El titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, trasladó el pasado 13 de marzo el apoyo inequívoco al Gobierno en la posición exterior de España dentro de la UE y de la OTAN y reclamó una bajada concreta de los impuestos que gravan el precio de la luz, el gas y los hidrocarburos. Durante su participación en la 26ª Conferencia de Presidentes Autonómicos, Feijóo hizo hincapié en primer término en la importancia de dar una respuesta coordinada a la crisis humanitaria, provocada por la guerra en Ucrania. Y, sobre este punto, demandó la concreción de un Plan nacional de acogida de refugiados que permita darles una acogida digna y sostenible en el tiempo. Para eso, urgió que se habilite un fondo extraordinario para abordar los gastos derivados de esta actuación y garantizar la correcta atención sanitaria y educativa, así como promover la inclusión social.
En una complicada situación económica, agravada por la guerra en Ucrania, el titular del Ejecutivo gallego pidió que se pongan en marcha “medidas urgentes domésticas”, para minimizar las consecuencias socioeconómicas en las empresas y en los ciudadanos. “El Gobierno tiene que bajar impuestos y concretarlos para hacer la energía más accesible desde el punto de vista industrial y de los hogares. Tenemos que bajar los impuestos que gravan la electricidad, el gas, la gasolina y el gasóleo. Es imprescindible hacerlo para que no se sigan cerrando fábricas”, ahondó.
En esta misma línea, abogó también por que se adopten medidas específicas para los sectores más afectados -transporte, industrias electrointensivas, pesca y agroganadería-. “Y no podemos seguir con esta transición energética abrupta”, añadió, apostando por una transición “mucho más meditada, pausada y proporcional”.
Asimismo, advirtió del riesgo de que se mantengan algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno central en relación a un incremento generalizado de impuestos, entre los que destacó la implantación de peajes en las autovías que supondrían nuevas cargas para las familias y los sectores productivos esenciales.
En cuanto a otros asuntos, como los fondos europeos Next Generation, el responsable de la Administración gallega lamentó nuevamente que hasta ahora primen el centralismo y la lentitud en el reparto: “Centralismo porque de cada diez euros, siete quedan en las manos de la Administración general del Estado; y lentitud porque de las 137 convocatorias que había que sacar en este primer trimestre, solo se sacaron 31”, precisó, denunciando que, de este modo, los fondos europeos no se van a ejecutar en plazo.
