El personal laboral del Servicio Exterior español (PLEX) en los Países Bajos comenzó el pasado 3 de mayo sus protestas para reclamar mejoras en sus condiciones laborales, siguiendo el ejemplo de las que ya ha realizado este colectivo en Reino Unido, Alemania, Bruselas o Sídney.
Desde ese día, y así lo harán cada lunes de dos a dos y media de la tarde, los empleados en la Embajada de España en La Haya y el Consulado en Ámsterdam, así como en las oficinas sectoriales de Trabajo, Turismo y Comercio, se concentran frente a sus lugares de trabajo para reclamar una mejora en sus condiciones de trabajo. La movilización está apoyada por UGT, CCOO y el CSIF, así como la federación de sindicatos neerlandeses (FNV).
Una de sus prioridades es que se realice una revisión salarial ya que desde hace 13 años el colectivo padece una congelación que les ha supuesto una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 30%.
Además, denuncia que las plantillas de estas representaciones españolas en el exterior cuya finalidad es atender a la colectividad en los diversos países cada vez son más reducidas a pesar del incremento notable de ciudadanos españoles que viven en el extranjero. En concreto, en los Países Bajos la colonia ha pasado de 33.333 españoles a 50.000 en los últimos diez años sin el adecuado aumento del personal.
A las reclamaciones genéricas del colectivo hay que añadir las que se refieren a cada país concreto. En el caso de los Países Bajos, destacan en un comunicado que el personal laboral de la Administración española sufre recortes salariales en los casos de bajas por enfermedad al no estar amparados por ningún convenio lo que implica reducciones de hasta el 30% del salario en caso de enfermedad. Además, no reciben ninguna compensación para el pago del seguro médico ni aportaciones para el llamado ‘segundo pilar’ de las pensiones en el país, que debe cubrir el empleador en el país.
En declaraciones publicadas en varios medios, Elisa Marín (UGT), presidenta del comité de empresa que representa a cerca de 6.000 trabajadores del Personal Laboral del Servicio Exterior (PLEX), aseguró que las condiciones de los empleados son “más que pésimas, están trabajando en malas condiciones incluso a nivel de prevención de riesgos laborales, con sueldos que en absoluto están adaptados al país en el que viven y que están congelados desde hace más de trece años”.
Además, Marín aseguró que no se cumple la legislación local, que es “de obligado cumplimiento y se indica en los contratos que se hacen” y “llega un momento en el que la gente dice ‘hasta aquí hemos llegado’ porque han sido muchos años de paciencia”.
El problema de los PLEX es “general”, pero “se ha acentuado” en el caso del personal laboral de España en Países Bajos porque “en pocos años se ha casi duplicado la población española, y la colonia española ya no está atendida”, a pesar de que los empleados están “echando un montón de horas que no se pagan”.
La colonia española en Países Bajos ha crecido un 34% en la última década, pasando a ser de unos 50.000 españoles residentes, que “lamentan un servicio público degradado, lento y obsoleto”, según los sindicatos. Los propios españoles comparten constantemente sus denuncias en redes sociales de la lentitud en las gestiones que hacen en el Consulado de Ámsterdam.
Por su parte, Luz María Gualda (CCOO), secretaria del comité, denunció “las condiciones de trabajo precarias” de los trabajadores del servicio exterior, “y en consecuencia para la ciudadanía a la que se atiende, que no puede ver satisfechos todos los trámites que requiere porque se trata de representaciones con infradotación de personal y que no llegan a cumplir las expectativas que el ciudadano español en el extranjero requiere”.