La última jornada en Montevideo de la directora general de Emigración y Política de Retorno del Principado de Asturias, Olaya Gómez Romano, y de la presidenta del Consejo de Comunidades Asturianas, María Antonia Fernández Felgueroso, permitió que se entrevistaran con el embajador Santiago Jiménez, al tiempo que también visitaron la Fundación Ramón Rubial, donde fueron informadas de los requerimientos que a diario reciben de descendientes españoles que llegan a pedir ayuda para encontrar la documentación de sus ancestros para solicitar la nacionalidad.
Por la tardecita primaveral, que afortunadamente se presentó con cielo despejado y sin viento, fue nuevamente la sede Prado del Centro Asturiano Casa de Asturias, el lugar que acogió el encuentro de las visitantes, pero ya con un objetivo distinto al de la víspera, apuntando en esta oportunidad a los jóvenes.
Así fue como Romano explicó el propósito y los beneficios de estas políticas del Gobierno asturiano a quienes van dirigidas, al tiempo que señaló las posibilidades laborales que actualmente se encuentran en Asturias.
Puntualmente, un padre asturiano que hace unos veinte años se radicó en Uruguay, confesó estar emocionado y casi no podía preguntar. Es que su hijo de 17 años está interesado en hacer un curso de formación profesional en Asturias. “Tengo una hija y un hijo, y mi hija es bien uruguaya, latinoamericana, pero mi hijo es asturiano y quiere estudiar allá”, definió con la voz quebrada su situación que, si bien ve con buenos ojos que vaya a estudiar a su tierra, la emigración también agobia.
También los integrantes del grupo Les Madreñes de música y danza asturiana, que fue fundado en la institución hace treinta años, tiene como propósito viajar en enero del 2026 a Asturias, porque “muchos no la conocen y, además, queremos mostrar el arte que nosotros hacemos aquí”, aseguraron inflamados del entusiasmo que tienen por este viaje al que le están dedicando desde hace meses la venta de rifas, comidas y hasta merchandising de su grupo y la institución como tazas, pañuelos, camisetas, etc. destinados a recaudar el dinero necesario para el viaje.
Luego de atender preguntas y conocer la realidad que exponían los jóvenes, la directora general se marchó con varias anotaciones y deberes a cumplir.
En diálogo con España Exterior Romano aprovechó para “agradecer el recibimiento”. “Tenía muchas expectativas con la comunidad aquí porque el Centro Asturiano Casa de Asturias del Uruguay es muy activo y del que ya conocía su capacidad de movilización, pero me ha sorprendido muy gratamente y lo primero es agradecer a la colectividad”, añadió.
En segundo lugar, indicó que “lo que me llevo es esa buena sensación con la cantidad de jóvenes que hay y con las buenas propuestas que nos han planteado, en concreto esta de viajar a Asturias que me emociona muchísimo porque precisamente es lo que intentamos: que esos lazos se refuercen y se mantengan hasta tal punto que haya gente que esté dos años trabajando y montando iniciativas con tal de poder conocer Asturias”.
Acerca de los deberes que se lleva, puntualizó que “la sensación que me llevo es de seguir trabajando porque de verdad vemos que el trabajo merece la pena y que es bien recibido porque tenemos respuesta positiva de la comunidad que nos ayuda. Nosotros las políticas no las entendemos como algo unidireccional, sino que necesitamos de la ayuda de la gente a las que van dirigidas, orientándonos, que nos hagan crítica constructiva y, sobre todo, que nos ayuden a mejorar, y en ese sentido nos vamos con muy buenas ideas y propuestas para estudiar”.
Le explicamos que en esta institución cada vez que estamos en ella vemos que hay una salpicadura de la asturianía que empapó a gente que no tienen nada que ver con Asturias, que están bailando y se preocupan por conocer su cultura. “Es muy interesante eso, por eso también he querido agradecerlo hoy en la reunión. Estos días hemos visto como gente se acercaba al centro no siendo asturianos, pero atraídos por la cultura de Asturias, y yo creo que ahí reside también la importancia y la magia del trabajo de los centros asturianos”, señaló.
Finalmente confesó que “yo tenía bien claro que quería venir acá porque la imagen que te llevas del trabajo del Centro no es la misma cuando lo has podido conocer, cuando has podido estar cerca, que la que podemos tener desde el Principado. Y, en ese sentido, es sorprendente y muy gratificante que personas que no tienen a priori vinculación con Asturias estén tan implicadas en nuestra Comunidad”, calificándolo de “algo muy positivo y enriquecedor”.