Exteriores investigará la muerte del joven español Diego Bello a manos de la policía filipina

Un ciudadano español de 32 años murió este miércoles a manos de la policía en la isla filipina de Siargao, confirmaron a EFE fuentes policiales que señalaron que el incidente se produjo durante una operación antidrogas.

Se trata del coruñés Diego Bello Lafuente, que residía temporalmente en Siargao, una isla situada 800 kilómetros al sureste de Manila y muy popular entre surfistas, donde tenía varios negocios relacionados con el turismo.

La policía filipina afirma que Bello era un “traficante de drogas de alto valor” que llevaba encima 10 gramos de cocaína y 30.000 pesos filipinos en billetes marcados (600 dólares) y valoró la acción como una “operación exitosa en la lucha contra las drogas”.

Sin embargo, numerosos conocidos y amigos del fallecido reivindican su inocencia y piden “justicia” a través de mensajes en las redes sociales.

“Un asesinato por no dejarse extorsionar. Queremos justicia para Diego y no dejaremos de pedirla”, indica uno de los tuits dedicados al surfista coruñés, pues su entorno defiende que no estaba vinculado a las drogas.

También el Deportivo de A Coruña le ha dedicado una publicación en su cuenta de Twitter, en la que recuerda que fue jugador cadete y juvenil de su cantera “entre 2001 y 2003”.

Responsables del Ayuntamiento de A Coruña han deseado que “se aclaren todos los hechos que provocaron el fallecimiento” del coruñés en la isla de Siargao y han trasladado su “más sentido pésame” a la familia y allegados.

Desde la embajada de España en Filipinas está recopilando datos y han solicitado al Ministerio de Exteriores que le envíe cuanto antes una comisión de servicios para que se investigue la muerte en “tan extrañas circunstancias”.

Aunque la policía filipina afirma que el coruñés era un narcotraficante “de alto valor”, los amigos de Diego Bello y sus familiares insisten en que nunca ha tenido problemas con la justicia en los diferentes países en los que ha vivido y que el asesinato pudo deberse a no ceder a una extorsión o a un crimen por encargo.

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