Feijóo destaca el compromiso con la llegada del Ave a Lugo con la nueva conexión ferroviaria con Ourense

Asegura que supone un paso adelante en la vertebración interior de Galicia

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó el pasado 7 de mayo que la nueva conexión ferroviaria que comienza a desarrollarse entre Lugo, Monforte de Lemos y Ourense, a través de una hoja de ruta conocida ese día en detalle, refleja el compromiso real, con plazos y con presupuestos concretos, con la llegada de la alta velocidad ferroviaria a Lugo, a través de una inversión de más de 1.000 millones de euros.

“Estamos hablando de una completa planificación que acredita la realidad con proyectos técnicamente definidos y obras valoradas y recogidas en presupuestos que aseguran su viabilidad más allá del papel”, aseveró. Es sobre todo un compromiso palpable, un tren en marcha que circula ya a través de la variante de la Pobra de San Xiao de Láncara y que supone el pistoletazo de salida a la renovación de la línea de ferrocarril entre Lugo y Ourense, explicó, añadiendo que esta actuación incidirá en la comodidad, en la velocidad de los recorridos y en la seguridad, con la eliminación de los pasos a nivel.

Y confirma, además, la voluntad de mejorar la conexión con Madrid que comenzó ya con un incremento de frecuencias entre Lugo y la capital de España que se tradujo en un aumento de viajeros de casi del 40%.

Durante la presentación de la conexión ferroviaria, Feijóo incidió en que extender hasta la provincia y la ciudad de Lugo los beneficios del AVE, a través de una línea actual y competitiva supone, también, un nuevo paso en el objetivo de la cohesión territorial de la Galicia interior.

A lo largo de su intervención, el presidente de la Xunta recordó que con ese objetivo de la Galicia global, “tan unida por dentro bien conectada por fuera”, los gobiernos central y gallego están trabajando conjuntamente para impulsar mejoras en la red viaria tan importantes como: la Autovía del Cantábrico, en vías ya de solucionar los problemas derivados de la niebla en el Alto do Fiouco; o la Autovía Santiago-Lugo que tiene ya todos sus tramos en obras o en servicio; la vía de altas prestaciones entre Lugo y Sarria, en cuyo desdoblamiento ya se empezó a ejecutar; o la conexión entre Celeiro y San Cibrao que continúa a desarrollarse en la Mariña, ahora con su extensión hasta Viveiro.

Un conjunto de actuaciones que certifican un compromiso con las comunicación de esta provincia que debe continuar para garantizar una óptima conexión entre Lugo y Ourense también por carretera, como acontecerá con las actuaciones anunciadas en la carretera N-540.

Feijóo concluyó avanzando que, en cuanto el Gobierno local de Lugo traslade su conformidad, se suscribirá el convenio para, entre las tres administraciones, impulsar conjuntamente la estación intermodal que situará a esta ciudad en las mejores condiciones para conectarse con la alta velocidad.

Llegada a Ourense en 2019

Ese mismo día, el presidente de la Xunta destacó el compromiso con la llegada del Ave en 2019 a la Comunidad, con la Variante Norte y con la activación de la Autovía Lugo-Ourense como clave para la competitividad de Ourense como punto de acceso a Galicia. Durante la presentación de un sello dedicado al centenario de A Ponte Nova de Ourense, junto con el ministro de Fomento Íñigo de la Serna, Feijóo recordó que la línea de alta velocidad ferroviaria entre Galicia y la meseta, que situará Ourense a poco más de dos horas de viaje está ejecutada en un 80% y las obras avanzan al ritmo necesario para llegar a la fecha anunciada de finales de 2019. Antes de eso, este mismo año finalizarán los trabajos del tramo del Ave entre Zamora y Pedralba de la Pradería, un hito relevante que permitirá acortar el tiempo recorrido en media hora y situarlo, por primera vez, por debajo de las 4 horas con Madrid.

Todo eso mediante una planificación a corto, medio y largo plazo que, manteniendo intacto el trazado definido para la entrada del Ave a Ourense, movilizó 100 millones de euros para garantizar que los trenes de alta velocidad puedan acceder por la vía actual a la ciudad, cuando estén finalizadas las obras hasta Taboadela.

Conscientes de la oportunidad que supone para Ourense ser entrada del Ave a Galicia, el presidente de la Xunta resaltó que las tres administraciones trabajan conjuntamente en el desarrollo de la estación intermodal de manera que las obras de la primera fase están ya en contratación, con la previsión de adjudicarlas en días. Una infraestructura que proporcionará, además, la ansiada conexión entre los barrios de A Ponte y O Vinteún.

Después de referirse también a la renovación de la conexión ferroviaria con Lugo, Feijóo aprovechó para agradecer también el apoyo del Ministerio de Fomento a la solicitud de incorporación de la red ferroviaria gallego al Corredor Atlántico de Mercancías, apostando con firmeza por convertir Ourense en un importante nudo ferroviario como centro de entrada y salida a Europa de los trenes procedentes de los principales puertos de Galicia.

Asimismo, resaltó el impulso definitivo a la Variante Norte de Ourense, cuyo tramo comenzará a tomar forma este año, gracias a una inversión de más de 30 millones de euros, una pieza decisiva para la movilidad de la ciudad. Y la activación de la Autovía Lugo-Ourense, que completará la red viaria de altas prestaciones entre las principales ciudades gallegas y supondrá un punto de inflexión en la cohesión territorial de la Comunidad.

Asimismo, se refirió también al compromiso del Gobierno central con las conexiones de O Barco y la zona de Valdeorras; “para nosotros es clave que esas licitaciones se vayan haciendo realidad”, aseveró, a lo que añadió que todos estos compromisos se complementan con el trabajo que desde el Gobierno gallego se está realizando con la construcción en breve de la conexión entre la Autovía A-52 y el polígono de San Cibrao das Viñas, ya adjudicada, y cuyo inversión supera los 20 millones de euros.

El titular de la Xunta concluyó subrayando que la presentación de este sello dedicado al centenario de A Ponte Nova de Ourense, un homenaje a uno de los grandes emblemas de esta ciudad, supone un reconocimiento al espíritu abierto y cooperador de la ciudad, reflejado en cada una de los puentes que se tienden sobre el Miño.

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