El Congreso aprobó anoche la tercera prórroga del estado de alarma propuesta por Pedro Sánchez, pero en un ambiente cada vez más crítico y hostil contra el Gobierno. Así, los españoles seguiremos confinados por lo menos hasta el 10 de mayo.
La ampliación del aislamiento fue respaldada por una amplia mayoría de 269 diputados, los del PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos, PNV y los partidos minoritarios, Más País, Coalición Canaria, BNG, Teruel Existe, Nueva Canarias, Compromís, UPN y Partido Regionalista de Cantabria.
Los votos en contra fueron 60: a los de Vox y la CUP, que habían rechazado la segunda prórroga del estado de alarma, se sumaron los de JxCat. ERC y Bildu optaron por la abstención, opción que obtuvo 16 sufragios. Los republicanos advirtieron de que pueden decantarse por el no en una hipotética nueva convocatoria que no se descarta, aunque se inicie la etapa de desescalamiento a mediados de mayo.
En su intervención ante el Pleno para solicitar el apoyo a la prórroga del estado de alarma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que “la desescalada será lenta y gradual, porque debe ser segura”, de modo que tras cada avance en la liberación de espacios de movilidad y actividad social habrá que comprobar sus efectos: si el virus sigue controlado, se planteará un nuevo paso; si no es así, se restablecerán restricciones.
El presidente destacó dos novedades del Real Decreto de prórroga del estado de alarma. La primera es la referida al alivio del confinamiento de los niños y las niñas a partir del 26 de abril, fecha de inicio de la nueva prórroga. Los menores podrán dar paseos controlados, para lo que se aprobará una Orden del Ministerio de Sanidad, como ya anunció ayer el responsable del Departamento, Salvador Illa.
En segundo lugar, el Real Decreto habilita al ministro de Sanidad a modificar, ampliar o restringir las medidas, lugares, establecimientos y actividades comerciales, culturales y recreativas permitidas, lo que Sánchez definió como una “herramienta jurídica esencial” para avanzar en las distintas etapas hacia la “nueva normalidad”.
Acuerdos de reconstrucción
Sánchez se felicitó de que la gran mayoría de las fuerzas políticas estén dispuestas a negociar unos pactos para la reconstrucción social y económica del país, respondiendo así al deseo de la sociedad española. Solo se han autoexcluido Vox y la CUP. El PP confirmó su participación tras aceptar el presidente que los acuerdos sean negociados en el seno de una comisión parlamentaria y no en una mesa de partidos, como quería inicialmente el Gobierno. Sánchez se mostró además favorable a que este mismo proceso se reproduzca en cada autonomía y ayuntamiento.
Esos pactos –sostuvo– deben ceñirse a cuatro asuntos para facilitar el consenso: el refuerzo del sistema de salud; la revitalización de la economía, con especial atención a las pequeñas y medianas empresas, los trabajadores autónomos y los sectores más golpeados; las medidas de protección social “para que nadie se vea abandonado o desprotegido”; y el ámbito europeo.
Ayudas de la Unión Europea
El presidente informó también de los Consejos Europeos de los días 20 y 21 de febrero y 26 y 27 de marzo. La postura en favor de una Europa más ambiciosa, cohesionada y ecológica que el Gobierno español defendió en esas cumbres se ha revelado aún más imprescindible ante la pandemia del Covid-19, afirmó.
En ese sentido, avanzó que en el Consejo Europeo que se celebra hoy defenderá tres grandes objetivos: impulsar el paquete financiero aprobado por el Eurogrupo para que los instrumentos estén listos el 1 de junio como muy tarde; plantear la creación de un Fondo de Recuperación de hasta 1,5 billones de euros financiado con deuda perpetua y vinculado al presupuesto de la UE; y lograr un acuerdo sobre el próximo Marco Financiero Plurianual que mantenga la dotación de las políticas agrícolas y de cohesión y refuerce las asignaciones a otras áreas como la investigación científica y los sistemas de salud.
Críticas de la oposición
A pesar de apoyar la prórroga, el líder del PP, Pablo Casado, acusó a Sánchez de “incompetencia”, de “nefasta gestión” y de “tardanza” a la hora de tomar medidas contra la pandemia, además de no ver “moral” su silencio sobre las víctimas. También le reprochó las contradicciones respecto al permiso a partir del 27 de abril para que los niños salgan a dar paseos cortos. “Con la salud de nuestros hijos no se juega”, remachó.
Vox votó no y su portavoz, Santiago Abascal, reiteró su petición a Sánchez de que “pague el sueldo de tres meses de todos los asalariados y autónomos que se han quedado sin trabajo y después dimita”.
Cs y el PNV, que también respaldaron la prórroga, fueron, sin embargo, también más críticos que en otras ocasiones. El portavoz naranja, Edmundo Bal, llegó a poner en duda la existencia de los expertos que asesoran al Ejecutivo, y del del PNV, Aitor Esteban, reprochó a Sánchez la “improvisación” al tiempo que le ha demandado mayor comunicación con el resto de las fuerzas políticas.
Laura Borràs, la portavoz de JxCat, que esta vez votó no, acusó al Gobierno de hacer “la gestión de la crisis más reaccionaria de toda Europa” y le entregó el plan de desconfinamiento del doctor Oriol Mitjà, el asesor de Quim Torra, que según dijo, “ha funcionado en Andorra”.
La diputado de la CUP, Mireia Vehí, que también rechazó la prórroga, reclamó un mayor confinamiento que no ponga en peligro la salud de los trabajadores.
En cambio, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, se mantuvo en la abstención, pese a que acusó al Ejecutivo de aprovechar la situación para “recentralizar” y condicionó un nuevo apoyo de su partido al Gobierno a la celebración de una nueva reunión de la mesa de partidos para abordar la cuestión catalana.
