Para celebrar los 53 años de la fundación del Centro Español de Maldonado, la directiva que preside Javier Carballal buscó la forma de que la tradicional paella gigante fuera nuevamente la protagonista de la fiesta, que se celebró con todos “los socios unidos” pero separados cada uno en su casa con sus familias.
El 3 de julio de 1967 un grupo de emigrantes españoles fundaron el Centro Español de Maldonado en la ciudad que poco a poco se fue uniendo al balneario más elegante del sur atlántico americano como lo es Punta del Este.
Reunidos en la coqueta sede del barrio histórico de la ciudad de Maldonado, el actual presidente de la institución, Javier Carballal, junto a su directiva se preguntaban cómo celebrarían el aniversario con las medidas impuestas por el Gobierno uruguayo para no propagar el Sars Cov 2, conocido como coronavirus.
La nueva realidad impuesta por la pandemia mundial “nos hizo inventar una manera diferente de festejar, ya no todos juntos, pero sí unidos por la paella, el plato impuesto por el Centro Español desde sus inicios en el este uruguayo”, explicaba Carballal.
Así fue como el domingo 5 de julio se realizó en la sede del club la gigantesca paella, “retirando cada socio las porciones con un ticket de costo reducido, entregándole a todos ellos un pedazo de la torta aniversario” aclaró Javier, al tiempo que señalaba que “no pudimos celebrarlo juntos, pero luego desde sus casas las familias enviaban fotos comiendo la paella”, expresó emocionado el presidente.
Esta idea de Carballal, que acompañaron inmediatamente el vicepresidente Raúl Martínez, el secretario Fredy Chans y la tesorera Fiorella Carballal, los que una vez que estaba pronta la paella fueron sorprendidos por un enviado por familia que recogía las raciones para todos tras pasar por todos los protocolos al ingresar al club: desinfección de zapatos, alcohol gel en sus manos y uso de mascarilla.
Se vendieron más raciones de las que calculaban, pero “por suerte alcanzó para todos” explicaba Carballal quien se lamentó porque “no pudimos enviar a las casas la copita de vino, porque era muy complicado hacerlo, pero lo importante es que todos juntos, aunque separados en nuestros hogares, celebramos el aniversario del Centro Español”.
El socio más longevo, “Manuel López que tiene 92 años y es vocal en la directiva que no está viniendo a las reuniones porque tenemos que cuidarlo, llegó a retirar su porción de paella porque no quiso estar sin pisar el Centro Español en otro aniversario”.
Una idea muy simpática, ¡¡¡ FELICITACIONES !!!