La décima entrega del especial ‘Historias de ida e volta’ se centra en el exilio gallego tras la guerra civil

Este proyecto web está realizado por el Consello da Cultura Galega en colaboración con la Secretaría Xeral da Emigración

Llegada de Castelao a La Habana en 1938. Foto del Arquivo da Emigración Galega.

La décima entrega del especial Historias de ida e volta, un proyecto web realizado por el Consello da Cultura Galega (CCG) en colaboración con la Secretaría Xeral da Emigración, sitúa el contexto histórico en la dura represión sufrida tras la Guerra Civil. Galicia queda bajo el control de los sublevados desde los primeros días de la contienda y el exilio fue la única salida para miles de gallegos que padecieron persecución y cárcel. El texto explica que “en América se encontraron con un amplio conjunto de redes sociales originadas y consolidadas por la emigración anterior a 1936. Aunque las políticas migratorias de los países no eran favorables a la llegada de los exiliados (excepto el caso de México), estas redes pudieron canalizar recursos económicos y facilitar los procesos de desplazamiento y su inserción socio-económica y cultural. A partir de 1946 van a ser posible nuevas salidas de exiliados o de sus familias, que además marchan forzados por la situación política y social, pero también para reunirse con los suyos”.

Una de las características de los exiliados fue su cualificación intelectual y técnica superior, que se pusieron al servicio de los países de acogida, trabajando en sus universidades y en el desarrollo de sectores clave de la economía como el industrial, energético, manufacturero o mecánico. Esto sin contar con los centenares de artistas, escritores o pintores que ingresaron en el mundo académico y cultural, sobre todo en México, Argentina, Uruguay y Estados Unidos.

La influencia de intelectuales gallegos asentados en Argentina, como Luís Seoane, Eduardo Blanco-Amor, Lorenzo Varela, Rafael Dieste entre otros, convirtió Buenos Aires en el principal referente de la cultura gallega en los 40 y 50; el incluso pasó en Uruguay con Lois Tobío y Manuel Meilán; en México con Florencio Delgado Gurriarán, Carlos Velo o Luís Soto; o en Estados Unidos con Emilio González López, José Rubia Barcia o Xosé Otero Espasandín, citando algunos de los casos más conocidos. Sin olvidar la presencia de los exiliados anónimos que se dedicaron a rehacer su vida y a garantizar su supervivencia material.

Junto a los materiales que documentan estos procesos, el especial contiene vínculos a otros recursos, entre ellos el congreso organizado por el CCG en 2001 para difundir el legado de estos hombres y mujeres, y publicó un diccionario biobibliográfico que recoge las biografías de los exiliados más reconocidas, pero también de los anónimos y las actas de las jornadas.

Todas las imágenes y documentos que se exponen forman parte del patrimonio fotográfico y documental que conserva el Arquivo da Emigración Galega, buena parte del cual procede de colecciones particulares que la ciudadanía ha donado a la institución, un proyecto que está permanentemente abierto.

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