El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó por todo lo alto el pasado 20 de mayo la Estrategia España 2050, un documento de casi 700 páginas elaborado en su mayoría por profesores universitarios que pretende ser una guía sobre cómo afrontar los cambios y oportunidades de la sociedad española en los próximo 30 años.
Esta Estrategia asume que España seguirá acogiendo a cientos de miles de inmigrantes en ese periodo, en concreto que el saldo migratorio –salidas menos entradas de población– será positivo en “unas 191.000 personas al año de aquí a 2050”.
Esta circunstancia servirá para mitigar el desafío demográfico que afecta a España “en el corto y medio plazo, pero no lo resolverá en el largo plazo”.
También se indica en el documento que para limitar la reducción de la fuerza de trabajo que sufrirá el país este saldo tendría que ser mayor. “Si conseguimos un saldo migratorio anual del orden de 255.000 personas, la caída de la población en edad de trabajar sería de 1,8 millones de personas (en lugar de los 3,7 millones proyectados en un escenario con un balance migratorio de 191.000)”, se indica en la Estrategia.
Una de las medidas que se citan es la de fomentar “los centros de excelencia de referencia internacional, que faciliten el retorno y la retención del talento nacional”.
En la Estrategia no aparece ninguna otra referencia al fomento del retorno de los españoles en el exterior como medida para paliar el problema demográfico.
