El fallecimiento de un ciudadano africano dedicado a la venta ambulante de falsificaciones (un ‘mantero’) provocó durísimos enfrentamiento entre ese colectivo y antisistema y la policía tras correr el rumor -alentado por miembros del gobierno local de Podemos, con la polémica consecuente- de que murió por una persecución cuando fue por causas naturales.