Casi un millón de españoles que viven en el extranjero estaban llamados a las urnas el pasado 26 de mayo en 12 comunidades autónomas y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
De los 973.977 residentes en el exterior, según las actas de las juntas electorales de cada autonomía, solamente 35.913 ejercieron finalmente su derecho al voto lo que supone una participación del 3,7%. Se trata, una vez más, de una participación ridícula y que debería sonrojar a quienes no acaban de decidirse a eliminar las trabas para que los ciudadanos españoles en el extranjero puedan ejercer con un mínimo de normalidad uno de los derechos más importantes. Además, es un mandato constitucional promover la participación de los españoles en el exterior en los asuntos públicos del país.
Aunque el dato de participación es muy malo, también hay que decir que es ligeramente superior al que se registró en las autonómicas de 2015 ya que en aquellos comicios votó el 3,2% de los censados.
Pero esta leve subida está totalmente oscurecida por el dato de la participación respecto a las solicitudes. En total fueron 62.026 españoles, el 6,3% de los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), los que solicitaron el voto para participar en estos comicios autonómicos y tras el escrutinio hay que indicar que solamente el 57,9% de esas solicitudes llegaron a convertirse en votos y entrar en las urnas.
Se trata de un dato muy malo y que puede suponer un retroceso en la ya mermada participación de los españoles residentes en el extranjero en los diferentes comicios electorales. Hay que recordar que en las elecciones autonómicas de hace cuatro años votaron el 62,4% de quienes lo solicitaron y que el porcentaje de participación respecto a las solicitudes oscila entre el 65 y el 70 por ciento, según los comicios.
La superposición de dos convocatorias como las generales y estas autonómicas, a las que hay que unir las elecciones al Parlamento Europeo y las municipales, quizás ha tenido algo que ver en este descenso.
Foco mediático
Pero no todo han sido malas noticias para la participación política de los españoles en el extranjero. En estos comicios autonómicos los medios de comunicación nacionales y de ámbito regional han seguido con atención el recuento del voto emigrante conscientes de que, ante un panorama político tan atomizado, cada papeleta es importante y la influencia de esos votos del exterior empieza a cobrar fuerza.
Así, en esta ocasión la atención se ha puesto en Navarra, Cantabria y León donde el escrutinio del voto exterior podría haber cambiado el reparto de escaños inicial que se anunció la noche del domingo 26 de mayo.
Cambio
Y eso sucedió en la Comunidad Foral donde Navarra Suma logró su escaño número 20 tras el escrutinio del voto emigrante a costa del número 8 de EH Bildu. Esta cambio se vio reforzado después de que la Junta Electoral repasase e incluyese las 17 mesas electorales que habían quedado sin escrutar el día 26 por diferentes incidencias.
El PSOE ha sido el partido más votado por los españoles del exterior en estas elecciones autonómicas. De hecho, ha logrado una apabullante victoria puesto que se ha impuesto en ocho comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Islas Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia).
Los socialistas han conseguido el 26% del total de votos válidos, nada menos que 9.310 de un total de 35.762, y han subido cinco puntos porcentuales respecto a los datos de 2015.
Desastre de Podemos
Si para el PSOE estas elecciones han sido un éxito, para Podemos han sido un desastre. El partido de Pablo Iglesias había sido la fuerza más votada en los comicios autonómicos de hace cuatro años en los que obtuvo nada menos que el 26,4% de los sufragios y la victoria en ocho autonomías. Ahora se tiene que conformar con quince puntos menos, el 11,4% de los votos, 4.087, ninguna victoria y pasar al cuarto puesto.
Echando un vistazo general se puede resumir el resultado global de estas elecciones en la frase: todo lo que ha perdido Podemos lo ha ganado el PSOE.
El segundo partido más votado ha sido Ciudadanos, que ha obtenido 5.931 sufragios que suponen el 16,6 por ciento. Sin embargo, los de Albert Rivera no lograron el triunfo en ninguna comunidad autónoma, cosa que sí hizo el Partido Popular que alcanzó los 5.658 sufragios, el 15,8%, y la victoria en La Rioja y en Ceuta.
La diferencia entre ambas formaciones está en que Ciudadanos ha crecido más de cinco puntos porcentuales respecto a las autonómicas del año 2015, en las que logró el 11% de los votos, y el PP ha perdido 6,5 puntos porcentuales ya que hace cuatro años había conseguido el 22,3 por ciento de los sufragios emitidos.
Nuevos partidos
Hay dos partidos nuevos en estos comicios que han logrado excelentes resultados entre los votantes del exterior. Por un lado está Navarra Suma, la coalición formada por Unión del Pueblo Navarro (UPN), Partido Popular y Ciudadanos que ya se presentaron así en las generales de finales de abril. Fueron la fuerza más votada en la Comunidad Foral y lograron 368 sufragios, el 1% del total.
El otro partido que ha aparecido en estos comicios con gran éxito ha sido Más Madrid. La excisión de Podemos liderada por el que fuera uno de los dirigentes más importantes de la formación morada, Íñigo Errejón, ha conseguido ser la fuerza más votada en la Comunidad de Madrid donde obtuvo nada menos que 3.451 sufragios, el 21,1% y que suponen un nada despreciable 9,6% del total de votos.
Por otro lado, en las Islas Canarias, donde se estrenaba un nuevo sistema electoral, Coalición Canaria recuperó el apoyo de los residentes en el extranjero. Asimismo, en Melilla ganó Coalición por Melilla.
En cuanto a Vox, entra con fuerza al lograr 3.095 votos, el 8,7% de los sufragios totales, aunque no consigue imponerse en ninguna autonomía ni provincia.
El envío de las boletas desde España, habría que agilizarlo con tiempo, si llegan justo a la fecha de votación es difícil reenviarlas desde el exterior, aunque sea a través de los Consulados. No hay tiempo físico!