El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el 23 de septiembre el dato definitivo del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año, que avanzó un 1,5%. Una corrección al alza de cuatro décimas respecto al dato que el mismo organismo adelantó en julio (+1,1%), muy poco después de que su presidente dimitiese en medio de diferencias con el Gobierno, que venía presionando porque consideraba que las mediciones estaban siendo a la baja, y el Ejecutivo nombrara a su sustituta.
La justificación para este cambio tan notable en el crecimiento del segundo trimestre, la dio el INE porque los indicadores conocidos hasta entonces solo ofrecían resultados hasta mayo y por una revisión al alza del crecimiento de las exportaciones en ese periodo, hasta el 4,9% intertrimestral, 3,3 puntos más que la estimación previa.
Ya el 15 de septiembre, el INE sumó cuatro décimas al PIB de 2021, el primer dato de la economía que daba a conocer tras nombrar a la presidenta, Elena Manzanera. El nuevo dato recoge que el PIB español creció un 5,5% en 2021, cuatro décimas más de lo que pensaba en marzo (5,1%).
En ese momento, el INE también revisó el PIB de 2020, pero a la baja. Estimó que la economía española cayó un 11,3%, cinco décimas más del 10,8% que inicialmente se había calculado. La revisión de 2021 estaría relacionada con un consumo de los hogares mayor de lo esperado, y la de 2020 con la incorporación de algunas encuestas estructurales que se han publicado a lo largo del último año.