La ACD Tordoia de Ginebra celebró una asamblea ordinaria para transmitir a sus socios varios puntos de vital importancia como la necesidad de la actualización de los estatutos de la sociedad y la aprobación de la directiva marcada por la presencia de mujeres. Aunque se trata de una asociación con casi 40 años de historia, el desgaste sufrido ha sido notorio en los últimos años. Tras perder la sede de la entidad en 2016, las actividades deportivas y folclóricas, principalmente, sufrieron un gran parón. Esta cadena continuada de acontecimientos derivó en la pérdida de socios y del grupo de música. Varios miembros de la entidad no tiraron la toalla y la mantuvieron a flote, pero no es hasta 2019 que Álvaro García Fernández de 24 años toma las riendas de la presidencia con su compañero en esta emprendedora aventura, el vicepresidente Juan Piñeiro de 37 años. Ambos, con mucho esfuerzo, ilusión y el apoyo de una sociedad entregada a esta nueva oportunidad, han conseguido proporcionar nuevos bríos y retomar las actividades principales del club como el grupo folclórico y el equipo de fútbol.
El fin de semana del 4 y 5 de junio celebraron una asamblea ordinaria en la que, además de aprobar la orden del día e informar sobre el estado de cuentas, transmitieron a los socios la necesidad de poner en marcha una actualización de los estatutos vigentes de la sociedad para que se adapten a las exigencias de las instituciones tanto suizas como españolas y poder, a su vez, optar a los beneficios contemplados en la Lei de Galeguidade de la Xunta de Galicia.
Por otro lado, se presentó a la nueva directiva donde la presencia de mujeres es mayoritaria: Álvaro García como presidente; Manuel Piñeiro como vicepresidente y responsable del equipo de fútbol; Patricia Coo como tesorera; Sandra Casarello como secretaria y Sara Martín como vocal y nueva responsable del grupo folclórico de la entidad, Aires de Torodoia.
Pepe Constenla, quien se comprometió a tomar las riendas del grupo durante un año, dejará su responsabilidad el próximo mes de septiembre orgulloso de dejar en manos de Sara la continuidad del mismo.
Sara Martín recoge el relevo con ilusión, consciente de que la falta de una sede física ha dificultado las ‘xuntanzas’ del grupo y espera que en el transcurso del año se puedan sanear estas carencias. De cara al futuro, desea poder crear un grupo de pandereteiras y reconoce que las clases magistrales, principalmente, en la percusión de Xosé Lois (Lucio), han sido de gran ayuda.
Este año el equipo de fútbol ha tenido como meta colocarse entre los seis primeros puestos de la liga para optar al ascenso, pero no ha sido posible. Manuel Piñeiro agradeció la ayuda de su compañero Chris al frente del equipo, el cual ha logrado que el trabajo fuese más llevadero y con resultados visibles. Intentarán reforzar la plantilla de cara al año que viene con cuatro jugadores más. Insistió también en la necesidad de seguir trabajando en el lavado de imagen del grupo dañada por cuestiones de antaño, lo cual dificulta la comunicación con los árbitros.
“Estamos en el buen camino, pero debemos continuar. El club dispone de una buena base, joven, la mayoría son gallegos y todos juntos luchan para conseguir el ascenso en la próxima temporada. Nos gustaría formar un equipo júnior y otro femenino. Necesitamos para ello la ayuda de la sociedad. Estamos contentos y agradecidos de haber ganado con la ayuda de Vázquez, nuestro socio y antiguo responsable del equipo, el premio Fair Play. Es un reconocimiento que fomenta una excelente conducta o actividad deportiva. Nos premiaron con 600 francos con los cuales pudimos comprar el material necesario para el equipo” aclaró Manuel Piñeiro.
Una de las principales claves para la directiva es ganar asociados. En septiembre llevarán a cabo una asamblea extraordinaria para aprobar o no los estatutos actualizados. Entretanto, la ACD Tordoia tiene continuidad con el espíritu emprendedor y ejemplar de una directiva cuya media está en los 28 años y que cuenta con el respaldo de la experiencia de sus socios. Para finalizar la asamblea, el grupo de la sociedad Aires de Tordoia ofreció un repertorio de lo más tradicional que dio paso a una comida de fraternidad.
