Felipe VI instó a las instituciones de la colectividad en Argentina a modernizarse y dar más lugar a los jóvenes en sus directivas

“Son instituciones todas ellas valiosas, algunas emblemáticas, que han prestado grandes servicios a la colectividad y que pueden y deben seguir haciéndolo, pero que hoy necesitan adaptarse a las nuevas circunstancias”, afirmó el Rey

Cientos de personas quisieron saludar al Rey.
Intervención de Felipe VI.
Llegada al pabellón de La Rural.

El Rey de España, Felipe VI, instó a las instituciones de la colectividad en Argentina a modernizarse y a fomentar dentro de las mismas la participación de las nuevas generaciones de españoles para facilitar el proceso de renovación generacional en sus directivas.

Así lo aseguró en un encuentro que mantuvo con cientos de directivos de las entidades españolas en el país austral el pasado martes 26 de marzo en el Predio de La Rural de la capital argentina, ante quienes expresó sentir, junto a la Reina Letizia, “una inmensa alegría de encontrarnos hoy aquí con una representación de la colectividad española en Argentina, la más numerosa de todas las colectividades españolas fuera de España. Por eso, puedo decir que hoy, en la Argentina y entre vosotros, estamos y nos sentimos en casa”.

“Muchos de vosotros -continuó-, sois protagonistas directos, otros herederos, de la emigración de cientos de miles de españoles que, por razones diversas, se vieron forzados a abandonar nuestra patria. A veces huyendo de la pobreza o por razones políticas; otras veces en busca de mejores oportunidades. Muchos encontrasteis a este lado del Atlántico otra patria, la Argentina, que os recibió con los brazos abiertos y que os dio la ocasión de desarrollar vuestras capacidades y de construir aquí vuestras vidas y familias”.

A lo largo de su intervención Felipe VI, quien viajó a Argentina para participar de la inauguración del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española en la ciudad de Córdoba, valoró muy positivamente el papel que desempeñó la emigración para el desarrollo tanto de España como de sus países de acogida. “Quiero hoy dejar constancia de lo mucho que os debemos tanto los españoles como los argentinos. De lo mucho que hay de vuestro esfuerzo y entusiasmo en una relación entre Argentina y España cada vez más estrecha, que fue, es y será fuente de bienestar para los ciudadanos de ambos países. Y quiero también, porque es de justicia, reiterar una vez más nuestro agradecimiento a la Argentina por la generosidad con que os recibió y por la solidaridad que brindó cuando la necesitamos”, afirmó.

Llegado a ese punto, el Rey se refirió a la importancia que tiene para el futuro, tanto de la colectividad como de sus entidades, fomentar la participación de las nuevas generaciones de españoles, objetivo que, aseguró, contará siempre con el aliento y apoyo de España: “Somos conscientes de que dentro de vuestras preocupaciones actuales está el hecho de que muchas de las instituciones que habéis ido creando a lo largo de los años están encontrando dificultades para adaptarse a los tiempos actuales. Son instituciones todas ellas valiosas, algunas emblemáticas, que han prestado grandes servicios a la colectividad y que pueden y deben seguir haciéndolo, pero que hoy necesitan adaptarse a las nuevas circunstancias. Para ello es imprescindible, entre otras cosas, que los jóvenes las tomen como propias y participen o incluso impulsen el proceso de renovación”.

Asimismo, se refirió a los españoles que emigraron más recientemente, quienes acompañaron, según sus palabras, el proceso inversor que contribuyó decisivamente a la internacionalización de la empresa y la economía españolas. “España no sería lo que es hoy sin vuestro esfuerzo y vuestra aportación, y creo no exagerar si digo que, gracias en alguna medida a vosotros, la Argentina es hoy también un país más próspero y moderno”, resaltó.

Felipe VI también se refirió a la relación bilateral entre ambos países, la cual calificó de excelente, porque “nos ayuda a afrontar juntos los distintos desafíos; se trata siempre de acercar, de construir. Es una responsabilidad de todos y que tenemos especialmente las instituciones, para corresponder a vuestro esfuerzo y al de los miles de argentinos que han decidido vivir entre nosotros”.

En ese sentido, señaló que dicha relación se construyó a lo largo de “décadas y décadas de trabajo común, de unos mismos valores y del convencimiento de que la democracia y la libertad son la base de la convivencia civilizada y en paz, y el mejor instrumento para avanzar en la creación de sociedades más justas y más prósperas”.

El Rey reafirmó que para seguir construyendo esa relación es imprescindible la participación y colaboración de la colectividad emigrante y su descendencia, algo que, aseguró, “me consta que no lo regateáis, como tampoco vuestro amor a España, que sabéis hacer compatible sin la menor dificultad con el cariño y el agradecimiento a vuestra tierra de adopción. Vosotros sois testimonio vivo de que se puede ser a la vez argentino y español. Eso es precisamente una manifestación de ser ciudadanos del mundo. Os animo a que, con vuestro ejemplo diario, sigáis dando testimonio de universalidad, lo que equivale a dar testimonio de humanidad”.

Ya finalizando, ratificó que la colectividad emigrante siempre contará con “el apoyo, la solidaridad y el afecto de vuestros compatriotas de la otra orilla del océano. Allí se admira vuestra tenacidad y vuestro incansable trabajo por la prosperidad de Argentina y de España. Admiración a la que la Reina y yo tenemos la satisfacción de sumarnos hoy aquí, en Buenos Aires”.

UN comentario en “Felipe VI instó a las instituciones de la colectividad en Argentina a modernizarse y dar más lugar a los jóvenes en sus directivas

  1. Estoy de acuerdo con la afirmación de que hay que inyectar sangre joven a las instituciones que defienden el legado cultural de España en América Latina. Pero eso no solo depende de una cuestión de voluntarismo. Para que los descendientes de españoles nos sumemos, ese sentido de pertenencia debe ir acompañado del reconocimiento a la nacionalidad que, por derecho de sangre y cultura, nos corresponde legitima y legalmente. La identidad no solo se hereda, sino también se construye. Los lazos identitarios de origen se debilitan si no son acompañados por el reconocimiento del derecho a la identidad, y después de lo que pasó con la propuesta de ley para descendientes muchos y muchas nos sentimos más menospreciados y, por ende, más alejados del vínculo que nos une a la cultura de nuestros antepasados. Siempre se está a tiempo de corregir, y no duden que no somos pocos los que seguiremos bregando por el reconocimiento legal de nuestra herencia sanguínea y cultural.

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