El Centro Español de Maldonado fue el anfitrión el primer martes de marzo de la reunión de delegados de la Federación de Instituciones Españolas del Uruguay (FIEU), preparatoria de la que será la asamblea general ordinaria que tendrá lugar a fin de mes en el Club Español de Montevideo.
Presidida por Jorge Torres, la FIEU trasladó su mesa representativa a la tierra de su vicepresidente, el alcalde de Punta del Este, Javier Carballal, presidente del Centro Español de Maldonado, donde el aroma de una paella abría el apetito de la veintena de delegados y directivos que allí se reunieron tras visitar la muestra que recuerda la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano.

Torres explicó a los asistentes que la Federación “intenta volver a retomar de a poco la actividad presencial”, asegurando que “nos sentimos contentos por la cantidad de delegados que se hicieron presentes” teniendo en cuenta que es a más de cien kilómetros de Montevideo.
Asimismo, excusó la presencia de las autoridades de la Embajada española que avisaron no podrían concurrir, pero saludó a tres representantes locales, el alcalde de Maldonado, Andrés Rapetti, el subdirector de Cultura de la Intendencia de Maldonado, Fernando Cairo, y el jefe de bomberos local, Sebastián Camejo, quienes protagonizaron durante la asamblea una instancia que permitirá desarrollar la relación entre España y la costa atlántica del Uruguay.
Es que, desde hace más de cinco años en una reunión del CRE en el Centro Español de Maldonado, los vecinos españoles pusieron de manifiesto el abandono de la plaza Rosalía de Castro en la capital del departamento, guante que fue recibido por el consejero Miguel Pérez y el vicepresidente de la Federación, en aquel momento alcalde suplente de Punta del Este, quien comenzó a realizar gestiones para que el municipio tomara cartas en el asunto.
Así es como se llega a la instancia en la asamblea de la FIEU, donde el jefe de bomberos, Sebastián Camejo, recibe los pabellones para que sea su unidad radicada frente a la plaza de Rosalía, la encargada de izar las banderas de Uruguay, España y Galicia, todos los días.

Por otra parte, el Centro Español de Maldonado compró los mármoles necesarios para acondicionar la plaza, y se ha comprometido el alcalde Andrés Rapetti de ejecutar este año la tan reclamada remodelación de la plaza que sin dudas es el orgullo de toda la colectividad español y gallega en particular de esta zona.
Por su parte, la FIEU se ha comprometido a acercar a la Embajada española el interés que mostró el subdirector de cultura municipal, Fernando Cairo, para realizar actividades culturales en todo el departamento de Maldonado.
Por otra parte, en la asamblea los delegados fueron informados por la directiva de la FIEU de las actuaciones durante la temporada estival, al tiempo que llamaron para la asamblea general ordinaria para finales del mes de marzo.

Torres felicitó a las instituciones que han aportado su solidaridad con los más necesitados en esta crisis económica, y aún lo siguen haciendo, como el Hogar Español de Mercedes, la Ecicu-Identidad Guanche, y al Club Villa Española, que distribuyen alimentos, ropas y elementos sanitarios.
También felicitaron al Club Villa Española que logró ascender a primera división del fútbol profesional uruguayo, volviendo al circulo de privilegio al tiempo que consolida su Estadio Obdulio Varela con capacidad para ocho mil espectadores.
Por último, se recordó a los españoles fallecidos en los últimos meses, algunos afectados por el coronavirus y luego del minuto de silencio todos los asistentes compartieron una paella con la que los directivos del Centro Español de Maldonado agasajaron a los presentes.
Una situación muy complicada
Finalmente consultamos al presidente de la FIEU por la situación que atraviesan las instituciones españolas en todo el país, aseguró que “es muy complicado, y si bien hay perspectivas que las autonomías ayuden en algo, pero el cierre de las actividades sociales que permitían recoger recursos económicos a las instituciones ha llevado a un declive general de las mismas”. Expresó también que algunas instituciones están a punto de cerrar definitivamente y están “esperando por algún mecenas que las ayude a salir adelante”.