Treinta socios de la Casa de Andalucía de Curitiba, entre ellos, andaluces, descendientes y simpatizantes de Andalucía, viajaron a esta Comunidad española para disfrutar de la Feria de Abril y conocer algunas de sus zonas. El viaje duró 20 días en los cuales pudieron visitar cinco provincias de Andalucía.
En Sevilla fueron recibidos por Jefe de Servicio de Relaciones con las Comunidades Andaluzas, Antonio Ramos Olivares, por el Asesor Técnico de Protocolo, Santos Prieto Ojeda, y el personal que está directamente relacionado con la Casa de Andalucía y trata de ayudarles a la distancia. Los socios vieron un vídeo institucional sobre el Palacio de San Telmo y pudieron visitar la que es sede del Gobierno andaluz. La presidenta de la Casa de Andalucía, Blanca Hernando Barco, fue obsequiada con una bandera de Andalucía para llevar a la institución que preside en Curitiba.
Durante su viaje, los socios estuvieron alojados en la Red de Albergues Juveniles de Andalucía, y según la presidenta de la Casa de Andalucía “quedamos maravillados con las instalaciones y con la atención, nos sentimos en casa. Son instalaciones sencillas pero muy apropiadas. Además, al hacer el convenio con nuestra entidad, nos salió a muy buen precio”.
EL objetivo del viaje era disfrutar de la Feria de Abril. Pocos de los socios conocían esa fiesta. Estuvieron cinco días en Sevilla, cinco días muy intensos. “Quien nunca había estado, no se creía que pudiera haber tanta alegría, tanta explosión de color, los vestidos, los caballos, los coches de caballos, las casetas… Impresionante”, señaló la presidenta de la entidad.
En Sevilla pudieron visitar el Real Alcázar, la Giralda, la Plaza España. Pero la visita obligada fue el Museo Arqueológico de Sevilla donde les esperaba una guía voluntaria, Pilar, que, con mucha ilusión, pues ella había vivido en los años 70 en Brasil, les explicó cada detalle de todas la piezas que allí se encuentran.
El recorrido no fue pequeño. En Córdoba visitaron la Mezquita y el Alcázar, en Granada la Alhambra, y el barrio del Albaicín, las cuevas del Sacromonte, el zoco, la Catedral. En Málaga, Gibralfaro, Ronda, Nerja, Frigiliana… esos pueblos blancos. Y ya para terminar la visita, el Monasterio de la Rábida, lugar donde Cristóbal Colón se alojaba durante su estancia en España y está impregnado de historia, seguido de Palos de la Frontera de donde partieron las carabelas a América. Para culminar un viaje tan rico en cultura, el grupo visitó la aldea de Ayamonte, para visitar el Rocío y así volver a Brasil con su bendición y con pilas cargadas para preparar la Fiesta del Rocío en Brasil que ya es tradicional en Curitiba.