Se impone en 40 circunscripciones mientras que el PP lo hace en 6, y el PNV y ERC en 3

El PSOE es el más votado en todas las comunidades excepto en Cataluña, País Vasco y Navarra

Esquerra Republicana de Catalunya, el Partido Nacionalista Vasco y la coalición Navarra Suma (que reúne a Unión del Pueblo Navarro, Partido Popular y Ciudadanos) lo hacen en sus respectivos territorios

En rojo provincias donde ganó el PSOE, azul el PP, verde el PNV, gris Navarra Suma y amarillo Esquerra Republicana.

La victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales del pasado 28 de abril se extendió por todo el país, puesto que se convirtió en la fuerza más votada en 14 de las 17 comunidades autónomas y en 40 de las 52 circunscripciones electorales. El PSOE se impuso en todas las comunidades menos en Cataluña -donde Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) obtuvo más sufragios-, País Vasco -con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) al frente- y Navarra -desplazado por la coalición Navarra Suma de Unión del Pueblo Navarro (UPN), el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C’s). Además, creció en apoyo en todo el territorio nacional, excepto en Melilla.

En cuanto a las circunscripciones electorales, los socialistas finalizaron en primer lugar en 40 de las 52 que hay en toda España. Solamente se les resistieron las provincias de Ávila, Salamanca, Lugo, Ourense y Navarra y la ciudad autónoma de Melilla a manos del PP; las provincias catalanas de Girona, Lleida y Tarragona, en las que logró la victoria ERC; y las tres vascas (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya) del PNV.

Cabe recordar que el PSOE no había ganado en ninguna comunidad autónomas en las anteriores elecciones generales de 2016 y sólo lo había hecho en 3 provincias (Huelva, Jaén y Sevilla).

El mayor apoyo lo lograron en esta ocasión en sus feudos tradicionales: Extremadura (con el 38% de los votos), Andalucía (con el 34%), Asturias (33%) y Castilla-La Mancha (32%). Y el menor, en territorios de amplia tradición nacionalista, como el País Vasco (rozando el 20% de sufragios) y Cataluña (23%). Sin embargo, el mayor ascenso porcentual del PSOE se dio en Galicia, con casi diez puntos más, donde se convirtió en la formación política más votada por primera vez en 40 años; seguido de la subida en Asturias y Navarra, con 8 puntos más respectivamente; frente a los menores en Cantabria (1,64 puntos más) y Andalucía (casi 3 más).

Por su parte, la debacle del PP fue general en toda España. No en vano, en 2016 se había impuesto en todas las comunidades autónomas menos en Cataluña y el País Vasco y en 42 de las 52 circunscripciones electorales (incluso llegó a las 45 en 2011), mientras que ahora sólo lo es Navarra y en Melilla. Pasa a ser segunda fuerza en todas las demás menos en Andalucía, Aragón, y la Comunidad de Madrid y Ceuta -donde es superada por Ciudadanos-, Canarias – por detrás del PSOE y de Unidas Podemos (UP)-, y en la ciudad autónoma de Ceuta, con el PSOE y Vox por delante.

Quedando todavía más relegado en la cuarta posición en Baleares -tras el PSOE, UP y C’s-, la quinta en el País Vasco -por detrás del PNV, PSOE, UP y Bildu-, y la sexta en Cataluña -tras ERC, el PSOE, UP, C’s y Junts per Catalunya (JxC). Especialmente doloroso es el caso del País Vasco, donde no logra representación parlamentaria por primera vez desde 1979, quedándose sin escaño el actual vicesecretario de Organización del partido y director de la campaña electoral, Javier Maroto. Además, en Cataluña solo obtuvo un acta.

Galicia es la comunidad en la que mejor resiste el PP -junto con Navarra gracias a la coalición en la que se presentó- al retener más del 27% de los votos. Además, fue el territorio en el que marcó las diferencias respecto a Ciudadanos, que fue el tercer partido a nivel nacional puesto que le sacó 264.884 votos en tierras gallegas de los 219.000 que separaron a ambas formaciones en toda España.

Sin embargo, se impuso el PSdeG-PSOE con el 32% de los votos y 10 escaños frente al 27% y 9 del PP, el 14% y 2 de Unidas Podemos-EU-Mareas en Común-Equo y el casi 12% y 2 de Ciudadanos, que vuelve a tener representación después del escaño que había logrado en 2015 antes de la repetición de elecciones en 2016.

Se produjo un notable descenso de las confluencias de Podemos tras su separación de En Marea y de Anova, perdiendo 3 escaños y 8 puntos sobre 2016, cuando ya habían bajado respecto a 2015, su techo como segunda fuerza con 6 diputados. Así que el nacionalismo gallego no tendrá presencia en el Congreso de los Diputados puesto que tampoco el Bloque Nacionalista Galego obtuvo escaño en ninguna provincia. Y Vox, con apenas el 5% de votos, alcanzó uno de sus peores resultados en Galicia y no obtuvo escaño.

Los socialistas vencieron en A Coruña y Pontevedra y los populares en Ourense y Lugo y tanto Ana Vázquez, secretaria ejecutiva de Emigración del PP, como Pilar Cancela, secretaria ejecutiva de Políticas Migratorias y del PSOE Exterior, lograron su acta de diputadas.

En Cataluña se produjo un triunfo histórico de Esquerra Republicana, con el 24% de los votos y 15 diputados por delante del PSOE (23% y 12). La coalición de Podemos, que había vencido en 2016, pasó a ser la tercera fuerza (casi 15% y 7) mientras que la antigua Convergéncia, ahora Junts per Catalunya, se quedó como cuarta (12% de votos y 7 escaños), seguida de Ciudadanos (11% y 5), PP (4,85% y 1) y Vox (3,6% y 1).

La participación fue muy elevada tanto en esta Comunidad, con 15 puntos más, como en el País Vasco, con casi 10 más, por la movilización de la izquierda y de los nacionalistas ante el peligro para sus intereses de una mayoría de centro-derecha que apostara por la retirada de competencias autonómicas. Podemos también perdió su hegemonía de 2016 en la Comunidad vasca, con el regreso del PNV al primer lugar, gracias al 31% de los votos y 10 escaños, por delante del PSOE (casi el 20% y 4), Podemos (17% y 4) y EH Bildu (16% y 4), la izquierda abertzale que no condena a ETA y que duplica su representación en el Congreso de los Diputados.

Castilla y León, por su parte, mantiene una mayoría de centro-derecha al sumar PP, Ciudadanos y Vox un 57% de los votos pese a registrarse la victoria del PSOE (casi el 30% de sufragios y 12 diputados), por delante de PP (26% y 10), C’s (casi el 19% y 8) y Vox (12% y 1) tras la división del voto en este bloque.

Extrapolando los resultados de las generales para las elecciones autonómicas que se celebran el próximo 26 de mayo, el centro-derecha podría gobernar también si llega a un acuerdo en Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid y Región de Murcia y estaría muy cerca en Extremadura. No así en Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Navarra y La Rioja, donde ahora hay mayoría de PSOE con Podemos o con los regionalistas cántabros y a expensas de lo que hiciera Coalición Canaria.

Andalucía, que tiene desde enero por primera vez un gobierno no socialista tras las autonómicas de diciembre, recupera la hegemonía de izquierdas en las elecciones generales por la suma del PSOE (34% de votos y 24 escaños) y Podemos (14% y 9) frente a Ciudadanos (casi 18% y 11), PP (17% y 11) y Vox (13% y 6).

Cabe señalar que Ciudadanos adelantó en cuanto a número de votos al PP en comunidades como Baleares, Madrid, Andalucía, Aragón y Cataluña mientras que Unidas Podemos perdió mucho respaldo en zonas rurales o del interior, quedándose sin escaños en Castilla y León, Cantabria, Extremadura, La Rioja y Castilla-La Mancha, también por la concentración del voto de izquierdas en el PSOE, especialmente en sus feudos tradicionales.

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