La colectividad española recibe la integración de los sefardíes ibéricos que desde hace cinco años constituyeron una institución para preservar y difundir el acervo sefardí en sus diversos aspectos socio culturales.
Los judíos provenientes de la Península Ibérica (Sefarad según fuentes bíblicas), llamados sefardíes, han vivido más de 500 años fuera de aquellas tierras. Sin embargo, han conservado su identidad, ligada a esas memorias que han traspasado barreras temporales y geográficas.
Sus descendientes llegaron a Uruguay a principios del siglo pasado, desde las lejanas Turquía y Grecia, donde se refugiaron tras el edicto de expulsión de los judíos de los Reinos Cristianos en 1492.
Allí pudieron desarrollar sus profesiones y practicar su religión en libertad por mucho tiempo, hasta que al llegar el siglo XX, después de la primera Guerra Mundial, cayó el Imperio Otomano y cambiaron las condiciones para los judíos.
En ese contexto, los países de América eran una excelente opción para una vida mejor, pero particularmente Uruguay, una república donde existía la libertad religiosa por ley.
Lo interesante es que, a pesar de que por muchas generaciones estas familias habían convivido en territorios con diferentes lenguas y culturas, siempre mantuvieron el idioma que hablaban en la Península Ibérica: el judeo-español. Además, mantuvieron su identidad intacta conservando el cancionero, el arte culinario y muchos, se dice, hasta la llave de su casa de España.
Los sefardíes llegaron al Uruguay junto a emigrantes de todo el viejo continente, pero al desembarcar descubrieron que su idioma e idiosincrasia era la misma que ellos habían conservado desde su exilio de la Península Ibérica en el siglo XV, por lo que sintieron que habían encontrado su lugar en el mundo. Tanto es así que, en el puerto de Montevideo, al oír hablar español, pensaron que todos eran judíos como ellos.
Así es como estas familias se integraron en la sociedad uruguaya creando una red de organizaciones de ayuda mutua y religiosa, al igual que lo hicieron sus compatriotas españoles, que derivaron en la creación en 1932 de la Comunidad Israelita Sefardí del Uruguay, actualmente activa.
Ya en el siglo XXI, ante una realidad muy diferente de aquella de los orígenes, se presenta la necesidad de preservar estas memorias tan singulares, naciendo en 2015 el Centro Cultural Sefardí del Uruguay que busca revalorizar el legado que representa el edificio del Templo Beth Israel ubicado en el corazón del casco antiguo de la ciudad de Montevideo, y la preservación y difusión del acervo sefardí en sus diversos aspectos socio-culturales.
El Centro Cultural Sefardí se integró en la Federación Sefardí Latinoamericana (FeSeLa) y participó en las ediciones de la Cumbre Erensya, organizada por el Centro Sefarad Israel en México y Seattle.
Hace tres años funciona en una de las salas del Templo una muestra museística referente a la vida de los sefardíes en Uruguay, dictándose actividades didácticas con estudiantes, al tiempo que se instrumentó un taller de idioma ladino (judeo-español) y la celebración de su Día Mundial.
A todo esto se suma la actividad del Coro Koleinu participando con su repertorio de cancionero sefardí en importantes eventos.
El año pasado, el Centro Cultural Sefardí del Uruguay, recibió la invitación del cónsul general de España, José Rodríguez Moyano, para realizar por primera vez en Uruguay, el Mes de la Cultura Sefardí en el prestigioso Centro Cultural de España de Montevideo. Así, en el mes de agosto del año pasado, a través de un programa de actividades que mostraban las distintas facetas de la cultura sefardí y su profundo lazo con España, se logró una muy nutrida convocatoria ávida de conocer y participar de ese rico patrimonio.
Integración en la colectividad española
El año que nacía esta asociación en Uruguay, el Gobierno español aprueba la ley 12/2015 conocida como Ley de Nacionalidad Española para los Sefardíes, lo que reconoce la pertenencia de los judíos sefardíes al conjunto de españoles de la diáspora.
Gabriela Naj, directiva de la comunidad sefardí, explicó que “hoy nuestro Centro Cultural Sefardí del Uruguay se ha integrado a la dinámica de las instituciones españolas de Uruguay, aprendiendo a crecer en relaciones de cooperación e intercambio de saberes con sus compatriotas españoles-uruguayos”.
Aclaró que “en este difícil año 2020 de tan crítica situación sanitaria, el Centro Cultural Sefardí participó en un trabajo conjunto virtual con el Centro Gallego de Montevideo sobre la historia poco conocida de las hermanas Touza”.
La instancia constituyó un honor ya que el evento formó parte de la celebración de los 141 años del Centro Gallego más antiguo del mundo.
Antes de la pandemia ya habían recibido a varios directivos de la colectividad española en su sinagoga y museo, explicando su cultura y tradiciones.
En la actualidad celebran su nuevo año hebreo 5781, reflexionando Gabriela con un “anyada buena, klara i dulze”.
Buenas noches .vivo en Venezuela .
Mi pregunta es cual es la forma para obtener la ciudadanía Sefardí.