Jorge Torres Cantalapiedra y Vicenta González Ruiz fueron reelegidos por mayoría representantes de la colectividad española en Uruguay en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. Pero los miembros del CRE de la República Oriental expresaron su malestar por la pérdida de cinco consejeros en el CGCEE en representación de los españoles en América del Sur.
La elección se celebró el pasado 17 de febrero en la sede del Consulado español de Montevideo, bajo la dirección de la cónsul, María Victoria Scola Prego, delegada por la Embajada para realizar el proceso. En el acto también estuvo presente el consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de Argentina, Pedro Zarco Colón, debido a que el consejero en Uruguay, Vicente Pecino Medina, padece una afección médica que lo ha alejado del trabajo.
La votación fue secreta en una urna por parte de cada uno de los consejeros, quienes previamente habían escuchado a los colegas que presentaban su postulación dando las razones para ser electos.
Luego se realizó el escrutinio de los once sobres en los que cada consejero escribió dos nombres de los postulados, cuyo escrutinio arrojó un total de seis votos para Jorge Torres Cantalapiedra, la misma cantidad para Vicenta Gonzáles Ruiz, cinco votos para Beatriz Doldán Montes, cuatro para Eduardo Ríos Doldán y un voto para Adriana Fernández.
De esta forma fue elegido como consejero titular del CGCEE por Uruguay Jorge Torres Cantalapiedra y como suplente María Vicenta González Ruiz ya que, a pesar de tener la misma cantidad de votos, fue Torres quien en la última elección del CRE tuvo más votos que González.
Cabe destacar que Jorge Torres representa a Uruguay desde hace más de 20 años en las reuniones del CGCEE y en sus comisiones, y también Vicenta González ha asistido a numerosos plenos y fue la primera mujer de Uruguay en asistir a los mismos, lo que sin duda los delata como los de mayor experiencia del CRE en estas lides.
Consultado tras la elección, Torres indicó que continuarán luchando “por la derogación del voto rogado y la ley de nacionalidad”, agregando que “después todo lo que se pueda estar defendiendo por el camino para mantener y aumentar los derechos de los ciudadanos españoles en el exterior”.
Malestar por la pérdida de consejeros
Por otra parte, el consejero Miguel Pérez fue consultado acerca de la decisión de reducir en cinco consejeros generales los que representarán a América del Sur, puntualizando que “para el próximo Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior se cambiaron las normas de esta, en forma totalmente arbitraria e inconsulta”.
Tanto Torres como Pérez coincidieron en que “América del Sur es la zona del mundo más perjudicada en el número de consejeros que la representan, favoreciendo a Europa”, explicando Miguel Pérez que “en el caso de Uruguay, con casi 70.000 censados en nuestro consulado (erróneamente en los datos oficiales figuramos con 59.419), históricamente participábamos con dos consejeros y eran elegidos también dos suplentes, con el nuevo criterio solamente participaremos con un titular y un suplente”.
Aseveró que “no es ni lógico, ni justo que muchos CRE con menos de 2.000 españoles inscritos, (El Salvador 1.989, Polonia 1.722, Qatar 1.172) tengan la misma representación y cantidad de consejeros generales que nuestro país. Figuramos en el lugar 11 en el listado oficial del BOE de un total de 29 países, siendo cuartos en población española en América del Sur”.
La preocupación por esta situación llevó a Pérez a denunciar que “continuamos perdiendo derechos y ahora también representación. Se perdió el voto directo por correo, restricciones al acceso a la nacionalidad, menores presupuestos, pérdida de los viajes del Imserso y ahora la reducción de nuestra representación al Consejo para la lucha por nuestros derechos y la posibilidad de participar en un mayor número de comisiones”.
Reflexionó acerca de “cuál será la próxima perdida de derechos y cuál será la limitación en la participación”. Vale recordar que América del Sur tiene una población española envejecida, con problemas reales económicos y de salud por sobre otros problemas, explicaba Pérez quien también precisó que van a luchar por conseguir que se “facilite que los jóvenes puedan emigrar y encontrar mejores posibilidades en la tierra donde deberían haber nacido, si nuestros padres y abuelos no hubieran tenido que emigrar a tierras lejanas”.
La decepción de Torres y Pérez es mayúscula, ya que “estos y muchos otros temas deberán defenderse con una reducción de las personas encargadas de negociar y transmitirle a las autoridades y demás consejeros del mundo”.
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