La Casa de Andalucía de Curitiba conmemora los 30 años de su fundación

Desde 1992 ha sido el punto de encuentro de los andaluces y lugar donde mantener sus tradiciones y fomentar la cultura andaluza

La Casa de Andalucía de Curitiba conmemoró sus 30 años.

El 22 de marzo de 1992, un centenar de andaluces y españoles se reunieron para poner en marcha la Casa de Andalucía del Centro Español del Paraná.

El Centro Español siempre albergó a todos los españoles residentes en Curitiba (Brasil), pero el entonces cónsul honorario de España, Saturnino Hernando Gordo, explicó a la comunidad andaluza la importancia de tener una entidad reconocida por la Junta de Andalucía. Apoyados por la junta directiva del Centro Español del Paraná que había sido inaugurado en 1976, los presentes se organizaron y constituyeron la primera junta directiva, cuyo presidente fue José Luis Nucete Alarcón.

Durante estos 30 años la Casa de Andalucía ha sido el punto de encuentro de los andaluces y el lugar donde mantener sus tradiciones y fomentar la cultura andaluza. Con más de 200 socios, son la celebración de las fiestas típicas y el folclore las que la mantienen viva.

En 1992, la Casa recibió una réplica de la Virgen del Rocío y desde entonces la Fiesta del Rocío es una de las fiestas más esperadas del año entre la comunidad andaluza, española y brasileña. Acuden a ella más de 600 personas.

Otro momento importante de las actividades de la Casa es la participación del Grupo Luna de Sevilla en el Festival Folclórico de Paraná que se realiza todos los años celebrándose este año la 60ª edición. “Nuestro grupo participa desde hace 30 años en el Festival”, señala el director del Grupo, Aurelio Baggio.

Aurelio Baggio, Blanca Hernando y María del Carmen Pastor.

Pero en este 2022 la conmemoración del aniversario el pasado 22 de marzo tuvo varios significados importantes: los 30 años, la primera conmemoración después de dos años de pandemia y la ausencia del cónsul honorario, Saturnino Hernando, que falleció el pasado año dejando un hueco muy grande.

En su discurso, la presidenta, Blanca Hernando Barco, contó cómo surgió la Casa de Andalucía y no faltaron las lágrimas al recordar su padre, Saturnino, que fue un visionario con la creación de la entidad. Recordó que él quería que todas las comunidades estuvieran reunidas en el Centro Español para que con el tiempo no se perdieran. “Mi padre decía que la Casa de Andalucía tenía que ser el referente del folclore andaluz y del flamenco en Curitiba”, recuerda Blanca muy emocionada.

La presidenta del Centro Español, María del Carmen Pastor, hija de almeriense, también se emocionó al recordar su padre que también falleció el pasado año y de quien aprendió a amar Andalucía. “Esta es una celebración que tiene un significado muy especial para mí, pues con mucho orgullo soy hija de padre andaluz y al que extraño cada día”, afirmó.

El director del grupo Luna de Sevilla, Aurelio Baggio, agradeció a todos los integrantes presentes por su esfuerzo en mantener el grupo, incluso durante la pandemia, cuando las actividades siguieron por vía telemática contribuyendo a que la Casa no cerrara sus puertas.

La emoción no paró, todos los asistentes escucharon el Himno de Andalucía de la voz de Alejandro Sanz y en seguida el mensaje que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno envió a todos los Andaluces del exterior.

También se emocionaron hijos y nietos de fundadores que vieron la firma de sus padres y abuelos en el libro de actas. Lorena y Cayo Villapol que vieron la firma de su abuelo Antonio Villapol, conocido por todos ‘Antoñito el andaluz’. “Gracias a mi abuelo hoy formo parte del grupo de baile y de esta Casa. Él me traía a todas las fiestas y a todos los ensayos”, recuerda Lorena.

Cayo Villapol, Paloma Nucete, Lorena Villapol y Guillermo Molero Villapol.

Otra muy emocionada fue Paloma Nucete Hernando, hija de la actual presidente. “No consigo imaginarme sin formar parte de la Casa de Andalucía”. “Ver a mi padre, José Luis, el primer presidente, en la foto de la primera reunión y ver su firma en el libro fue muy fuerte. Pero más fuerte fue recordar a mi abuelo Saturnino que ya no está y que luchó tanto para la creación de esta Casa. Hoy estaría muy orgulloso de vernos conmemorando”.

La presidenta reconoce la dificultad que fue mantener las actividades de la entidad durante los dos años de pandemia, pero gracias a la colaboración de los socios, que no pararon de pagar la cuota, del director del Grupo Luna de Sevilla, que no dejó de dar clases ni un solo día, ya fuera de forma telemática o presenciales con las medidas de seguridad que se exigían, y de los directivos que organizaban actividades culturales vía on line hoy pudieron celebrar los 30 años de existencia.

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