La crisis del coronavirus llevó a la economía española a registrar en 2020 un descenso histórico del PIB del 11%, pese a que en el cuarto trimestre del año consiguió mantener cifras positivas, con un crecimiento trimestral del 0,4%. Se trata de la mayor contracción anual de la serie estadística y habría que remontarse a la Guerra Civil para ver algo igual. La caída acaba también con seis años consecutivos de crecimiento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE). La demanda nacional (consumo e inversión) acaparó 9 de los 11 puntos de la contracción en un año marcado por el confinamiento severo del segundo trimestre y 1,9 puntos la demanda externa (exportaciones e importaciones).
El impacto de la pandemia en el mercado laboral en 2020 supuso la destrucción de 622.600 empleos y elevó 2,35 puntos la tasa de paro, hasta el 16,1%, con 527.900 desempleados más, según los datos del cuatro trimestre de la Encuesta de Población Activa. Son los peores datos anuales de la EPA desde el año 2012.
Por último, cabe reseñar que el Gobierno logró aprobar en el Congreso el decreto sobre los fondos de la UE gracias al apoyo de Bildu y la abstención de Vox, frente al rechazo de los socios habituales del Ejecutivo y del PP y Ciudadanos.
