La aparición de nuevos brotes de coronavirus en el territorio nacional y la apertura, el 21 de junio, de las fronteras con los países del espacio Schengen (26 países europeos, de los cuales 22 son estados miembros de la UE), salvo Portugal, han marcado los primeros días del periodo que el Gobierno de España calificó como ‘nueva normalidad’ tras haber abandonado el país, ese mismo día 21, el estado de alarma después de tres meses y una semana de confinamiento de la población para hacer frente a la epidemia de coronavirus que aún sigue siendo una amenaza.
Es una fase en la que se da por superada la peor etapa de la pandemia y que exige control y protección, tras frenar la transmisión comunitaria -que es la que propaga de manera exponencial el virus y que obligó a decretar confinamientos generalizados-, ante la aparición de nuevos brotes y la posibilidad de una segunda oleada, a la espera de un tratamiento terapéutico o una vacuna. Con ella se pretende, sobre todo, recuperar la actividad económica y aliviar las restricciones que han marcado la vida diaria de los ciudadanos.
Anteriormente, el día 19, los ciudadanos cántabros y vascos recuperaron la movilidad entre comunidades autónomas, incorporándose junto a los catalanes a la ‘nueva normalidad’ que había estrenado Galicia de forma pionera, el 15 de junio. El conjunto del Estado pudo gozar de los desplazamientos sin restricciones el día 21.
Medidas que se mantienen
Una ‘nueva normalidad’ en la se puede hacer casi todo, pero de otra manera, y en la que los españoles tienen que continuar utilizando mascarillas, deben mantener la distancia de seguridad y las medidas estrictas de higiene para prevenir el contagio, puesto que el coronavirus sigue circulando, pero en la que se flexibilizan los desplazamientos, las reuniones y otras actividades.
Las comunidades autónomas recuperaron sus competencias -ya que hasta ahora el mando único pertenecía al ministro de Sanidad, Salvador Illa- y elaboraron cada una su propia guía de normas para ir avanzando en esta nueva fase, regulando las medidas de control, como en el caso de los aforos en los establecimientos, que afectan también a las actividades de ocio nocturno, entre otros ámbitos.
El Gobierno central, por su parte, no ocultó su preocupación por el riesgo de rebrotes y decidió reforzar el Sistema Nacional de Salud con más recursos financieros. Durante una declaración institucional desde La Moncloa en la última jornada del estado de alarma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió al país que no baje la guardia en este nuevo periodo porque “el virus puede volver y puede sacudirnos de nuevo en una segunda ola, y hay que evitarlo a toda costa”.
40 brotes y 2 preocupantes
Precisamente, uno de los retos a los que se enfrenta el país es el peligro de los brotes, repuntes o rebrotes. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, desveló el 25 de junio que en las últimas semanas se han detectado 40 brotes de coronavirus en España, pero que “representen riesgo alrededor de 11 ó 12” y que “de verdad preocupen” dos: el de Málaga y el de Aragón.
Este último afecta a cuatro comarcas aragonesas, que retrocedieron a un equivalente a la fase 2, por el brote vinculado a trabajadores temporeros de la recogida de la fruta y en el que se han identificado 250 casos, la inmensa mayoría, un 95%, asintomáticos.
El otro es el de Málaga, detectado en un centro de acogida en el que se han diagnosticado ya 89 positivos.
A ellos se unen otros brotes familiares o comunitarios en Galicia, Cantabria y País Vasco, pero “son poquitos”, de poca envergadura y “algunos muy recientes”, además de otro en Castilla y León en el ámbito sanitario y los asociados a inmigrantes llegados en patera a Canarias, casi todos asintomáticos.
No obstante, Simón recalcó que “el hecho de que hablemos de brotes es una buena noticia: lo malo es que se nos pueden escapar” y, si eso ocurre, “alguno puede generar transmisión comunitaria”. “Se nos puede escapar alguno, aunque esperemos que no se nos escapen como se nos escapaban al principio”, añadió.
En cuanto a los focos en residencias, donde se considera brote cuando se da un solo caso y no tres casos como en el resto de situaciones, el epidemiólogo valoró el esfuerzo de las comunidades por tratar de blindarlas.
El riesgo ahora está en si con la apertura de las fronteras empiezan a entrar más casos importados que “no sean detectados a tiempo”. “Quizá todavía no porque no tenemos una entrada muy importante, pero en las próximas semanas tendremos que tener un cuidado muy particular con todos los viajeros”, alertó. “Sería inocente pensar que estamos completamente protegidos contra esto, tenemos que ser conscientes de lo que puede sucedernos porque en otros países ha sucedido”, zanjó.
Control de vuelos desde el extranjero
En este sentido, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció el 19 de junio las tres principales medidas a las que tienen que someterse las personas que llegan a España por mar o aire desde el pasado día 21, como parte del plan de refuerzo de Sanidad Exterior para la apertura de fronteras: rellenar un documento con información sanitaria, someterse a un control de temperatura y a un control visual. Según explicó el ministro, los equipos de Sanidad Exterior se reforzarán con un primer contingente de 100 personas, procedentes de empresas auxiliares y otras que prestan servicios en puertos y aeropuertos.
Illa recordó que las personas que lleguen a España se someterán a tres “controles primarios”. Por una parte, deberán rellenar el formulario de localización, la conocida como Passenger Location Card (PLC), que ya se usa en estos momentos. Esta incluye datos de localización e información sobre si ha pasado el Covid-19 y en qué circunstancias. También se seguirá realizando el control de temperatura. Finalmente, se efectuará un “control visual”, del que no se explicó su funcionamiento. Si uno de esos tres controles no es superado, un médico examinará a la persona y se la derivará a los servicios asistenciales de la comunidad autónoma.
En los últimos días, se conocieron varios casos importados de otros países por positivos en viajeros, como el de Murcia, donde tres pasajeros procedentes de Bolivia desataron un brote que suma alrededor de una veintena de infectados. Además, la Comunidad de Madrid ha detectado 32 personas con positivo en coronavirus en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en sólo un mes. Cinco han tenido que ser hospitalizadas.