Felipe VI finalizó su histórica visita a Cuba –la primera de Estado de un rey español a la Isla- con una cena con el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, y un encuentro privado con el expresidente Raúl Castro.
+En la cena, a la que también asistieron la Reina Letizia y la mujer de Díaz-Canel, Lis Cuesta, el Rey defendió la democracia y los derechos humanos, y subrayó que los cambios en los que está inmersa la Isla no puedan venir “impuestos” desde fuera, pero tampoco llevarse adelante “si no representan la voluntad de la ciudadanía”.
Felipe VI ofreció a Díaz-Canel la experiencia española para el proceso de cambio en el que está inmerso su país, y destacó lo que supuso para España la Constitución de 1978, fundamentada -dijo- en el pacto, la negociación, el consenso y la reconciliación.
El presidente cubano respondió al Rey defendiendo el camino de Cuba hacia un “mayor bienestar” desde su propia “soberanía”, y agradeciendo también el apoyo de España ante las “injustas” sanciones de EEUU, en alusión a la condena española del bloqueo.
El encuentro al día siguiente con Raúl Castro no estaba previsto en el programa oficial del viaje y respondió a la invitación que Díaz-Canel le hizo a Felipe VI tras la cena. Según el Gobierno español, la reunión fue “privada” y en ella hablaron “de todo”, en el contexto de un diálogo “abierto, franco y sin cortapisas”.
Según señaló a los periodistas el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell –que acompañó a los Reyes en el viaje-, la reunión fue “un gesto de amistad y deferencia” y una forma de “redondear” la histórica visita de los monarcas.
Raúl Castro, de 88 años, cedió el poder a Díaz-Canel en abril del año pasado, aunque mantiene un gran peso como primer secretario del Partido Comunista Cubano, cargo que ocupará hasta 2021, y como encargado de la reforma de la Constitución, en la que no se han hecho cambios en el modelo político del país.
