El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León registró un crecimiento interanual del 3,1% en el tercer trimestre de 2018, tres décimas menos que en el trimestre anterior. La variación intertrimestral se sitúa en 0,1% en este periodo (1,2% en el precedente).
La consejera de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, Pilar del Olmo, explicó que todos los sectores están en positivo, especialmente el primario, aunque sólo repunta la construcción, que pasó del 2,7 al 2,9% por un especial dinamismo en la edificación no residencial y en la obra civil; y se registró una caída de las exportaciones que no obstante evidencia “el buen pulso de la economía” regional.
“La economía de Castilla y León crece seis décimas más que las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) para España”, un 1,7 más que las previsiones para la zona euro y un 1,9 más que las estimaciones para la Unión Europea, concretó la consejera en la presentación de los datos de la Contabilidad Regional de Castilla y León correspondientes al tercer trimestre, quien añadió que la Comunidad mantendrá las previsiones crecimiento del 2,7% del PIB en 2018, ya que la media es del 3,1.
El sector exterior presentó una aportación negativa de tres décimas al crecimiento del PIB del tercer trimestre y Del Olmo explicó que se han observado fuertes caídas en las ventas de coches, sobre todo en las de los diesel, pero puede “que también en los de gasolina”, que atribuyó a la política energética del Gobierno central.
Desde la perspectiva de la oferta, en el tercer trimestre se produjo un mayor crecimiento del valor añadido bruto a la economía regional del sector de la construcción y una desaceleración en el del resto de los sectores productivos en este periodo.
En cuanto al empleo, la consejera indicó que se crea “pero a un ritmo más lento que en el trimestre anterior”, pues se registraron 5.377 nuevos empleos medidos en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo lo que representa un incremento del 0,5% frente al 1,3% de abril a junio.
Desde el punto de vista de la demanda, se mantiene la aportación de la interna al crecimiento del PIB (3,4 puntos) donde destaca especialmente la contribución negativa del sector exterior que ha pasado de 0 a -0,3 puntos porcentuales entre julio y septiembre por el descenso del 0,2% de las exportaciones totales (+1,3% en el anterior) y un crecimiento inferior de las importaciones totales que se han quedado en el 0,1% frente al 1,2% del trimestre preferente. Por su parte, el gasto en consumo final se incrementó el 2,9% en el tercer trimestre, una décima menos que en el segundo, por un menor crecimiento del gasto del consumo final de los hogares (2,8% y 3%, respectivamente) y un repunte del gasto de las Administraciones Públicas, que pasa del 2,8 al 3,2%.