El ourensano Julio Ríos recibió el galardón de emprendedor del año de la Asociación de Empresarios Gallegos del Uruguay

Celebrando los 29 años de existencia de la Asociación de Empresarios Gallegos del Uruguay (AEGU), los presididos por Elvira Domínguez escogieron al ourensano Julio Ríos Serapio como ‘emprendedor gallego del 2018’ en un emotivo acto celebrado en el Centro Cultural de España de Montevideo.

En el 2011, AEGU homenajeó por primera vez en un acto a dos emprendedores socios de la institución, José María García Álvarez (nacido en Galicia) y Juan Luis Bouza López (nacido en Montevideo).

Luego sería bajo la presidencia de Jorge Expósito que en el 2012 que se organizó el primer ‘día del emprendedor gallego’ que se comenzaría a celebrar todos los 27 de noviembre como forma de festejar un año más de la institución que agrupa a empresarios y profesionales gallegos y descendientes.

De allí en más se premiaron como emprendedor gallego en el 2013 al primer presidente de AEGU, Celso Domínguez Villarino; luego sería en el 2014 Eliseo Rivero Freire, siendo en el 2015 otro ourensano, Benito Grande Quintana, para en el 2016 otorgarle el reconocimiento a una uruguaya hija de gallegos, Elvira Domínguez Alonso, en tanto el año pasado fue Liberio Antelo Agrelo.

Todos ellos demostraron en su vida el esfuerzo y trabajo que ha caracterizado a la emigración gallega, y también la fortuna de conquistar los objetivos, cada uno a su manera.

El pasado lunes 26 de noviembre, en el Centro Cultural de España de Montevideo, fue el momento oportuno para que el consejero Comercial de la Embajada, Jaime Lorenzo, la presidenta de AEGU, Elvira Domínguez, y el secretario, Celestino Duarte, arroparan al homenajeado Julio Ríos, quien naciera en la aldea de Herdadiña, en la parroquia de Torno de la montaña ourensana.

Ríos sufrió la pérdida de su madre a los cinco años y junto a sus dos hermanos mayores fueron a vivir a unos kilómetros de allí, a la casa de la abuela materna, Carmen, de la que aprendió los “valores del trabajo”, en tanto de su hermano Juan, recibió “la educación escolar”.

Con veinte años llegó a Montevideo en 1959, trabajando de inmediato en el bar de los paisanos Fernando García y su esposa Lola, con los que un año más tarde sería socio de ambos, y hasta hoy es socio con sus sucesores.

Esta forma de emprender sus negocios, en sociedad con gallegos y hasta con su hermana Clara, lo llevó a ser, junto a dos gallegos más, los primeros en instalar una cadena internacional de hotelería en un hotel que fueron construyendo paso a paso.

En la actualidad es propietario de varios hoteles, restaurantes, estaciones de combustibles y también incursionó como productor rural junto a su esposa Mariela: reforestaron una finca para la industria en la que también producen ganado vacuno de primera calidad para la exportación.

Este referente del Río de la Plata en materia hotelera también ha aportado su trabajo en la colectividad española y gallega en particular, siendo directivo de AEGU, del Club Español, Casa de Galicia, Centro Gallego y el Hogar Español.

Fue justamente la presidenta de AEGU quien le preguntó acerca de por qué esa colaboración con el Hogar, entidad a la que, además de donar varias reses, también ayuda a asarlo, cortarlo y venderlo. Su respuesta fue tajante y lo pinta en su esencia: “porque hay que ayudar a los emigrantes que más precisan”.

La felicidad que irradia en las fiestas, en las directivas cuando los disensos enfrentan las posiciones, es también un semblante de su personalidad, una característica de su carácter que fue destacada por el cónsul general de España, José Rodríguez Moyano, en un mensaje de vídeo que envió.

También le saludó por carta, por encontrarse en España, el delegado de la Xunta de Galicia, Alejandro López Dobarro, en tanto, además de las felicitaciones del consejero Comercial y la presidenta de AEGU, fue otro exdirectivo, Eliseo Rivero, el que contó varias anécdotas que vivieron junto a Benito Grande y el homenajeado en su aldea en una ocasión que habían viajado a Santiago a representar a la institución.

La presidenta Domínguez, para cerrar la velada, le entregó la obra de arte para el emprendedor gallego 2018 que representa la nave que ha unido en el pasado las dos orillas.

Las emociones continuaron luego con los saludos de su familia, de sus amigos y compañeros de varias instituciones que se hicieron presentes colmando las instalaciones del Centro Cultural.

Tal como expresábamos una vez más como maestro de ceremonias de este acto, el mayor logro que confesó Julio Ríos había conseguido en su vida es el aprecio de sus amigos que “es la mayor fortuna que se logra en la vida”.