El Gobierno concede la declaración de reparación al último español superviviente del campo de concentración de Buchenwald

Vicente García Riestra falleció el 9 de mayo / Francia le había otorgado la nacionalidad y la Legión de Honor

Isabel Celaá, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El Consejo de Ministros del viernes 31 de mayo concedió la declaración de reparación y reconocimiento personal, a título póstumo, de Vicente García Riestra, el último superviviente español del campo de concentración nazi de Buchenwald, en Alemania.

La denominada Ley de Memoria Histórica contempla la proclamación pública y solemne del reconocimiento y restitución de la plena dignidad de todos aquellos que padecieron persecución o violencia por razones políticas o ideológicas durante la guerra civil y la dictadura.

La ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, destacó que Vicente García Riestra, fallecido el pasado 9 de mayo, «sufrió persecución y exilio durante su vida por la defensa de sus principios, una lucha que le llevó a un destino muy negro al ser deportado por la Gestapo al campo de concentración de Buchenwald, donde estuvo 15 meses».

Celaá añadió que tras su liberación «se dedicó a difundir la realidad de lo sucedido para evitar que cayera en el olvido». Además, señaló que Francia le había concedido la nacionalidad y la Legión de Honor, una de las más altas condecoraciones del país. «Hoy, España no puede hacer menos para reparar la memoria y el honor de un defensor de la democracia y la libertad», dijo.

En la Resistencia Francesa durante la ocupación nazi

García Riestra, nacido el 20 de enero de 1925, vivió las consecuencias de la guerra civil, cuando tuvo que marchar al exilio en Francia acompañado de algunos familiares. Una vez allí, su compromiso con la democracia y la libertad fue activo, participando en la Resistencia francesa durante los años de la ocupación nazi.

Detenido en diciembre de 1943 por la Gestapo, fue torturado y deportado al campo alemán de exterminio de Buchenwald, donde permanecería durante 15 meses. Tres años antes, en 1940 se había convertido en apátrida debido a que la dictadura de Francisco Franco le despojó de su nacionalidad española.

Durante su internamiento en dicho campo de concentración, Vicente García Riestra participó en diversas actividades solidarias, llegando a ceder en ocasiones su propia comida a otros presos en condiciones físicas de extrema debilidad, salvando así sus vidas.

Después de la liberación por parte de las tropas norteamericanas, García Riestra residió en Francia, desde donde dedicó todos sus esfuerzos por difundir la realidad de lo sucedido en el campo de exterminio de Buchenwald, para evitar que cayera en el olvido y tratar de que no volviera a repetirse. Tras muchos años, obtuvo la nacionalidad francesa y fue galardonado con la Legión de Honor, una de las más altas condecoraciones de la República Francesa.

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