La FIEC pide a los grupos en el Congreso que activen de forma inmediata las acciones parlamentarias necesarias para eliminar el voto rogado

Exige reformar la Loreg y volver al espíritu anterior a los cambios de 2011 manteniendo los aspectos positivos de la actual / También aboga por ampliar el uso de medios electrónicos para facilitar el procedimiento

La Federació Internacional d’Entitats Catalanes (FIEC) ha enviado una carta a los diferentes grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados en la que reclama que “activen de forma inmediata las acciones parlamentarias necesarias para reformar la Loreg en aquellos artículos y aspectos que han causado el desastre de participación en todos los procesos electorales desde 2011”. Esta reforma, señalan, “debería eliminar el voto rogado” y retomar los principios de la normativa anterior a 2011 aunque manteniendo los aspectos positivos introducidos a partir de aquella reforma (como el depósito del voto en urnas instaladas en consulados y embajadas).

Además, los cambios también deberían avanzar “hacia un sistema de voto electrónico que las nuevas tecnologías permiten”. Aunque, más que de hablar del voto electrónico “nosotros creemos que es mejor hablar de facilidades electrónicas en el voto (poder descargar papeletas de voto, certificados censales, etc.). Algo que puede solucionar esta injusta privación de derechos democráticos que sufrimos los catalanes residentes en el exterior”, señalan desde FIEC.

La FIEC recuerda que en 2020 o 2021 deben celebrarse elecciones al Parlament de Catalunya y que a 1 de abril de 2020 hay 250.218 catalanes inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). El número de censados respecto a los anteriores comicios autonómicos catalanes celebrados en 2017 ha aumentado en cerca de 24.000. Por este motivo esperan que “pueda alcanzarse, en plazos razonables, un resultado positivo para los intereses del voto exterior”.

En la carta enviada por la FIEC se indica que desde la entrada en vigor de la nueva regulación del voto exterior se ha constatado que los principales obstáculos a la participación política de los ciudadanos españoles residentes en el extranjero, además del voto rogado, son la escasez de los plazos previstos en la Loreg y los problemas con los servicios de correos extranjeros. “Los acuerdos entre Correos de España y los servicios de correos de la mayoría de países no funcionan y la documentación electoral es tratada como publicidad comercial y distribuida de manera errática y con retrasos inauditos”, afirman.

Además, indican que el acceso a la nacionalidad establecido en la Ley de memoria histórica provocó un incremento exponencial del CERA pero que “un porcentaje elevado de casos estas personas manifiestan una gran lejanía de la política catalana o española que hará difícil que nunca lleguen a votar”. Esto implica que los porcentajes de participación de los ciudadanos en el exterior, a juicio de la FIEC, “deben relativizarse”.

También afirman que “los votos emitidos durante la prórroga de dos días que la Junta Electoral Central tiene por costumbre disponer en cada proceso electoral muy difícilmente llegan a tiempo para el recuento final y son desgraciadamente votos perdidos en la mayoría de los casos”.

En definitiva, la FIEC indica que los problemas de la actual regulación del voto exterior ya han sido expuestos en varias ocasiones y lamenta que “el debate sobre la reforma de la LOREG y la derogación del voto rogado siempre llega al Congreso de los Diputados cuando las legislaturas están tocando a su fin”. Recuerda también que es la propia Constitución la que recoge la obligación del Estado de facilitar el ejercicio del derecho al sufragio a los españoles que se encuentren fuera del territorio de España.

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