La estancia en Uruguay del conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, y del secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, se inició la mañana del pasado 5 de mayo con la firma de sendos convenios con las mutuas Asociación Española y Casa de Galicia para complementar las cuotas de los gallegos con escasos recursos que no las pueden abonar.
El gerente de compras, logística e infraestructura de la Asociación Española, Alfredo Torres, fue quién firmó con el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, el convenio de colaboración por 20.000 euros. Minutos después el dirigente gallego haría lo mismo con Manuel Ramos, presidente de Casa de Galicia, que recibió 35.000 euros para asistir a los emigrantes gallegos en las cuotas y medicamentos.
Esta asistencia permite que los más necesitados de los 41.000 gallegos que residen en Uruguay, puedan continuar recibiendo la atención sanitaria en estas dos centenarias mutualistas que fueron creadas para, a través de la ayuda mutua, hacer más digna la vida de quienes no pudieron conseguir el bienestar económico lejos de su tierra natal.
Esa misma tarde se haría lo propio con el Hogar Español de ancianos, que preside el pontevedrés Ángel Domínguez, quien informó que se trata de un valioso aporte (40.000 euros) para el deficitario presupuesto del denominado “buque insignia” de la colectividad española en Uruguay, donde viven dos centenares de emigrantes de los que casi el 80% son dependientes.
En todos estos actos Miranda estuvo acompañado por el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, quien confesó, luego de conocer por primera vez el Hogar, que la labor que allí realizan los directivos y demás colaboradores es “humanitaria, solidaria y altruista”.
Agregó que “este hogar es como un ángel de la guarda para muchas personas que han quedado solas y desprotegidas y lo valoramos mucho, ese gesto que tienen para con nuestros mayores que por alguna circunstancia hoy viven aquí”.
Por su parte, Rodríguez Miranda aseguró que “esta institución puede salir adelante por el potencial humano que tiene. Tendrá que adaptarse a las circunstancias y a la realidad jurídica del país, que nos causa bastantes trastornos, pero la Administración española está aquí presente”.
Expresó en la sala de sesiones a directivos y comisión de apoyo que “el consejero de Empleo, Benito Díez, y me consta que el propio director general, tienen un compromiso claro y manifiesto con esta institución y desde luego Galicia no puede ser menos. Galicia debe tener una sensibilidad especial con toda nuestra gente del exterior y con más razón con los que ya le han fallado las fuerzas, los que hay aquí internados”, remarcó.
Miranda, conocedor de la situación crítica del Hogar, echó un manto de positivismo a los directivos expresando que “tendremos que seguir luchando entre todos, no solo para la subsistencia económica, sino para tratar de cambiar y resolver algunas cosas”, como por ejemplo que el Hogar no sea considerado dentro del régimen de la salud lo que incrementa la carga laboral en más de un 25%. Precisando que “si no las conseguimos cambiar, cada día se hará más difícil sustentar la institución”.
Pero le pidió al presidente Domínguez que “hay que insistir, sabemos todos que no es fácil, hay que seguir teniendo ingenio y tenéis que tener claro que Galicia va a estar con vosotros, porque es estar con nuestra gente”.
Libro
Tras la firma del convenio tuvo lugar la presentación del libro del santiagués Manuel Losa sobre la historia de los primeros 50 años de vida del Hogar Español. En esta obra, el librero devenido en escritor, aprovechando su pasaje como directivo de la institución, recogió material que ahora presenta para reconocer a los forjadores de esta obra que es orgullo de España en el exterior.
Recoge decenas de historias que proyectan una amplia perspectiva sobre el gran trabajo realizado desde el Hogar lleno de humanidad y solidaridad. Se deja ver también que esta institución es el fruto de un trabajo conjunto de muchas personas que trabajaron humildemente en favor de los más desfavorecidos. Así lo demuestra el hecho de que los grandes hacedores de esta institución que están vivos prefieren no aparecer porque “hacen lo que deben hacer” por el bienestar de los demás.
Losa resaltó a un emigrante gallego ya fallecido, que llegó a Uruguay sin saber leer ni escribir, pero trabajando de día y estudiando de noche en Montevideo logró recibirse de enfermero. Se trata de Gumersindo Álvarez Blanco, quien en el hospital público donde trabajaba veía a muchos españoles que sin tener adonde ir eran dados de alta. No contaban con recursos económicos o familia que lo amparara y así fue como nació la idea de conformar aquel primer Hogar Español donde se atendían los residentes con el aporte de varios comerciantes españoles y que ahora se ha convertido en una gran aldea donde diariamente conviven más de medio millar de personas.
Tras la presentación, los representantes de la Xunta visitaron el Centro Gallego de Montevideo, donde mantuvieron un encuentro con los socios y directivos y, a continuación, se desplazaron al Centro Pontevedrés de la capital uruguaya, cuyas instalaciones recorrieron antes de reunirse con sus responsables y asociados y participar en una cena.
