El especial ‘Historias de ida e volta’ de noviembre documenta la emigración de marineros aresanos a Cuba

Desde mediados del siglo XIX, pescadores y marineros de la Ría de Ares se asentaron en Cuba, donde trabajaron en la flota pesquera, en el transporte de mercancías y pasajeros, en los astilleros o en empresas subsidiarias del naval

Emigrantes gallegos en un día de trabajo en el Caribe.

La entrega de noviembre del especial Historias de ida e volta, un proyecto web realizado por el Consello da Cultura Galega (CCG) en colaboración con la Secretaría Xeral da Emigración, documenta, en esta ocasión, la emigración de marineros aresanos a Cuba.

Desde mediados del siglo XIX, pescadores y marineros de la Ría de Ares se asentaron en Cuba, donde trabajaron en la flota pesquera, en el transporte de mercancías y pasajeros, en los astilleros o en empresas subsidiarias del naval. En este tiempo, consiguieron dominar el sector de la pesca en la Bahía de La Habana e incluso en el Golfo de México.

El nuevo especial de Historias de ida y vuelta, proyecto del Arquivo da Emigración (AEG) del Consello da Cultura Galega (CCG) que cuenta con el apoyo de la Secretaría Xeral da Emigración, refleja en veinte imágenes y documentos las labores desempeñadas por estos emigrantes gallegos en el sector pesquero, fundamentalmente, pero también en otras actividades relacionadas con el comercio, la hostelería o la explotación del carbón.

Las cadenas migratorias fueron el principal factor que posibilitó la emigración masiva de los naturales de Ares a la isla de Cuba, ya que, una vez instalados en el país y convertidos en propietarios de barcos o de pequeños negocios, los emigrantes aresanos llamaban por otros familiares y conocidos. Funcionaron como mecanismo de inserción laboral y confluyeron en la creación de las llamadas ‘economías étnicas’, caracterizadas por la adscripción mayoritaria de los trabajadores de un ayuntamiento a unos oficios específicos.

El caso del vivero Josefa del Chao, que se encuentra entre los materiales que recoge esta nueva entrega del especial es un ejemplo de esta realidad. Propiedad del emigrado Manuel Suárez Casteleiro, la mayoría de la tripulación de este y de otros barcos de pesca que pertenecían al empresario gallego estaba formada por aresanos que se habían trasladado a Cuba. “Los dueños de los barcos preferían contratar los marineros de la comarca de Ferrol, que, aunque emigraban muy jóvenes, ya sabían del duro trabajo en el mar”, se afirma en el texto. El caso del astillero del mallorquín Gabriel Palmer, uno de los mejores de Cuba, es otro ejemplo de negocio que contaba en su plantel con una mayoría de trabajadores gallegos.

Más allá del trabajo que desempeñaban, estos emigrantes participaron activamente en la creación de sociedades de ámbito local en Cuba, creadas con finalidades instructivas y benéficas para promover la educación y el progreso en sus ayuntamientos y parroquias de origen.

La Alianza Aresana de Instrucción, fundada en 1904, fue la pionera de este tipo de sociedades, a partir de cuyo modelo comenzaron a brotar otras a lo largo de Cuba y Argentina. Su acta de constitución, la escritura de compra de un solar para construir un centro escolar en la villa de Ares y una imagen del propio edificio constituyen algunos de los materiales que se pueden consultar en el especial Ares en Cuba: unha emigración mariñeira.

La entrega se complementa con documentos que dan muestra de otro tipo de negocios emprendidos por los emigrantes gallegos en La Habana, como la ferretería de los aresanos Casteleiro y Vizoso o el restaurante El Escorial, o que muestran las tareas de explotación y transporte del carbón. Cierra el especial una imagen de una de las casas indianas que se conservan en la villa marinera de Ares, ejemplo del tipo de construcciones que levantaron los emigrantes de la zona para vivir o para pasar temporadas tras su regreso a Galicia y que constituían un símbolo de su ascenso económico y social.

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