Encuentran la talla de una posible Virgen gótica en el río Sar

La Xunta procedió a su retirada inmediata y depósito en el Museo das Peregrinacións

El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, y el resto de asistentes observan la escultura en el lugar del hallazgo.

El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, y el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, acompañados por responsables de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) y del responsable del hallazgo, supervisaron el pasado 15 de junio el comienzo del trabajo de recuperación de una talla de bulto redondo que representa a una Virgen sedente con ángeles. La escultura fue trasladada ese mismo día al Museo das Peregrinacións de Santiago, donde fue depositada y será estudiada en profundidad para determinar su valor patrimonial.

El titular de Cultura agradeció la estrecha colaboración y la diligencia en el proceder de Apatrigal, mediadora en este caso entre la persona responsable del hallazgo, un particular que estaba practicando la pesca deportiva en la zona, y la Administración autonómica. Asimismo, destacó la diligencia y precisión “que garanticen la integridad de la pieza” en la recuperación y traslado de dicha escultura. La pieza se encontraba en el lecho del río Sar, en un tramo con poco caudal situado en la parroquia de Conxo.

Hipótesis iniciales alrededor de la pieza

Provisionalmente, los especialistas consultados explican que la obra, realizada en granito, podría encuadrarse en el estilo gótico gallego. La escultura está tallada en cuatro de sus cinco caras y representa a una virgen entronizada con el Niño. A ambos lados de la Virgen, en sus hombros, surgen dos ángeles (putti) y, si bien están bastante desgastados, se aprecia el rostro y la mano de cada uno de ellos sujetando algún objeto o el propio manto de la Virgen.

Los investigadores señalan que se pueda tratar de una talla suspendida, que se situaría embutida en una pared, quedando en su práctica totalidad al aire. Esta posibilidad viene reforzada por la decoración que presenta la pieza en la base, describiendo una flor de cuatro pétalos central y hojas de acanto entrelazadas, que no tendría sentido si estuviera apoyada en otra estructura. Se observa que tanto la cara de la Virgen como la cabeza del Niño desaparecieron. Probablemente, por un impacto antiguo teniendo en cuenta el desgaste de los bordes de las aristas de la rotura hecho con el objeto de desacralizar la pieza.

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