La secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, negó haber dicho nunca que haya puesto líneas rojas a la reforma de la nacionalidad y sí señaló tres mínimos imprescindibles en ella, de los que recordó que se había comprometido a impulsar en el CGCEE, para “acabar con injusticias flagrantes producidas desde el último proceso” de reforma, si bien conseguirlo no depende solo del PSOE, que carece de la fuerza suficiente para ello en el Congreso.
El primero de esos mínimos es que la pérdida de la nacionalidad española por los hijos de los emigrantes se produzca exclusivamente por renuncia expresa, en lugar de tener que ir al Consulado a la mayoría de edad para confirmar que quiere mantenerla y que hasta que esa modificación se produzca, el Ministerio de Asuntos Exteriores “informe muy bien” para evitar la pérdida a la mayoría de edad.
Otro mínimo es la posibilidad de recuperación de la nacionalidad por los hijos de mujeres españolas casadas con extranjeros, que no pudieron transmitírsela antes de 1978.
Por último, el otro umbral imprescindible para Rumí sería el acceso a la nacionalidad de los hijos de emigrantes cuyos padres no pudieron inscribirles tras la última reforma de la normativa por haber alcanzado ya la mayoría de edad, lo que dio lugar a discriminaciones dentro de las familias, en las que unos hijos pudieron acceder a la nacionalidad de sus padres y otros no.
La secretaria de Estado insistió en que el contenido de las enmiendas que han presentado en este sentido están consensuadas con el CGCEE y en que es necesario que se produzca también un consenso político para que puedan salir adelante “con mucho debate, responsabilidad, para saber hasta dónde llegamos, y generosidad”.
“Es una ley que llevará tiempo si queremos hacerlo bien”, apreció Rumí, tras señalarse que está en fase incipiente. Además, ha tenido la peculiaridad de empezar el trámite parlamentario en el Senado, propuesta por Podemos, desde donde pasó al Congreso, siguiendo el camino inverso al habitual, por lo que Alarcón valoró que “llevará más tiempo de reflexión” en la Cámara Baja. Prueba de la complejidad jurídica que implican estos asuntos es que, señaló, aún quedan expedientes que resolver de Cuba.
Promover acuerdos de doble nacionalidad en Europa
Rumí también apuntó que hay otras “normas relativas a la nacionalidad a las que habría que darles unas vueltas”. Señaló que, así como los nacionales de algunos países próximos históricamente a España, como los Iberoamericanos y Guinea, solo necesitan dos años de residencia en el país para acceder a la nacionalidad española y sin perder la que tienen, para el ámbito comunitario -excepto Portugal, país con el que hay convenio de doble nacionalidad- son diez años de residencia en España los que se requieren y la renuncia a la nacionalidad original. Un plazo que, señaló, no se requiere en ningún otro país de la Unión Europea, donde la media es de cinco años.
Rumí considera que es preciso actualizar esta situación y que esto pasa por promover los acuerdos de doble nacionalidad.
El colectivo de españoles residentes en el exterior se estima en 2,7 millones de personas y el de extranjeros residentes en España en 5 millones de personas. La nacionalidad es un requisito para el ejercicio del voto.
Esta señora miente. Primero, porque no fueron esos casos los que atienden las enmiendas del PSOE, segundo porque decir que la ley va a llevar tiempo no depende completamente de ella ni de su Secretaría, y tercero porque no dice la verdad que es que en realidad el Gobierno NO tiene interés en que se apruebe una Ley de Nacionalidad. Los descendientes de España NO les importamos.
Sra. Rumí miente tanto que le va a crecer la nariz, por culpa del partido PSOE no se discute el proyecto de ley en la cámara baja (diputados) porque UDs. han presentado ENMIENDAS 14 y 19, entonces?. No mienta a la comunidad Española en el exterior, eso se podía hacer antes que no existieran las redes sociales y el internet.
Uf! qué buenas intenciones se nos anuncian! Incompletas, tardías, pero buenas! Lo preocupante, es que son intenciones que con toda probabilidad (ojalá me equivoque) no se convertirán en realidad. La prueba, es que ya se nos avisa que será complejo y largo… Vaya, vaya, ¿cuánto de largo?, por que en el tema de la posibilidad de la recuperación de la nacionalidad por los hijos de mujeres españolas casadas con extranjeros, que no pudieron transmitírsela antes de 1978, ya llevamos la friolera de 36 años de espera!
En efecto, esta cuestión viene de la reforma del Código Civil de 1982!!! y ha sido objeto de reivindicaciones constantes y permanentes por parte de las estructuras asociativas de los emigrantes. Pero ni los gobiernos de Felipe González, ni los de Aznar, ni los de Zapatero, en el que ya estaba la Señora Rumí, y el Señor Torres de DG de Migraciones, ni los de Rajoy, han querido nunca resolver esta flagrante injusticia.
Ídem de lo mismo en cuanto a los convenios de nacionalidad con los países de la CE. Mucha ciudadanía europea por aquí y por allá, pero concertar convenios para reglamentar el caso de decenas de miles de hijos de españoles que emigraron por razones de trabajo, es decir por culpa de la política económica de la era franquista, nada de nada. Y esa también ha sido una reivindicación constante.
Quedan otro temas, como el de la injusticia manifiesta contenida en la Ley de la Memoria Histórica que permitía la obtención de la nacionalidad, a los nietos de los exilados políticos, y qué, no se sabe porque misterio, se aplicó solo a aquellos exiliados hasta diciembre de 1955. Sí, sí ¡1955!. Como si después de esa fecha España hubiese dejado de ser una dictadura y ya no hubiese habido exilio político. Personalmente he conocido a militantes sindicalistas exiliarse hasta 1974 para huir de las represalias del régimen.
O sea, Señora Rumí, por favor, demuéstreme que soy un mal pensado y que en un plazo razonable se cumplirá lo que nos promete. Ya se que no depende en absoluto de Usted, por ello, antes de hablar, creo que un/a responsable político/a, tiene que sopesar qué dice, cuándo y a quién lo dice.
Esto dicho, le deseo buena suerte!
Mi persona nieto he hijo de español llegara en patera,da pena leer lo que dice esta señora.
Ya sabemos, ya sabemos, sí, sí… y el lobo se comió a la abuelita…
No sé si Agustín Torres, Consuelo Rumí o José Alarcón mienten o no mienten. Yo llevo 50 años fuera de España y nunca la he perdido. Me casé con una española emigrada desde pocos meses. Nos casamos a nuestros hijos los pusimos en el árbol de familia, también en los pasaportes. Nunca hemos tenido problemas. Por asunto de trabajo me vi obligado a adoptar la del país de residencia, mas nunca perdí la española. Hace años, todos los nacionalizados en el país de residencia tuvimos que recuperar la española. Mas para el país de residencia seguimos siendo ciudadanos, por lo menos no hemos sido cuestionados. Este país, que no menciono, al parecer tiene en cuenta lo ambiguo de tener que renunciar la ciudadanía del país de origen en donde se tienen familia, y tampoco al cariño que se debe al país donde residimos, del cual su trato es excelente, por lo menos en que a nosotros respecta. No jugamos con dos barajas, sencillamente, no podemos repudiar el país de origen, de padres, etc., ni tampoco del de residencia. Somos ciudadanos de dos patrias,… del mundo.
Es una señora mentirosa esta, no dice lo que su partido promueve bajo las enmiendas del psoe, evitar los costos burocraticos que traeria una reforma del Codigo Civil ,a la forma de adquirir la nacionalidad. Se ve que es una politiquera barata.
Que indignación causa ver cómo este partido político traba la nacionalidad a descendientes en primer y segundo grado de verdaderos españoles y su máximo representante, presidente del gobierno concurre a firmar un pacto de migración global propiciado por la ONU por el que da cobijo a cualquier individuo regalándole prevenidas por sobre quiénes de buena fe pedimos ciudadanía sin costos, solo por reconocimiento. Solo esto demuestra el nivel de falacias.
Hay una fecha estimada donde podría resolverse la situación?
TAMBIEN SERIA JUSTO QUE LOS CONYUGES DE ESPAÑOLES RESIDENTES EN EL EXTERIOR PUEDAN ACCEDER A LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA DESPUES DE CIERTOS AÑOS DE MATRIMONIO, YA QUE HAY DISCRIMINACIÓN CON RESPECTO A LOS QUE VIVEN EN ESPAÑA,