La colectividad gallega de Argentina recibió con profundo pesar la noticia, el pasado lunes 11 de enero, del fallecimiento el día anterior, el domingo 10 de enero, de José López Pin, quien fue el impulsor original de la fusión de los cuatro centros provinciales que dieron origen al Centro Galicia de Buenos Aires.
“Hoy es uno de los días más tristes para toda la familia del Centro Galicia de Buenos Aires”, afirmó el presidente de la institución, José María Vila Alén, en un emotivo mensaje difundido en las redes sociales de la entidad, en el que calificó a López Pin como un “amigo entrañable y dirigente ejemplar”, y del que resaltó el importantísimo papel que desempeñó al impulsar la fusión de los centros Lucense, Coruñés, Pontevedrés y Orensano que dieron origen, el 25 de julio de 1979, a la que es hoy la institución gallega más grande de Argentina.
Nacido en la provincia de Lugo en 1937, José López Pin “fue impulso y fue vanguardia de la colectividad”, subrayó Vila Alén, y recordó que fue el recordado directivo, en una cena por el Día de Galicia cuando era presidente del Centro Lucense, quien propuso la unidad de los cuatro centros provinciales y llevó adelante las primeras reuniones a tal fin, labor que luego continuó Darío Lamazares, primer presidente de la institución.
Vila Alén destacó que en apenas dos años como presidente del Centro Lucense (cuya sede acoge en la actualidad el campo deportivo que tiene el Centro Galicia en la localidad de Olivos), López Pin “llevó adelante el relleno del hoy polideportivo y de las primeras canchas de tenis” y que fue durante su presidencia que se compraron las primeras tres de las cinco parcelas que conforman el sector Borges-Espora del campo de deportes.
El presidente del Centro Galicia resaltó que López Pin, junto a Javier Nogueiras, Manuel Reinoso y otros recordados referentes de la colectividad de aquellos años, fueron parte de “una generación brillante que nos enseñó y nos marcó el camino, que fundó una excepcional y virtuosa escuela de la que López Pin fue una luz con un brillo extraordinario que iluminó el recto sendero de la serenidad y la fortaleza infalibles”.
Ya finalizando su despedida “al amigo y al maestro”, Vila Alén recalcó la “deuda impagable” que tanto el Centro Galicia, como toda la colectividad gallega, tiene con López Pin, quien, afirmó, “no sólo fue un modelo de conducta, sino también de gestión y de patriotismo”, y concluyó: “Y, sobre todo, recordar que fue un ser de bondad y de una nobleza de dimensión infinita. El recuerdo, además de imperecedero, es de una profundidad tan intensa que lo sentimos presente. José López Pin no se ha ido, sigue con nosotros. Nos protege y nos guía. Descansa en paz, querido amigo”.
Mis condolencias a la familia de José López Pin, como nieto de Pedro López Pin de Valentín Alsina Lanús