El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, firmó el pasado 27 de julio una memoria de entendimiento con el ministro principal del País de Gales, Carwyn Jones, para sellar la voluntad de colaboración de las dos comunidades en materia económica, educativa y cultural, sociosanitaria y pesquera, ante las incertidumbres que presenta el proceso de separación del Reino Unido de la Unión Europea.
Feijóo hizo referencia al enlace histórico entre ambos territorios, cimentada a través del comercio atlántico. “Con esta memoria de entendimiento, los lazos históricos entre nuestros dos pueblos se transforman en una voluntad de afrontar unidos los retos que nuestros pueblos tienen en común en este momento”, afirmó.
Esto viene precedido de la reunión que mantuvieron en la capital de Gales las regiones periféricas y marítimas de Europa -con la presencia del presidente de la Xunta-, en la que se firmó la Declaración de Cardiff, que marca la posición de estos territorios ante las negociaciones del brexit. “Con ese documento se constata que las regiones europeas no nos limitaríamos a ser espectadores pasivos de las negociaciones: nuestro deber es defender los intereses de nuestros ciudadanos y garantizar que la separación no se salde con un fracaso para todos”, resumió Feijóo.
En el ámbito económico, el presidente de la Xunta informó de que, como primer paso dentro de la cooperación a la que se comprometen Galicia y Gales, el ministro principal visitó Televés y la primera incubadora de proyectos de investigación farmacéuticos, desarrollada por la Fundación Kaertor de Ángel Carracedo y Mabel Loza y la farmacéutica Janssen. En el ámbito social, Feijóo recordó las similares características demográficas e indicó que la memoria prevé cooperar en materia sanitaria y en medidas que favorezcan un envejecimiento activo.
El memorándum también contempla intensificar los lazos educativos y culturales, fomentando los intercambios entre los profesionales de ambas comunidades. En esta línea, Carwyn Jones recordó que en la universidad galesa de Bangor ya existe una cátedra de lengua gallega.
El presidente de la Xunta hizo especial hincapié en el sector marítimo-pesquero, en el que Galicia y Gales comparten desafíos semejantes. En la Comunidad, una ruptura total de las negociaciones -el conocido como brexit duro- podría afectar a unos 110 buques, 96 empresas y 1.700 tripulantes.
Galicia lleva trabajando para minimizar el impacto del brexit sobre la economía pesquera desde el mismo 23 de julio de 2016 en el que se votó en referéndum: se elaboraron dos informes académicos para evaluar su impacto económico y se trasladó la preocupación del sector a todas las instancias europeas, además de convertirse en la primera región que firmó la declaración en favor de las comunidades pesqueras. “La política pesquera no debe ser un anexo o una moneda de cambio más en las negociaciones del brexit, sino que debe tener un apartado especial, dado el impacto económico y social que puede tener en Europa, y muy concretamente en las regiones atlánticas”, resumió.
Feijóo recordó que la gestión conjunta de los recursos pesqueros no fue una imposición de la Unión Europea, sino el reconocimiento de lo que era y sigue siendo una realidad en la naturaleza y en la práctica pesquera. “Levantar barreras en los caladeros supondría reescribir la Historia, torciendo además las líneas sobre las que se escribirá el futuro”, indicó.