Herrero se muestra “totalmente convencido del papel que desempeñan y pueden desempeñar en el futuro” las entidades

Destaca su función de dinamizadoras y su labor de intermediación cultural y política

Asunción Merino, María Antonia Rabanillo, José Manuel Herrero y Juan Andrés Blanco, en la mesa redonda centrada en el asociacionismo de los emigrantes de Castilla y León.
José Manuel Herrero con los ganadores del V Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa que expusieron sus trabajos.

El secretario general de la Consejería de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, José Manuel Herrero, participó el pasado 1 de junio en la última sesión del Congreso Internacional ‘El asociacionismo español de una emigración diferenciada’, que se celebró desde el 30 de mayo en el centro de la UNED en Zamora. En su intervención, se refirió a los desafíos del asociacionismo migrante y analizó los retos a los que tanto la Administración como las asociaciones castellanas y leonesas en el exterior se enfrentarán en los próximos años.

El responsable de la atención a los ciudadanos residentes fuera de la Comunidad comenzó su participación señalando la importancia que han tenido y siguen teniendo las comunidades castellanas y leonesas en el exterior, puesto que “han contribuido a atender muchas necesidades de nuestros ciudadanos en el exterior, así como a mantener la identidad del pasado mediante la conservación y recuperación de las tradiciones”.

Sin perjuicio de ello, quiso señalar que, “sin duda, es el momento de dar un paso más, debiéndose poner el foco de actuación en los jóvenes migrantes, quienes tienen un perfil como emigrantes completamente diferente a los de los siglos XIX y XX, por la mayor distancia generacional con sus orígenes castellanos y leoneses, al ser muchos de ellos nacidos fuera de Castilla y León, o por ser jóvenes que salen de la Comunidad con un espíritu más temporal y transitorio, con otra forma de relacionarse y por unas motivaciones que nada tienen que ver con las de los antiguos emigrantes”.

Relevo generacional

José Manuel Herrero también subrayó la necesidad de que las asociaciones existentes abran sus directivas a los jóvenes, dándoles capacidad de decisión y abordando el estudio de actuaciones conjuntas o incluso fusiones en los territorios en los que exista más de una asociación de Castilla y León.

Precisamente, el secretario general señaló como dificultades y retos del asociacionismo la falta de renovación generacional, además de ampliar el papel que cumplen como dinamizadores y con una labor de intermediación cultural y política; así como aprovechar las nuevas tecnologías de la comunicación. Todo ello sin olvidar el pasado y la apuesta por recuperar la memoria de la emigración y de las entidades.

Herrero se definió como un “total convencido del papel que desempeñan y pueden desempeñar en el futuro” las asociaciones en el exterior. Y puso como ejemplo la gran colaboración de las entidades en Cuba con el Ejecutivo autonómico para optimizar sus programas de carácter socio-asistencial. En este sentido, apostó por mejorar la coordinación a través de las federaciones de centros, citando como fundamental el papel de las asociaciones como interlocutores con la Administración, puesto que en muchos países les cuesta llegar a la colectividad si no hay casas que cumplan esa función.

Líneas de actuación

Por último, el secretario general de la Presidencia destacó que, en esta última legislatura, la Junta de Castilla y León ha mantenido y, en su caso, abierto distintas líneas de actuación con el objetivo de recuperar la memoria de la emigración, dinamizar a las comunidades castellanas y leonesas y adaptarse a las necesidades de los jóvenes en el exterior.

En este sentido, se puede destacar respecto a la primera de las líneas, la colaboración con la UNED en actuaciones como la convocatoria de becas para la realización de estudios de la emigración o la convocatoria anual del Premio Memoria de la Emigración. Respecto a la segunda de las líneas, la Junta colabora con las comunidades castellanas y leonesas no solo mediante la concesión anual de subvenciones, sino también dándolas visibilidad y abriendo la participación de las mismas en los grupos de trabajo de emigración del Consejo de Políticas Demográficas.

Jóvenes y retorno

Por último, respecto a los jóvenes castellanos y leoneses en el extranjero, son varias las políticas implementadas, destacando los programas de retorno temporal, las becas para la realización de másteres en Castilla y León y las ayudas dirigidas a facilitar el retorno y la integración de los retornados en la Comunidad, además de la posibilidad de los retornados de acceder como colectivo especial a las ayudas en materia de empleo y a las orientadas a la investigación.

Cabe recordar que en la actualidad, de acuerdo con los últimos datos estadísticos, son 176.649 los castellanos y leoneses residentes en el exterior, de los cuales 111.504 residen en América -destacando Argentina con casi 56.000- y 61.692 en Europa -destacando Francia, con más de 25.000-. Por otro lado, son 31 las comunidades castellanas y leonesas en el extranjero -29 casas y dos federaciones-, todas ellas en América.

El futuro de las entidades y la recuperación y protección de su legado

Entre el 30 de mayo y el 1 de junio se celebró el Congreso Internacional ‘El asociacionismo español de una emigración diferenciada’ en el centro de la UNED en Zamora, coordinado por el Centro de Estudios de la Emigración y que contó con la financiación de diferentes administraciones, entre ellas, la Junta de Castilla y León. En el Congreso participaron estudiosos de la emigración de reconocido prestigio internacional, tanto españoles como extranjeros, para fijar un panorama general del estado de la cuestión y los principales aspectos teóricos y metodológicos referidos a su estudio así como algunos de los más importantes representantes del asociacionismo castellano y leonés en el extranjero, como Sergio Rabanillo y María Antonia Rabanillo, esta última actual presidenta de la Colonia Zamorana en Cuba, de la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas y del Consejo de Residentes Españoles de aquel país.

El encuentro abordó aspectos como la importancia de este asociacionismo, su evolución y modalidades, el papel jugado en los procesos de identidad, la incidencia de la comunidad española y su integración en los países receptores, su vinculación con los lugares de origen, y las características actuales del asociacionismo de la emigración española. Pero los temas principales durante todas las sesiones fueron el futuro de las entidades y la recuperación y protección de su legado.

La apertura oficial del Congreso corrió a cargo del diputado de Cultura, Educación, Deportes y Emigración de la Diputación de Zamora, José Luis Bermúdez, y el director del Centro Asociado de la UNED de Zamora, Juan Andrés Blanco; mientras que la ponencia inaugural correspondió al catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela Xosé Manoel Núñez Seixas, quien afirmó que la emigración y el asociacionismo emigrante sigue siendo un tema vigente, pero debemos “plantearnos nuevas preguntas y no continuar estudiándolo como hace veinte años”. Respecto a los nuevos migrantes, Núñez Seixas señaló que “sus formas de comunicación son distintas, más inmediatas. Se mueven en las redes sociales y van y vienen a sus comunidades de origen con más frecuencia y ahora el desarraigo es menor”, apuntó.

El Congreso contó con sesiones centradas en Cuba, Argentina, Brasil y Estados Unidos además de las experiencias desde las asociaciones e instituciones y las iniciativas por la recuperación, conservación y difusión del patrimonio y la memoria de la emigración. Y terminó con la presentación de la publicación del V Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa, además de recordar la convocatoria abierta hasta el 9 de septiembre de la sexta edición, y una mesa redonda centrada en Castilla y León. Sergio Rabanillo, de la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas de Cuba, explicó el singular desarrollo de dicho asociacionismo en ese dicho país, desde los años 50 -la “época feliz” de las agrupaciones, que “se autofinanciaban”- hasta hoy, fijando la recuperación en los 90, pasando las sociedades castellanas y leonesas “de la extinción a estar en la vanguardia de las españolas”.

Por su parte, María Antonia Rabanillo destacó el amor de los socios a sus entidades como motor de éstas y apuntó a un relevo generacional acompañado de oportunidades para los jóvenes que eviten su marcha del país.

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