El Partido Popular de Galicia (PPdeG) fue la formación más votada en esa Comunidad en las elecciones municipales con 503.737 sufragios, el 33,37%, con los que obtuvo 1.631 concejales. Además, alcanzó la mayoría absoluta en 131 ayuntamientos gallegos, el 41,85%, y se impuso en otros 48 por mayoría relativa. Con una participación del 67,82% recuperó la hegemonía perdida en detrimento del PSdeG-PSOE en las generales del pasado 28 de abril.
Precisamente los socialistas fueron la segunda opción preferida por los gallegos con 494.526 votos, el 32,76%, que se traducen en 1.181 concejales y 66 mayorías absolutas, el 21,09%, y 25 relativas. En tercera posición quedó el Bloque Nacionalista Galego con 187.894 sufragios, el 12,45%, y 456 concejales además de 14 matorías absolutas y 10 relativas. Más lejos se situó Ciudadanos con solo 29.070 votos, el 1,93%, y 33 concejales. Como anécdota, Vox no logró ni 10.000 votos ni concejal alguno en Galicia.
Pese a estas cifras, el PSdeG celebró la opción de gobernar en seis de las siete principales ciudades gallegas: en Vigo, con mayoría absoluta de Abel Caballero con un apoyo del 67%; en Santiago, tras la victoria de su candidato Xosé Sánchez Bugallo tendrá que pactar con Compostela Aberta; en A Coruña, tras quedarse a 400 votos del PP debe llegar a un acuerdo con Marea Atlántica; en Lugo, pese a perder con el PP Lara Méndez puede volver a gobernar con el BNG; en Ferrol, el PP se quedó a un escaño de la absoluta y el socialista Ángel Mato será alcalde si pacta con Ferrol en Común y con el BNG; y en Ourense, Rafael Rodríguez Villarino (PSdeG) fue el más votado pero necesita el apoyo de Democracia Ourensana para gobernar. Pontevedra será para el BNG de Miguel Anxo Fernández Lores.
Y las diputaciones podrían tener presidente socialista, salvo la de Ourense que gana el PP pero sin mayoría absoluta.