El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el Plan de Choque de Respuesta a la Guerra, aprobado por el Consejo de Ministros del 29 de marzo, movilizará 16.000 millones de euros para “repartir de forma justa los efectos de la guerra y para preservar al máximo la senda de crecimiento y creación de empleo”. Este paquete de medidas tendrá un coste de unos 6.000 millones de euros, contará con 10.000 millones de créditos ICO y durará hasta el 30 de junio.
En primer lugar, para mitigar el impacto en las familias del encarecimiento de los combustibles, se aprobó una bonificación mínima de 20 céntimos en cada litro de combustible hasta el 30 de junio. El Gobierno aplicará una rebaja de 15 céntimos y las petroleras, un mínimo de 5 céntimos. Además, el Ejecutivo tomó medidas para proteger el empleo, evitando el despido, y las empresas podrán acudir a medidas de flexibilidad interna, como los ERTE.
De forma excepcional, las revisiones de precios de los alquileres durante los próximos tres meses tendrán un límite del 2%, para evitar subidas elevadas que perjudiquen a las familias arrendatarias. Además, se aumentará un 15% durante tres meses la cuantía de la ayuda del ingreso mínimo vital. Más de 600.000 familias adicionales podrán acogerse al bono social, llegando así a 1,9 millones de hogares, para limitar las consecuencias de la invasión de Ucrania sobre el recibo de la electricidad de los más vulnerables. Junto a ello, el Gobierno extenderá hasta el 30 de junio las medidas fiscales vinculadas a la factura de la luz.
Y habrá una nueva línea de avales de créditos ICO por 10.000 millones de euros para cubrir las necesidades de liquidez provocadas por el aumento del coste de la energía y los combustibles. Asimismo, se extenderá el plazo de vencimiento de los préstamos avalados por el ICO y el plazo de carencia para los sectores más afectados.