No todos los días una publicación alcanza los 1.000 números, así que celebramos con alegría que España Exterior llegue a esta cifra tan emblemática convertida en el periódico de referencia de las comunidades españolas en el exterior. Tras casi un cuarto de siglo de exitosa existencia, número tras número, España Exterior desempeña una labor encomiable de información y acompañamiento a nuestros ciudadanos en todo el mundo. A través de sus páginas impresas y digitales, aquellos compatriotas que residen fuera de España se asoman a las últimas noticias que les afectan, y mantienen un vínculo emocional y comunicativo con nuestro país.
Son esa relación afectiva y esa mayor cercanía los que la Secretaría de Estado de España Global quiere impulsar con nuestras comunidades en el exterior: reforzándolos y actualizándolos, para responder de manera más efectiva a una realidad cambiante y a las nuevas necesidades, demandas y expectativas que ésta genera entre nuestras comunidades.
Por eso, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación hemos puesto en marcha la iniciativa de Ciudadanía Española Global, que aspira a mejorar la conexión cualitativa con los millones de conciudadanos que, por uno u otro motivo, desarrollan sus proyectos vitales más allá de nuestras fronteras. Una distancia física que, en un mundo hiperconectado, no tiene por qué traducirse en desapego o lejanía. Muy al contrario, esa singularidad y el especial valor de tener acceso a experiencias y conocimientos únicos deben capitalizarse de manera proactiva, porque los españoles en el exterior tienen mucho que aportar en un momento en el que tenemos que imaginar y construir juntos la España y el mundo que queremos tras esta terrible pandemia.
Sabemos que la amplia mayoría de nuestros conciudadanos en el exterior tiene la mejor predisposición a participar más activamente en la realidad de nuestro país, conectándose mejor con sus instituciones y aportando su conocimiento y sus vivencias. Pero hasta el hasta el momento, se ha carecido de una aproximación sistemática en este sentido. Una necesidad que la nueva Estrategia de Acción Exterior 2021-2024 reconoce como una auténtica política de estado, y a lo que se aspira a dar respuesta con iniciativas como Ciudadanía Española Global.
Con este proyecto, clave para el Ministerio, se quiere movilizar más y mejor nuestro talento en el exterior: apoyándolo, acompañándolo, conectándolo entre sí y con nuestro país y, por supuesto, también celebrándolo, porque debemos poner en valor su extraordinaria aportación. Con su labor callada, anónima pero constante, millones de españoles representan cada día en el resto del mundo lo mejor de nuestros valores como país: solidaridad, entrega, excelencia, creatividad… No hay más que asomarse a cualquier número de España Exterior para tener constancia de esta riqueza.
En nuestra interlocución con estos españoles, encontramos siempre muchas demandas compartidas: simplificación y digitalización de trámites consulares, facilitación de la participación política, programas de retorno, claridad informativa y orientación sobre procedimientos, acceso a la enseñanza de español para sus hijos…. Y por supuesto, también nos piden vehículos para conectar entre sí, redes de contactos que les ayuden y acompañen en su desarrollo profesional.
En definitiva, vemos como reclaman un mejor acompañamiento, que les arropemos más y que, como administraciones, trabajemos de la mano para apoyarles. Porque es cierto que existen espacios e instrumentos de atención a la ciudadanía, que cumplen una función esencial, así como iniciativas de apoyo al retorno. Pero nuestro país adolece de una estrategia omnicomprensiva que facilite la conexión profesional de los españoles en el exterior, así como con el ecosistema de nuestro país. Existe, pues, un amplio margen para vehicular de forma más sistemática y enriquecedora este espacio.
Al mismo tiempo, será clave conectar con nuestros colectivos más tradicionales y de raigambre más duradera, que con frecuencia se enfrentan al reto del relevo generacional en las muchas instituciones que durante tantas décadas han ayudado a vertebrar nuestras comunidades en el extranjero: asociaciones, casas de España y regionales, centros culturales… Instituciones que han desempeñado una labor fundamental de cercanía, acompañamiento y apoyo, y que esperamos lo sigan haciendo en el futuro.
Y por supuesto, no debemos circunscribir nuestros esfuerzos sólo a los nacionales, sino extenderlos a tantas personas amigas de nuestro país, con una afinidad afectiva por él sin necesidad de ser ciudadanos españoles o tener un pasaporte.
Para materializar este propósito, la iniciativa de Ciudadanía Española Global aspira a ampliar y mejorar la relación de estos colectivos con nuestro país, haciéndola más coherente, articulada, eficiente y efectiva. La consecución de estos objetivos parte de la necesaria identificación de estos colectivos: saber quiénes son, dónde se encuentran y a qué se dedican. A partir de ahí, habrá que profundizar en la articulación de redes que vertebren la interacción y permitan compartir información y conocimiento. No existe un planteamiento único y lineal, y hay que asumir la existencia de colectivos con distintas necesidades y que requieren enfoques diferenciados, lo suficientemente amplios para abarcar el talento en todas sus manifestaciones y facetas.
Desde la iniciativa de Ciudadanía Española Global, estamos planteando este ejercicio en torno a dos ejes fundamentales de actuación: la profundización de los colectivos país a país, aprovechando la intensa y excelente labor que ya desempeñan nuestras Embajadas y Consulados, a través de la designación de un punto focal para la ciudadanía en cada Embajada. Y la conexión de los colectivos de manera transversal, en torno a seis grandes bloques de actividad profesional: (I) sector público, con un particular enfoque en los funcionarios españoles en organismos internacionales; (II) sector privado; (III) científicos e investigadores; (IV) ámbito educativo y académico; (V) cultura y entretenimiento; y (VI) tercer sector.
Por supuesto, no se parte de cero, y hay que poner en valor lo mucho que ya se ha hecho por parte de nuestras representaciones en el exterior para acompañar a la ciudadanía, empezando por la asistencia y el servicio consular, pero también en materia de convocatorias regulares con ocasión de visitas de alto nivel o citas señaladas. Existe ya un trabajo previo formidable, empezando por el propio Ministerio de Exteriores, así como del resto de la Administración, en especial del Ministerio de Seguridad Social Inclusión y Migraciones.
Existen, igualmente, iniciativas de conexión impulsada por las Comunidades Autónomas, un pilar tradicional de referencia en la vertebración de los españoles que residen en el extranjero, dada la importancia del marcador identitario y cultural de nuestras autonomías. Por ello estamos trabajando estrechamente con ellas y explorando cómo unir fuerzas y aprovechar sinergias. Y también estamos aprendiendo de diversos actores del sector privado y de la sociedad civil que han sido pioneros en este ámbito, incluidas las exitosas redes de científicos españoles en el exterior, presentes ya en 18 países y federadas a nivel global a través de la RAICEX.
Pero muchos otros sectores de actividad adolecen de estos mecanismos y, de nuevo, se carece de una estrategia global y claramente definida hacia las diferentes comunidades profesionales que integran la ciudadanía española global, relacionándolas entre sí. Todo ello hace que el éxito de esta labor radique en aunar esfuerzos con todos estos actores, trabajar con ellos y buscar complementariedades y sinergias de forma eficiente y efectiva.
Se trata, también, de ampliar el concepto de ciudadanía española global, mediante un enfoque que abarque todas sus manifestaciones y facetas del talento, superando concepciones elitistas y reduccionistas centradas exclusivamente en casos de éxito. Una estrategia integral para nuestras colectividades en el exterior pasa necesariamente por involucrar a todas las personas y reconocer su contribución diferenciada, valorándola y dotándola del merecido reconocimiento, a todos los niveles. En definitiva, hay que consolidar un concepto de ciudadanía española en el exterior como modelo de ciudadanía global responsable, cosmopolita y contribuyente a la construcción de un mundo mejor.
No es una tarea fácil, pero desde la Secretaría de Estado de España Global contamos con el apoyo y el entusiasmo de los actores fundamentales en este empeño: Ministerios con competencias relevantes para nuestras comunidades en el exterior, Comunidades Autónomas, sector privado, colegios profesionales, redes de alumnado… y por supuesto, contamos igualmente con todos aquellos que, desde el exterior, están deseosos de conectarse mejor con nuestro país. A todos ellos les extendemos esta invitación a trabajar juntos, y les reiteramos el reconocimiento a su estupenda labor.
Una labor que, como la de España Exterior a través de su cuarto de siglo de historia y estos 1.000 números que hoy celebramos, nos recuerda que es posible estar muy cerca pese a los kilómetros que nos puedan separar, siempre que nos unan los objetivos y los proyectos.