El Museo do Mar de Vigo acoge una muestra sobre la aportación de Galicia en los viajes oceánicos

En la apertura estuvieron presentes la presidenta del CCG, Rosario Álvarez, el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, y el director xeral de Políticas Culturais, Anxo Lorenzo, entre otras autoridades

Recorriendo la exposición.
Intervención de Antonio Rodríguez Miranda durante la inauguración de la muestra.

El Museo do Mar de Vigo acoge desde el pasado 7 de febrero ‘Inventio Mundi. Galicia nas viaxes transoceánicas. Siglos XV-XVII’, una exposición del Consello da Cultura Galega que explica la implicación gallega y las consecuencias que tuvo para Galicia la primera circunnavegación del planeta: la expedición Magalhães/Elcano, cuando se cumplen 500 años de su partida. La presidenta de la institución, Rosario Álvarez, destacó en la inauguración que “esta muestra trae a la memoria una parte importante de la historia de Galicia y homenajea a los esforzados navegantes gallegos que abrieron los caminos del mar, encontraran o no gloria en la empresa”. La acompañaban el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, el director xeral de Políticas Culturais, Anxo Lorenzo; la directora del Museo do Mar, Marta Lucio; y la comisaria de la exposición, Ofelia Rey. La muestra está abierta al público hasta el próximo día 12 de abril.

‘Inventio mundi’ no fue una exposición fácil. “Es una parte de la historia de Galicia que se desconoce, que permaneció prácticamente invisibilizada y de la que existen muy pocos documentos y materiales” explicó la comisaria, Ofelia Rey. Por eso, la gran fortaleza de esta muestra está en el relato, en explicar en poco más de treinta paneles una historia de la navegación gallega que arranca en ese interés comercial con las islas Molucas y remata en el siglo XVII cuando cambian las formas de navegación. La muestra también aborda la historia de navegación que llegó hasta nuestros días a través del imaginario popular recogido en la literatura. Un aspecto en el que incidió la presidenta del CCG al asegurar que “la posición atlántica de Galicia es fundamental para comprender la especificidad de la cultura gallega”. La exposición se inauguró en el Museo de Pontevedra el pasado mes de noviembre e inicia ahora en el Museo do Mar su itinerancia.

La Galicia navegante en el imaginario literario

‘Inventio mundi’ destina varios paneles para recuperar cómo pervivieron en nuestro imaginario popular los hechos históricos relacionados con el mundo marino. En la literatura gallega medieval, el Atlántico es el Mar Mayor cantado por Paio Gómez Chariño, el poeta almirante sepultado en la iglesia de San Francisco de Pontevedra, la Boa Vila, puerto importante aún a fines del siglo XV. Y hay más referencias, como la historia del Colón pontevedrés o Fernando de Magalhães que nació en la aldea de Magaláns, en la misma ría. También se documenta la presencia atlántica en la literatura contemporánea en obras como las de Víctor Freixanes con su ‘O triángulo inscrito na circunferencia’, entre otras aportaciones.

La navegación histórica

El relato de la navegación gallega comienza con la epopeya de Magalhães, que descubre una nueva ruta para ir a las islas Molucas, la de las especias, pero sin tener que pasar por los territorios adjudicados a Portugal en el Tratado de Tordesillas (1494). Como es sabido, Magalhães murió en la ruta, pero regresó Elcano, que intentó explorar esa nueva ruta. Por aquel entonces Carlos V no tenía interés en reforzar el comercio de Sevilla con América y aprovechó las circunstancias políticas para crear en A Coruña una casa de contratación (de la que no queda resto alguno). Se inicia así un intento de explotar el mercado con América desde Galicia. Esa nueva vía político-marítima se concretaría en un proyecto de colonización y cinco expediciones, de las que sólo se hicieron cuatro.

La exposición da cuenta de esos cuatro viajes, del tipo de embarcaciones empleadas y de los nombres propios de sus promotores y ejecutores. “Las expediciones fueron un auténtico fracaso en cuanto lo que se pretendía perseguir (abrir una vía de comercio con las Molucas sin tener que depender de Portugal), en las que murieron muchísimos hombres (muchos de ellos gallegos), en las que no se obtuvo ningún beneficio” explica Ofelia Rey. Pero, al mismo tiempo, la comisaria reconoce que fueron muy positivas vistas con ojos de hoy. “Nos permitió ver las prospecciones geográficas, el cartografiado de la costa y un relato de un intento truncado de un peso relevante de Galicia en el comercio con las Américas”, explicó.

Las cuatro expediciones

La primera de las expediciones tuvo lugar en 1524, que es cuando sale del puerto de A Coruña la carabela ‘Anunciada’. Al frente está Estevão Gomes, que busca un paso entre el Atlántico y el Pacífico y abrir de este modo una alternativa a las Molucas por el norte. Aunque fracasó en su intento, recorrió la costa americana desde Terranova, la Tierra dos Bacallaus, hasta Florida.

La segunda fue la de García Jofre de Loaysa, que arrancó el 24 de julio de 1525 siguiendo la ruta tradicional. A pesar de que salió una armada de siete naves, once años después solo dos docenas de supervivientes regresaron a Europa.

En 1527 salió desde el cabo de Fisterra la tercera de las expediciones. Tres barcos capitaneados por Diego García de Moguer, un experimentado marino. Nunca llegó a su destino, acabó explorando el río Paraná y el Paraguay y volvió a España por Sevilla sin cumplir su mandato.

La cuarta y última expedición fue la de Simón de Alcazaba, navegante portugués al servicio de la Corona de Castilla. En palabras de la comisaria, “fue un fiasco incluso antes de partir porque este navegante aprovechó todo su mando para defraudar a hacienda”.

Son muy pocos los nombres propios gallegos en esta frustrada historia de la navegación de Galicia. Con todo, sobresalen varias figuras. Una de ellas es la de Sebastián Ocampo, que demostró el carácter insular de Cuba. Otro de ellos es Fernando de Andrade (1477-1540), hombre clave y siempre presente en los proyectos que relacionaron Galicia con la empresa oceánica. Otro nombre a tener en cuenta es el de Gómez Pérez das Mariñas, que tuvo importantes iniciativas náuticas en el Pacífico. Y, por supuesto, Sarmiento de Gamboa, que fue muy prolífico en relatos de alto interés histórico.

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