fiscalía archivó las investigaciones sobre el Rey Juan Carlos I, quien mostró su intención de regresar a España pero sólo de visita, al entender que no hubo delitos -por los vagos indicios o por la inviolabilidad durante su reinado- o que habían prescrito. A pesar de ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le instó a dar explicaciones.