Con motivo del centenario de su fundación, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires homenajeó el pasado martes 8 de noviembre a la Asociación Benéfica Cultural del Partido de Corcubión con el descubrimiento de una placa conmemorativa en la entrada de su sede social de la calle Venezuela de la capital argentina.
Un centenar de personas concurrieron al acto de descubrimiento de la placa, que contó con las destacadas presencias del cónsul general de España en Buenos Aires, Fernando García Casas; el consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de la Embajada de España en Argentina, Pedro Zarco Colón; la presidenta del Consejo de Residentes Españoles de Buenos Aires, Susana Carbia Espiño, y diversas autoridades de centros de la colectividad gallega y española en general.
El reconocimiento a la ABC de Corcubión fue un proyecto impulsado por la legisladora porteña Cecilia Ferrero, contó con la aprobación unánime de todo el cuerpo legislativo, y encuentra a la centenaria entidad en pleno apogeo, ya que además de contar con un espectacular recreo en el partido de Vicente López, que cuenta con modernas instalaciones deportivas, actualmente también está encarando la remodelación de las instalaciones del primer piso de su sede social con el objetivo de aumentar al espacio disponible para poder brindar más servicios a sus socios.
Según consta en el proyecto impulsado por la legisladora Ferrero, la ABC de Corcubión, a la que definió como una “histórica e importante institución gallega en nuestra ciudad”, es un ejemplo cabal de la labor fundamental que este tipo de entidades realizaron en la primera mitad del siglo XX para acoger y ayudar a los cientos de miles de emigrantes gallegos que llegaban al puerto de Buenos Aires con el objetivo de lograr una vida mejor a la que en ese momento podía brindarles España.
En la fundamentación del proyecto, Ferrero destaca que históricamente, Buenos Aires ha sido el más importante de los destinos de la emigración gallega a nivel mundial y que la masa anónima de emigrantes de dicho origen fue la que más decisivamente contribuyó a la construcción de la Argentina moderna: nada menos que 1.100.000 entre los años 1857 y 1960: “Si bien se asentaron de manera preferente en la ciudad de Buenos Aires y su periferia, gallegos hubo y hay en todas partes, a lo largo y a lo ancho del vasto territorio nacional, y su sangre corre por las venas de millones de argentinos”.
Asimismo, resalta el papel desempeñado por las numerosas entidades gallegas fundadas por la colectividad: sólo en la capital argentina surgieron, entre 1904 y 1936, no menos de 327 sociedades gallegas, en su enorme mayoría de tipo micro territorial, que desde sus comienzos –además del socorro mutuo para sus miembros– incluyeron entre sus objetivos la coordinación de esfuerzos para llevar a cabo iniciativas diversas en el país de origen. “La construcción de más de 300 escuelas, dotadas y/o mantenidas en Galicia gracias a la financiación de las sociedades étnicas galaicas creadas en el continente americano, ha sido sin duda uno de los logros más hermosos de la emigración gallega”, recalcó.
El acto se inició con la entonación de los himnos de Argentina, España y Galicia (este último interpretado por el Grupo Alborada de la ABC), y a continuación algunas de las autoridades presentes, todas ellas recibidas por el presidente de la institución, Carlos Ameijeiras, pronunciaron discursos muy emotivos, recordando a aquellos emigrantes que han fundado y construido a lo largo de los años esta asociación que aglutina a ocho ayuntamientos de la Costa da Morte, en A Coruña.
Cabe destacar que, durante su intervención, el cónsul general de España en Buenos Aires, luego de felicitar a la asociación y a sus socios, efectuó una positiva valoración de la Ley de Memoria Democrática, también conocida como ‘Ley de Nietos’, manifestando que permitirá, con la incorporación de nuevos españoles a la nacionalidad, seguir construyendo más hispanidad en el trabajo diario de las entidades de la colectividad.
Directivos de algunas de las entidades presentes entregaron a Ameijeiras sendas placas recordatorias y, después de que el Grupo Alborada interpretó un par de temas típicos con canto y baile, finalizó el capítulo musical con un pasodoble que bailaron todas las autoridades presentes, invitadas a la pista por los integrantes del cuerpo de baile. Ya entrada la noche, el acto culminó con un vino de honor en el que toda la concurrencia levantó sus copas y brindó por cien años más de una de las entidades gallegas más importantes de Argentina.
Excelente iniciativa muy merecida por la asociación a lo largo de un siglo
excelente institución y formada por un equipo de trabajo