Más de un año después de haber ganado las elecciones, Ramón Suárez asumió finalmente la presidencia del Centro Gallego de Buenos Aires el pasado viernes 29 de noviembre, concluyendo así la intervención a cargo del Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), que desde el 2012 había quedado a cargo de la gestión de la institución. Además de Suárez, participaron en el acto de asunción Raúl Olmos, titular del grupo BASA Salud (entidad a la que se le otorgó la concesión de la gestión del hospital del Centro Gallego por los próximos 30 años), el último interventor, Martín Moyano Barro, el veedor de cámara, Nicolás Serafini, dos funcionarios del Inaes y los integrantes de la nueva junta directiva electa.
En entrevista exclusiva con España Exterior, Suárez, quien resultó vencedor en las elecciones celebradas el 10 de septiembre de 2018 con el 67 por ciento de los votos, explicó que aún no está determinado si el término de cuatro años por el que fue elegido comenzaba a regir tras su asunción o luego del último acto electoral -“es una situación inédita”, afirmó-, y aclaró que, si bien se dio por finalizada la intervención, aún resta que dicha medida sea aprobaba y ratificada por la justicia argentina. Antes de firmar el acta, Suárez señaló que es la primera vez en la historia del Centro Gallego que la asunción de un nuevo presidente no se vive como un momento de júbilo: “Yo no sería honesto conmigo ni con los socios si dijese que hoy recibimos un Centro Gallego floreciente después de la intervención, porque hemos tenido que entregar en gerenciamiento la gestión el hospital ya que esa era la única posibilidad para que la institución siga existiendo. No había ninguna otra opción para subsistir que la venta o el gerenciamiento, porque era imposible que con los recursos que administraba la intervención hubiera otra salida. Hoy el Centro Gallego no está saneado y no está mejor que hace siete años, pero sí está normalizado institucionalmente”.
El flamante presidente criticó una vez más a la Xunta de Galicia y al Gobierno de España “por haber impulsado que se desplace al Centro Gallego del directorio de Ospaña a pesar de que una resolución del Ministerio de Salud argentino de marzo de 2018 había dictaminado su restitución”. “Tanto el Gobierno español como la Xunta peticionaron a través de un recurso que no fuéramos reincorporados a Ospaña, lo cual nos impide acceder a unos recursos económicos que nos permitirían afrontar con tranquilidad el futuro en cuanto a la preservación de nuestro histórico panteón del Cementerio de Chacarita y del riquísimo patrimonio cultural de la institución. Queremos que se respete nuestra historia, trayectoria y derechos que nos corresponden legalmente, porque Ospaña fue creada para ayudar económicamente al Centro Gallego”, resaltó a este medio.
En la misma tónica, acusó a la Xunta de no haber convocado al Centro Gallego al Pleno del Consello de Comunidades Galegas, que se celebra los días 3 y 4 de diciembre en Santiago de Compostela, más allá de que “históricamente la institución contaba con un lugar permanente en dicho organismo por la importancia histórica que esta entidad tiene para la diáspora gallega. Estamos muy decepcionados por la actuación de la Xunta en cuanto a nuestra institución”, resumió Suárez, quien de todas maneras se mostró dispuesto a normalizar las relaciones con el Gobierno gallego.
Respecto a los objetivos que se traza para su gestión, Suárez señaló que ante la falta de los recursos que les corresponderían de continuar integrando el directorio de Ospaña propondrá a todas las agrupaciones políticas del Centro Gallego, para su posterior tratamiento en asamblea de representantes, la reforma del Estatuto de la institución para que se pueda explotar comercialmente el Teatro Castelao. “Sería una buena manera de generar ingresos para la mutual, siempre dentro de la actividad cultural”, explicó.
Con esos recursos, afirmó, se podrá poner en las mejores condiciones posibles la biblioteca, la pinacoteca y el resto de obras de arte que son patrimonio de la centenaria institución, “porque nuestra misión es dejar bases solidas para que el paso de los gallegos por Argentina, simbolizado en muchos casos en las obras que fueron donadas al Centro Gallego de artistas como Castelao, Laxeiro, Seoane y tantos otros permanezcan como testimonio de la cultura que trajeron los emigrantes a este país. Para eso necesitamos dinero, y por eso es tan importante recuperar el lugar que nos corresponde en Ospaña”.
“El cambio de gestión ha sido fantástico”
Al ser consultado sobre la gestión que está realizando el grupo BASA Salud desde que asumió el 1 de junio de este año, resaltó que en general, las opiniones de los socios a los que consultó son de una gran conformidad, que el hospital “está funcionando muy bien y que el cambio de gestión ha sido fantástico, aunque lógicamente siempre hay alguna voz de disidencia”. “Cuando el Grupo BASA se hizo cargo -continuó- el hospital estaba casi sin actividad porque lo único que estaba funcionando era la guardia, no había posibilidad de intervenciones y no funcionaban los quirófanos. En sólo seis meses se han reactivado los quirófanos y se restituyeron prácticamente todos los servicios, sólo falta odontología y alguno que otro más. Además se ha reacondicionado a nuevo el tercer piso para internaciones y la unidad de terapia intensiva. Ahora se está trabajando a buen ritmo para reabrir antes de fin de año el segundo piso y más adelante serán refaccionados también el cuarto y quinto piso”.
Además, destacó que el PAMI (Programa de Atención Médica Integral de los jubilados y pensionados residentes en Argentina) ha derivado muchas cápitas de personas que se atendían en el antiguo Hospital Español de Buenos Aires, “muchos de ellos emigrantes que me han comentado su sorpresa favorable al ser atendidos en el Centro Gallego”.
En resumen, valoró la actuación de la intervención como “importante, aunque por supuesto queda mucho por hacer porque un deterioro de tantos años, y que viene desde antes de que el Centro Gallego sea intervenido por las malas gestiones anteriores, no se puede solucionar mágicamente”.
De más de mil a 250 empleados
Finalmente, se refirió a la situación de los trabajadores, explicando que en su momento la intervención manifestó que se habían acogido a retiro voluntario unos 800 empleados y que en la mayoría de los casos se ha pagado la deuda que se mantenía con ellos, aunque también admitió que hubo despidos que continuaron también desde que tomó la gestión BASA Salud por lo que la plantilla de trabajadores, que hace un año era aproximadamente de entre 1.200 a 1.300 personas, hoy totaliza solamente 250. “Es un número muy bajo, pero como se están restituyendo los servicios también se están incrementando las nuevas contrataciones. Es importante que se busque un equilibrio, porque cuando se disolvió la Fundación Galicia Saúde el Centro Gallego tenía 1.500 trabajadores, y eso era una aberración”, concluyó.
Ramón Suárez realizó una tarea inmensa. De algo que sólo tenía leyenda, de algo que se caía por los cuatro costados, su gestión nos da esperanza. La única solución, por otra parte. Y supo lograrla. Abrazo.
Carlos Penelas
El funcionamiento del Centro Gallegos hoy es lastimoso. Los empleados administrativos se desempeñan de forma incompetente y desganada. El ejemplo de los profesionales médicos es lamentable (salvo raras excepciones), son impuntuales y pareciera que nos hacen un favor al atendernos.