El Rey apeló el pasado 25 de julio a “la unidad y la solidaridad” entre los ciudadanos y los territorios de España para afrontar la “encrucijada” que atraviesa el país por las consecuencias económicas y sociales que ha generado la pandemia del coronavirus. En un discurso, en el que combinó el gallego con el castellano, recordó a las “miles de víctimas” de la Covid-19 y reconoció el compromiso de Galicia con “el autogobierno y la España plural”.
Felipe VI, junto a la Reina Letizia, presidió la Ofrenda al Apóstol, el acto central del Día de Galicia, que se celebró en la iglesia de San Martiño Pinario, cuya entrada principal estaba engalanada con alfombras floreadas con imágenes alusivas al Apóstol y al Día de Galicia, debido a las obras de rehabilitación en la catedral. En la segunda ocasión en la que encabeza la invocación al Patrón de España desde que es Rey, tras su estreno en 2014, agradeció la “hospitalidad” de una tierra que es “corazón de España y de Europa”.
El monarca dirigió estas palabras en presencia del presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, de la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y del alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, entre otras autoridades presentes.
En su invocación al Apóstol, el Rey destacó que el culto compostelano convoca “a Galicia entera, se extiende por España y supera después fronteras para llamar a hombres y mujeres de toda origen y condición”. Además, recordó que la ofrenda al apóstol Santiago es una costumbre que instauró Felipe IV en 1643 que “no perdió vigencia cuatro siglos después” y dijo tener “la mirada puesta” en la celebración de Xacobeo en 2021.
En su homilía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, imploró para que los gobernantes sepan encontrar, “en diálogo respetuoso con la verdad”, soluciones a los problemas que preocupan a la sociedad.
Los Reyes cerraron su visita a Santiago en el Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento compostelano, después de pasear por algunas calles del centro histórico y atravesar la Plaza del Obradoiro. En una jornada que suele reunir a miles de gallegos y turistas en torno a la catedral, la pandemia marcó la festividad del 25 de julio, que en esta ocasión vio cómo la emblemática plaza permaneció desierta durante la visita real. Las medidas de prevención por el coronavirus también afectaron al aforo en la misa, que se limitó para mantener la distancia física, y a la decisión de suspender la parada militar.
Medalla de Oro de Galicia a los profesionales de la sanidad
Las mismas medidas preventivas ante el coronavirus marcaron también el acto de entrega de la Medalla de Galicia, en víspera del Día de la Comunidad, que acogió la Cidade da Cultura el pasado 24 de julio y que en esta edición reconoció a profesionales de la Sanidad gallega implicados en la atención a los pacientes de Covid-19, según el acuerdo aprobado en el Consello da Xunta del día 17.
En su intervención en el acto de entrega de las Medallas de Galicia 2020, el presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, dio las gracias a los sanitarios por “cuidar” de todos los gallegos frente a esta crisis y advirtió contra las “conductas imprudentes” que suponen “olvidar” a las víctimas y “menospreciar” la labor de estos profesionales. En este sentido, instó a tener “sentidiño” y “prudencia” y mantener una “vigilancia permanente” ante el coronavirus, y la “espada de Damocles” de las dificultades económicas que se derivan de la pandemia.
“Premiamos sus manos expertas, premiamos los ojos que transmitieron tranquilidad a los afectados por la pandemia, premiamos las palabras de consuelo, premiamos corazones en los que tuvo cabida toda Galicia”, afirmó en referencia a los “héroes inspiradores” que presentan “lo mejor” de lo que es Galicia. La misma Galicia que “originó el espíritu de Angrois”, añadió en un recuerdo al accidente del tren Alvia, hace siete años, cuando los gallegos volvieron a reencontrarse, a través de todos los que ayudaron ante esta tragedia, “con lo mejor de sí misma”, según Feijóo, al igual que lo hizo durante la pandemia.
Proyección al exterior
El presidente en funciones de la Xunta aprovechó la celebración del Día de la Comunidad para recordar que Galicia es una nacionalidad histórica en la que no cabe el “conformismo”, por lo que la autonomía “es un fin y un medio”. Así, Feijóo aseguró que gracias al trabajo de las mujeres y hombres de la sanidad gallega “vuelve a evidenciarse un autogobierno afectivo y efectivo” que no solo implica sino que también exige “la defensa de lo público”. “Galicia es una España gallega. En la España autonómica nuestro país encuentra una fuerza adicional”, aseguró, y “está más unida” porque “un país no es una suma de hostilidades”.
Y finalizó aprovechando para dar la bienvenida al Año Santo 2021 con una “Galicia de brazos abiertos”, después de señalar que “la Ruta Xacobea forma parte de una extensa suma de contribuciones gallegas que nos convierten en un país que se proyecta en el exterior. No hay otra explicación posible que la empatía propia de nuestra gente, y también la capacidad de transmitir valores valiosos en cualquier latitud. Galicia no es un país extenso, pero sí es un país grande, un mundo, en palabras certeras de Vicente Risco”, aseveró.
En representación de los profesionales de la Sanidad gallega implicados en la atención a los pacientes de Covid-19 y galardonados con la Medalla de Oro de Galica, intervino Manuel José Vázquez Lima, coordinador de Urgencias del Hospital Público de O Salnés, que llamó a hacer una “profunda reflexión” y seguir siendo una humanidad “que avanza en el mar de la libertad con el timonel de la responsabilidad”. Con él subieron al escenario para recibir el premio una veintena de representantes del colectivo de la sanidad gallega y también dos pacientes, María Ángeles Puga Salas y Laura Martínez.